32 TREINTA MONEDAS DE PLATA

140 14 15
                                    


el sol se ponia tras su ventana mientras las luces de la ciudad jugaban a trazar hermosas paletas de colores que servirian de gran inspiracion para artistas quienes las plasmaban en todo su esplendor en un simple cuarto, ya estaban entrando la seis de la tarde y faltaba muy poco para que fuera la hora que habia acordado junto con su acompañante para salir, eso no quitaba de que el castaño estuviera tan nervioso que cada segundo se levantaba a mirarse al espejo preguntandose a si mismo si habia tomado una buena desicion

habai logrado evitar al smaoano durante todo el dia, la mayor parte de este la habia pasado en la playa la cual quedaba al frente de ese departamento que nikki habia comprado, solamente jugando con los pies denudos en la arena mientras evitaba sentirse peor consigo mismo... aunque el tenia porque sentirse mal, despues de todo Roman la habia cagado primero despues de todo ¿verdad?

aquel dia habia sido dedicado unicamente a su instrospeccion, no habia un shane, ni una nikki, solamente aquellos recuerdos de la hermosa rubia con la que paso los mejores seis años de su vida, el castaño no habia podido evitar en pensar ¿que hubiera pasado de haber estado renne? era cierto que ya no le dolia en pensar en la rubia, pero si una fantasmal sonrisa siempre inndaba su rostro

las horas parecian estar arraigadas al piso junto con un grillete pues cada segundo parecia una eternidad en aquel reloj digital frente a el, ya habia hecho todo lo que habia planeado, llevaba solamente un cuhillo de campaña por si algun ladron intentaba joderlo aquella noche, los condones estaban tranquilamente en su cartera y ya se habia asegurado tres veces de que sus pies no apestaran

habia intentado varias veces peinar su cabello pero cada esfuerzo era en vano, aquellos castaños rizos se resistian a ser manejados hasta por los mas fuertes peines y cepillos por lo que dean ya habia desechado esa idea desde hace tiempo, habia decidido ir vestido casualmente, despues de todo solo iba a ser sexo casual, nada del otro mundo, solo el con una camiseta, sus boxers de balas, unos jeans no muy ajustados para poder quitarse el pantalon rapidamente y unas sencillas zapatilas negras para correr, ambrose era un completo desastre a lo que moda se referia, despues de todo su madre y padre jamas lo habian enseñado a saber que le quedaba bien, esa habia sido tarea de john y el chico se habia rendido despues de todo

en ese momento aquellas ultimas palabras golpearon su mente... su madre y padre... janette la mujer con un espiritu libre la cual no tuvo la culpa de haberse enterado muy tarde de lo que era el mas grande monstruo con el que se habia casado y jonathan... desgraciadamente portaban el mismo nombre, aquel hombre indeseable y alcolico que habia hecho sus vidas un infierno

la verdadera razon por la cual dean poseia aquel apodo, odiaba que lo llamaran por el nombre de aquel mounstro, pues el castaño tenia sangre en las manos, eso jamas podria negarlo ni borrarlo, pero era sangre de gente mala, no de inocentes los cuales tenian un futuro brillante y una hermosa vida por vivir

solamente pensar en aquel nombre que tenia... jonathan, el nombre de un despiadado asesino el cual no miraba si era un niño jugando con una pelota o una vieja anciana la cual salia un sabado en la noche a jugar bingo con sus amigas, el tipo nisiquiera lo hacia por dinero, solamente para matar sus ansias sadicas de sangre, jonathan good... ese no era el, no, el era diferente a ese pedazo de mierda, el era dean michael ambrose, un ladron y asesino de personas perversas que solo hacia lo que hacia por amor, por sobrevivir, por defender a la verdadera familia que desde un principio debio de tener

esa era dean, o jonathan, un hombre el cual no deseaba ser un monstruo, el cual solo deseaba tener una vida normal, haber terminado la secundaria y estar estudiando alguna carrera en la universidad, no tener veinte y cinco años y no saber que cosa tendras que robar mañana para tener un pedazo de pan sobre la mesa junto a unos cuantos lujos

PERSIGUIENDOTEOnde as histórias ganham vida. Descobre agora