Coffee at Midnight (Camren)

Capítulo 11: |Famila Cabello|

N/A: ¡BUENAS NOCHES!

Empieza a desarrollarse la historia detrás de cada personaje. Espero que sigan apoyando la historia y les siga gustando porque vienen muchas pero muchas sorpresas. Esperen lo inesperado. Muchos besos y por favor comenten saben que me encanta leerlos.

Agradezco sus muestras de cariño con los covers. Saben que me encanta colocarlos porque me hace sentir más cerca de ustedes que leen. Espero sus comentarios que siempre los leo todos. Disfruten de la lectura.  

**CANCIÓN SUGERIDA: "Nada es Mejor- Jesse & Joy"

Prende fuego en mi interior consume lo que causa dolor
Porque nada es mejor que tu amor quemando en mi corazón

Amor sin ti no tengo solución me faltas tú y la respiración
La conclusión tu eres lo que no puedo evitar que bella sensación

-Lyrics "Nada es Mejor-Jesse & Joy"

UNA SEMANA DESPUÉS:

ESTACIONAMIENTO DEL HOSPITAL JACKSON MEMORIAL:

LAUREN'S POV

"Sus besos me debilitaban".

Esa sensación de sentir sus labios junto a los míos me transportaba a un mundo increíble donde solo existíamos ella y yo. Sus manos en mis mejillas mientras su lengua juega con la mía. Sus suaves suspiros de satisfacciones mezclándose con los míos. Sus ojos cerrados privándome un momento de ver la maravillosa alma que se puede apreciar en esas orbes marrones llenas de sensualidad, ternura y deseo.

Cada momento que pasábamos juntas era una descargar de sensualidad, pasión y ternura como nunca antes había conocido. Ella tenía esa especie de perfección que me hacía preguntarme como había sido capaz de vivir veintiocho años sin sentir ese delicioso sentimiento de plenitud penetrando mi cuerpo cada minuto que pasaba a su lado. Cada segundo en que la sentía junto a mí llenándome de alegría y de ternura cada día. Porque no existía un solo día sin que estuviera conmigo, sin ver esos ojos hermosos penetrando mi alma. Esos ojos perfectos maravillándome con su indefinida sensualidad. Camila hacía que mi mundo antes tan ordenado se extinguiera ante ella.

No existía un día en que no deseara verla. No existía un día en que no me muriera por unos segundos a su lado. Me había vuelto dependiente, me había vuelto una mujer sedienta de su tiempo, sedienta de sus besos, sedienta de ella. Estaba hechizada por ella de una manera que jamás creí posible. Me había vuelto loca por esa mujer que con poesía y palabras honestas y tiernas llenaba mi vida. No importaban el tiempo que lleváramos de conocernos, lo que importaba era la profunda necesidad que sentíamos de estar juntas.

Posiblemente todo esto les pareciera a todos muy rápido. Incluso Camila y yo nos asustábamos de lo que estamos sintiendo pero era tan real como ese momento donde a las tres de la mañana estábamos en el estacionamiento del hospital donde yo tenía turno besándonos apasionadamente después de que Camila fuera a visitarme. Era tanto sentimiento, tanta necesidad, estaba perdida en un mundo paralelo donde lo único que importaba era esa mujer sensual que por alguna extraña razón parecía tan hipnotizada y consumida por mí, como yo estaba por ella.

Nuestros labios se separaron un momento mientras la oscuridad de la noche era nuestro manto para evitarnos volver a la realidad. Mi frente se pegó a la de ella y mis ojos se cerraron al sentir sus manos tiernas acariciarme el rostro con ternura mientras su respiración era errática como la mía.

—Debo regresar—le dije suavemente y ella negó sin dejar de acariciar mis mejillas.

—No quiero que te vayas—me respondió mientras yo abría mis ojos para perderme en su mirada tierna.