Solo se escuchaban gemidos y un choque de pieles muy intenso.
--Ahhh...ahí...-- gimió el mayor para luego suplicar-- m-más...--
Sin duda el menor no hizo esperar al castaño y embistió con fuerza en ese punto que hacía a su compañero tocar el cielo, le encanta verlo gemir debajo suyo; era una de las cosas que siempre quiso.
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Kris un niño de apenas 4 años perdió a su padre en un accidente.
Después de eso su madre decidió que se mudarian, ya que le entristecía seguir viviendo en esa casa.
Luego de un mes ya estaba lista la mudanza, tenían todo empacado; el camión hiba a llegar en dos horas.
La señora Fan ve a su pequeño hijo sentado fuera de la casa con una notable cara de aburrimiento.
--hijito, ¿quieres venir con mami a comer helado? -- le dice tomando asiento junto a él. --¡claro mami!-- dijo Kris emocionado levantándose y dando brinquitos en su lugar --vamos entonces-- dice su madre con una linda sonrisa.
Caminaron unas cuadras hasta llegar a la heladería. Kris al verla empezó a correr emocionado jalando de la mano a su madre.
Fueron a la caja pedir los helados; el pequeño Kris pidió un helado de chocolate con chispitas de colores y su madre uno de vainilla; luego fueron a buscar un lugar donde sentarse.
--me gustaba venir con papá-- dijo el pequeño Kris tomando asiento en una de las sillas cerca de los ventanales --lo extraño mucho mami-- dice mientras deja caer una pequeña lágrima.
Su madre sintió una gran tristeza ante las palabras de su hijo.
--bebé, no llores ¿si?-- le dice dándole un beso en la frente, --papá te cuida desde el cielo, además me tienes aquí, no estés triste-- se sienta al lado de él para abrazarlo.
Luego de ese momento nostálgico y sentimental comieron amenamente sus helados.
Su madre vio la hora en su reloj de mano y ya casi era la hora de que llegara el camión de la mudanza así que salieron del local directo a casa.
Llegaron a la casa y justo hiba llegando el camión para empezar a meter las cajas dentro de este.
Kris subió a su ahora antigua habitación tomó una pequeña mochila que tenía sus juguetes favoritos y vio por última vez su habitación, cerro la puerta y bajo corriendo las escaleras un poco emocionado porque ya quería conocer su nueva casa.
Salió de la casa y ya estaba su madre en el auto esperándolo para ir a su nueva casa; el pequeño subió contento al auto para emprender su viaje.
Luego de cuatro largas horas de de viaje a su nuevo vecindario Kris miraba por la ventana feliz el lugar, era un lugar tranquilo con casas bonitas y espaciosas; el niño emocionado le pregunta a su madre
--¡mami!, ¿cuál es nuestra casita? --y su madre sonríe al verlo tan animado. --mira, esa es nuestra casa-- señala al frente una gran casa color crema.
Aparcan el carro y Kris es el primero en bajar para ir a la casa, su madre lo sigue abriendo la puerta para recibir las cajas; Kris estaba feliz de ayudar a su mamá a desempacar.
Después de un largo día de acomodar la casa, la madre de Kris lo llevo a su habitación para que descansara.
--mami, me gusta mi cuarto-- dice el niño subiendo a su cama.
--si, me alegra que te guste, pero ya es hora de dormir-- dice mientras arropa al pequeño y le da un cálido beso en la frente, este sonrie y cierra los ojos para dormirse.
--¡Kris! Baja por favor-- le dice su madre desde abajo.
--¡ya voy mami!-- dice el niño poniendose las pantuflas para bajar.
Ya le esperaba su desayuno favorito huevos revueltos con tocino y tostadas con un jugo de naranja.
--ahora vendran los vecinos a visitar, portate bien y por favor se amable--
el niño asintio; termino su desayuno y fue a prepararse para recibir a sus vecinos.
