- Armida...

- ¿Qué pasa? – dije extrañada por su tono

- Sabes que te quiero ¿Verdad?

- ¿Aarón? Claro que lo sé – me quedé quieta mirándolo

- Tengo que hablar contigo amor...

- ¿de qué? – me estaba poniendo muy nerviosa.

- Veras Armida, yo te quiero, de verdad que lo hago y quiero estar contigo, porque necesito estarlo y quiero que seas mia, pero ahora creo que tú tienes cosas más importantes que arreglar, me vas a tener, voy a estar ahí para ti pero creo que primero tienes que arreglar tus cosas, y luego centrarnos en nosotros ¿me entiendes?

- ¿me estas dejando? – un nudo se empezó a formar en mi garganta.

- No, solo te estoy dando espacio para que soluciones todas las cosas importantes.

- Pero tú eres importante para mí.

- Lo sé, pero a mi ya me tienes, no me tienes que arreglar, después de todo lo que has pasado creo que te mereces un descanso y pensar en ti misma y en como arreglar a tu hermana, yo te voy a ayudar Armida, voy a estar contigo de verdad te lo digo.

- No entiendo porque haces esto...

- Créeme que lo entenderás, necesitas dedicarte a tu familia Armida ahora mismo eres la que mejor esta de situación mental, todos están en una burbuja de depresión, necesitas ayudarlos, pero no conmigo quitándote espacio, parece egoísta pero no lo es.

- Sí que lo es, yo te necesito, necesito que me abraces y que me beses.

- Te puedo abrazar siempre que quieras y aun que me muerda de ganas de besarte en los labios puedo hacerlo en la frente o en la mejilla.

- ¡joder! Vaya mierda me acabas de soltar, encima te habrás quedado agusto, ¿no?

- Cuando veas a tu padre, creeme que vas a entender porque estoy haciendo esto Armida, ¡eres la única que puede salvar a tú familia! – dice mientras cruza los brazos.

- ¿y cuando todo se arregle? – pregunto mientras me seco las lagrimas de los ojos.

- Pues tendrás que esperar a que eso llegue para saberlo.

- ¿y si no se arregla? – dejare que me pegues una paliza y te comprare toda la comida basura que quieras.

- Eres un imbécil, ¿lo sabes?

- Sí, algo me habían dicho, pero... ¿sabes qué?

- Sorpréndeme...

- Este imbécil lo está haciendo por tu bien, porque te quiero, y porque quiero a tú familia, cariño... confío en ti y sé que eres lo suficientemente valiente como para enfrentarte a todo esto, confío en ti Armida, y yo voy a estar a tu lado, ¿vale?

- ¿te llevo? – dice mientras se acerca a mí.

- No... voy a conducir yo – me alejo de su lado pero él me agarra de la cintura – suéltame – susurro – los amigos y los ex no se cogen así.

- Bueno es que yo no soy ni tu amigo ni tu ex.

- ¿entonces que eres?

- Un novio en pausa, pero a veces podemos darle al play – me da la vuelta y me mira a los ojos.

- Esta bien, olvida la parte de que no te voy a dar besos, sigues siendo mi novia Armida, no te estoy dejando, solo te estoy dando espacio para que arregles las cosas ¿de acuerdo?

- Entonces... ¿sigues conmigo?

- Claro que si cariño, no te pienso dejar escapar más – me besa en los labios – ahora vamos, te acerco yo.

Después de esa conversación no se me quedo un mejor cuerpo, la verdad que Aarón podía ser muy raro a veces, sé lo que quería decir y en realidad se lo agradezco porque tener que arreglar a mi familia y tener que prestar atención por otro lado a él y a los estudios no estaba siendo tarea fácil, necesitaba alejarme de todo un poco, y él me había dado el primer paso en la mano, y por eso estaba enamorada de él, porque me entendía a la perfección.

Cuando entre al hotel donde estaba mi padre Aarón se quedo en el aparcamiento, esperándome a que terminara, solo esperaba que Luck estuviera solo, no me quería imaginar el panorama de verle con otra mujer que no fuera mi madre, llame a la puerta y oí pisadas al otro lado de la puerta.

- ¿Qué haces aquí? - ¡Joder! Jamás en mi vida había visto que mi padre diera tanto asco, estaba... ¿Qué cojones?

- Yo también me alegro de verte ¿qué te ha pasado? – dije mirándole de arriba abajo.

- Una pelea en un bar – se cruza de brazos y se apoya en la puerta, o sea que no me iba a invitar a pasar.

- Hueles mal, ¿has vuelto a fumar? – digo acercándome un poco a él.

- Solo uno o dos cigarrillos – mira al suelo porque está mintiendo.

- ¿por minuto? – dije cruzándome de brazos – porque hueles que hechas para atrás.

- Armida, ¿Qué quieres?

- ¿enserio? eres tan cobarde que huyes de casa dejándonos como una mierda, ¿te crees que eres el único que lo está pasando mal papá? Porque Olivia no habla desde que Axel desapareció y si habla es para preguntar si vas a volver a casa, tampoco come si no la llevo la comida a la habitación y me quedo allí hasta que prueba un poco, y mamá tampoco es que este para tirar flores, cada vez está más débil, no come tampoco si no se lo recuerdo, el médico ha dicho que no puede seguir en esas condiciones o el bebé y ella no superaran el parto, porque debe de coger peso. En casa no hay nada en el frigorífico porque siempre hacéis las compras tú o mamá, no tengo tiempo para estar de niñera y compaginarlo con los estudios y los exámenes finales, ¿Por qué estás aquí y no en casa?

- Porque no puedo miraros a la cara como si nada, todo ha pasado por mi culpa.

- No Luck, no te confundas – atraigo su atención.

- Es vuestro pasado, tuyo y de mamá, has querido protegernos y no te ha salido bien, pero estamos vivas, deja de pensar en que hubiera pasado, no seas un mierda que se martiriza por eso, porque creo que has pasado por cosas peores, tienes a gente que te quiere, estas aquí por elección propia no porque nadie te haya echado de casa, nadie te ha dicho que te vayas, y eso es la cosa más egoísta que estás haciendo, no nos merecemos esto, porque te queremos y no hay nada que perdonarte porque no tienes culpa de nada ¿entiendes? – se quedo en silencio, no dijo nada, las lagrimas no paraban de salir y el no se inmutaba.

- No voy a volver – dice enderezándose.

- Pues sigue haciendo el gilipollas por los bares hasta las tantas, mientras tu familia se hunde, eso sí que es de ser cobarde ¿Sabes? Me has decepcionado, creía que tenías un poco más de cabeza y de consideración, nada en casa está bien ¿y dónde está el supuesto hombre que cuida de su familia? ¿el que lo arregla todo? Un hombre afrontaría esto con dos cojones pero no, tu mejor huyes como un cobarde, me das pena y vergüenza, si les pasa algo a mamá, al bebé o a Olivia, eso sí que se te tiene que quedar grabado y sentirte como la mierda si llegara a pasar por lo menos tendrías un motivo para escapar como un cobarde.

No le di tiempo a que dijera nada más me di la vuelta y me fui por donde había venido, ya estaba todo dicho, ahora solo quedaba que recapacitara, ahora tengo que ir a reconstruir a mi hermana y a mi madre yo sola.


Ya no quiero vivir sin ti.Where stories live. Discover now