30 días de FredSagi.

day 14

"Esto se pondrá divertido"

Una castaña acomodaba el cabello de su portadora, definitivamente la aburrida vida de Frennie la aburría. Ella quería salir, divertirse, conocer personas, coquetear con chicos, ¡pero no podía!

Decidida a cometer una travesura, comenzó a caminar por los pasillos de la escuela. No le interesaba en lo más mínimo que su banda la estuviese esperando, ¡eran unos aburridos!

"Un grito de guerra daré, la puerta abriré y el mañana encontraré"

"¿Huh?" —ella se asombró. Nunca había escuchado una voz igual, ¿acaso era así como te recibían en el cielo?

Fascinada por la voz, se acercó lentamente a la sala de la cual provenía aquel canto para dar un vistazo.

"Para proteger deberás de saber sacrificar, aunque signi-"

"Vaya, pero qué sexy voz tienes"—la intrusa se recostó en la pared frente al peliazul.

"¿Hah?" —el chico de ojos verdes se sonrojó, lo había tomado por sorpresa— "¿Te conozco para que me hables así?"

"Oh disculpa cariño" —la chica, luego de soltar una risita, se acercó a él— "Me llamo Jennie, ¿cuál es tu nombre?"

"Llámame...Ben" —el asiático se separó de ella con la intención de espantarla, realmente lo ponía nervioso y no estaba listo para hacer amigos. Por lo menos no ahora.

"Menudo nombre para un chico como tú" —Luna se reiría ante la situación, Jennie era demasiado pequeña en comparación al muchacho, pero aún así lograba acorralarlo.

Decidido a tomar la iniciativa, Ben se puso de pie, tomó la mano de la intrusa y la llevó a la salida.

"Oye, no quiero sonar desagradable, pero estoy ocupado, así que te tienes que ir"

Jen rió ante su acto, era demasiado formal.

"Claro, nos vemos luego guapo" —ella le guiñó el ojo, provocando que el chico bufe y cierre la puerta.

"Al parecer hay personas interesantes"- Fran rió con las mejillas ruborizadas, para que a continuación se dirigió a explorar más pasillos.

Ben se tiró en el pequeño sofá del salón.

"Pero que personas tan confiadas"- el de ojos verdes lanzó una almohada al suelo. -"Tsk, genial y pensar que deberé toparme con esa chica"

El chico miró la puerta por unos segundos, para luego girar la cabeza frustrado.

"¡Pero que chica más vulgar!"- se repetía frustrado.

Aún con el sonrojo en sus mejillas.