Un Matrimonio Contigo (G-DRAGON Y TÚ)

47. ¿Qué hay en nuestro corazón? Pt. 3

Ambos se encontraban en la habitación sentados frente a una pequeña mesa de centro, el rapero tomo la taza de té y lo bebió rápidamente.

-Creo que está muy, muy enojado, estoy en problemas- Pensó asustada –Felicidades por salir del hospital... y sanarte completamente-

El rapero coloco la taza fuertemente en la mesa provocando que la chica se exaltara -¡Él está locamente enojado! ¡Qué miedo!-

-Tu... no tuviste más problemas después de todo lo sucedido, ¿verdad? ¿algo te está molestando? - Se atrevió a preguntar la chica

-POR SUPUESTO QUE ALGO ME ESTA MOLESTANDO, TU, PULPO...-

¿Pul..?- Estaba por reclamar -¡Escucha, tu! ¡¿Cómo te atreves?! ¡Después de que pensé seriamente en tu futuro! -

-Lo hiciste ¿no es así? Es por eso que estaba convencido al principio de tu decisión... Por los primeros dos días...- 

Después de hablar agresivamente ahora estaba casi susurrando y con su mirada perdida en el suelo. Parecía estar triste 

–Cuando pensé en todo esto, tú fuiste realmente la victima... Por los caprichos de mi padre el invitarte en aquella reunión... de no haberte casado con la familia Kwon tu vida seria de lo más normal, no tendrías que pasar por toda esta mierda... Pensé que, si así eran las cosas, lo mejor era dejarte ir, así que había decidido hacerlo que querías que hiciera... tan solo regresaría a mi vida que tenía antes de tenerte en casa- El rapero guardo silencio al recordar su momento a solas en casa por algunos segundos.

Recordó como se deshacía de su cepillo de dientes que estaba en su baño al lado del suyo

–Estaba borrando las huellas de tu presencia una tras otra. Pensé que era cuestión de tiempo que las cosas volvieran a como era antes. Sin embargo... Cuando me recostaba en el sofá de la sala a beber algunas cervezas y ver esas malditas latas sobre la mesa recordaba las veces que me gritabas por no tirarlas...Por más que lo intentaba no pude borrarte de mis pensamientos ya. No fue hasta el tercer día que me di cuenta. Y al cuarto día... Estaba realmente enojado. Lo había olvidado, pero de nuevo sigo siendo el mismo a quien conoces...-

-¿GD?- Pensó

-Pero ¿no has olvidado tú también algo importante? - Ahora su mirada era asesina hacia ella

-A... ¿Algo importante? -

-¿no fuiste tú misma... quien dijo que quería saber todo tipo de cosas sobre mí?- Se acercó hasta ella haciéndola retroceder y terminar ella debajo de él, estaba atrapada sin escapatoria

-Ah... Um... si, pero eso ya... ahora...-

-¿Por qué lo olvidaste? Iba a contarte todo. ¿Qué se supone que haga ahora? - Decía enfurecido mirándole desde arriba

Hizo a un lado la mesa de centro con el pie  y terminó mucho más cerca de ella –Me escucharas... y entonces cuidadosamente lo reconsideraras...-

Sus miradas se habían encontrado, de verdad parecía molesto, pero no de una manera agresiva, era más que nada de una manera dolorosa reclamándole su abandono que no decía exactamente con sus propias palabras.

-Te amo...- Hablo finalmente para concluir -¿Qué tal ahora? ¿aun quieres romper? - Se alejó un poco para mirarle mejor. 

Esta vez no bromeaba algo dentro de ella lo sabía, no eran solo palabras vacías como desde los primeros días en que se casaron, esta vez eran diferentes, eran sinceras, tan solo... con un toque de su personalidad, tan GD...