Votos matrimoniales.

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Se ríe abiertamente. –Marie, tú no has sido una santa tampoco...

Mi nivel de enojo va a ser que se estalle una vena principal en cualquier parte de mi cuerpo. –Jamás he querido serlo, pero creo que por esta vez tengo la razón. Hacer lo correcto es separarme de él y acabar con...

–¿Acabar con qué? –me interrumpe–, ¿con la felicidad que ese hombre te ha dado?, ¿Con la vida que has construido junto a él? O, ¿con el hecho de que él te ha seguido siempre y te ha amado como a nadie? –las respuestas no llegan inmediatamente así que ella toma mi silencio como una debilidad en mi argumento–. Fue un desliz de parte de los dos. ¡Soluciónenlo!

Bebe su té helado en un tiempo record. Toma su bolsa con su agenda, se despide y se va. Me deja dolida, traicionada y desamparada. La persona que he considerado mi amiga no alcanza a entender por lo que estoy pasando, y a pesar de que muy en el fondo sé que tiene algo de razón, no puedo aceptarlo porque mi mente está nublada por la molestia.

En el amor: Cero. En la amistad: Cero.

°°°

Agradezco al cielo la presencia de Bradley en mi vida y en mi casa. Después del almuerzo de hoy he hecho mi camino hasta casa, pidiéndole al castaño que me acompañara para practicar un poco más. Por supuesto, la idea de practicar se vio muy influenciada por el deseo de verlo en un ambiente donde no tengo que contenerme al verlo, abrazarlo o besarlo.

Las últimas tres horas hemos repetido una y otra vez la coreografía, esperando que los maestros que son nuestros compañeros den igual de importancia al número que vamos a hacer. La reaparición de la directora de la academia debe demostrar el por qué exigimos tanto a los estudiantes y por qué los mejores bailarines del país han pasado por los salones del recinto que cree hace ya tanto tiempo.

Con el ánimo de descansar un poco, Brad y yo picamos algunas frutas en la cocina y subimos hacia la habitación de las niñas. Al entrar encontramos a Amalia terminando de cambiar a Ana. Reuniendo toda la decencia que le queda, la mujer saluda a mi invitado y sale de nuestra vista en cuestión de segundos. Sé que le es leal a los Malik, algo que implica que debe estar odiándome justo ahora.

Suspiro tratando de limpiar mi cabeza y mi sistema de la locura que es mi vida ahora. Me siento junto a la ventana tras tomar a Kara en mis brazos. Ver sus ojos es ver a su padre, es una Malik sin duda alguna. La pequeña me sonríe y la ajusto a mi pecho tratando con todo mi ser de protegerla en medio de todo este caos emocional. Su hermana, en los brazos de Brad, llora con tanto esfuerzo que apuesto a que sus pulmones están trabajando duro.

–Vamos Ana, ¿no me recuerdas? –él la sostiene en sus brazos tratando de calmarla, se sienta frente a mi y sonríe incómodamente. –Al parecer no me recuerda, ¿cambiamos?

Asiento, intercambiamos y logro en un par de minutos calmar a Ana. Sus ojitos miel dejan de estar encharcados y lleva sus dedos a su boca. –Es muy extraño que llore, la más ruidosa suele ser Kara –comento viendo cómo Brad come algunas frutas y hace que la pequeña en sus brazos salte ligeramente.

–Está más que a gusto –dice pasándome el tazón de frutas–, igual que yo.

Su rostro es reflejo de todo lo que quiere decir. Este hombre es consciente de que mi vida incluye a dos bebés y está dispuesto a amarlas y cuidarlas. La calidez de su ternura me embarga y la necesidad de pasar más tiempo justo a él me embarga. Nunca antes había sentido el equilibrio que siento con él; sin peleas, juegos o provocaciones, sólo calma y estabilidad. Por primera vez el peso de la edad y a madurez llegan a mi vida, y sé perfectamente que esta nueva etapa ya no incluye la locura, el descontrol y los problemas de Zayn Malik.

Forever Troublemaker. [Terminada]Where stories live. Discover now