Unidos por el destino

Capítulo 26 -Los gemelos-

Narra Juliette:

En el sueño, algo me perseguía. Y yo corría. No sabía qué o quién me perseguía. No lo sabía, hasta que miré hacia atrás, y entre la oscuridad del bosque, vi unos ojos morados. Al saber, que seguramente, quién me perseguía era George Peterson, no me detuve. Seguí corriendo, pues había algo en mi interior, que decía que no era buena idea pararse. Que debía continuar corriendo. Y así lo hice.

Pero no pude seguir corriendo al toparme con un acantilado, así que me paré, y poco a poco me fui dando la vuelta. La distancia que nos separaba entre George y yo era apenas de dos metros. Dio un paso más. Alargó su mano hacia mí, pero una silueta negra de una persona salió de entre los arbustos y se tiró encima de George, acorralándolo en el suelo. La silueta negra no se le vía apenas, pues iba vestido de negro, y una capucha le tapaba el rostro y el cabello. La silueta sacó de su cinturón una espada plateada y se la clavó a George.

Grité.

Y George desapareció, disolviéndose en miles de gotitas brillantes de polvo.

La silueta se giró hacia mí al oírme gritar, su cara de era de un total asombro. Pues me miraba anonado, ya que era un chico.

Aunque no podría decir quién tenía la boca más abierta de los dos en ese momento, pues, el chico de cabello marrón y ojos del color del chocolate me miraba. Ese chico debía ser una réplica exacta de George Peterson, pero él no era George, no. Yo había visto a ese chico clavarle la espada a George...

Ahí debía haber un error.

O alguien mentía.

Fui a abrir la boca para hablar, para preguntarle a aquel chico que estaba pasando, pero me desperté del sueño.

Y abrí los ojos.

La fuerza de la realidad vino en ese momento, pues ante mí, tenía a una Olivia preocupada, que no paraba de repetir mi nombre.

-¿Juliette? ¿Juliette? ¿Juliette, estás bien? -Me preguntó.

-¿Qué ha... pasado? -Me llevé una mano a la cabeza, me dolía bastante.

-Hemos llegado al mundo de los sueños y te has desmayado nada más aparecer en esta sala... -Murmuró la chica señalando a su alrededor. Olivia me ayudó a ponerme de pie. Marine se acercó corriendo hacia mí.

-¿Has soñado algo...? -Me preguntó alzando la voz, como si algo no fuése bien.

-Sí... -Susurré. Todavía me acordaba de como habían aparecido dos chicos exactamente iguales, y como uno, atravesaba con una espada al otro.

Ante mi respuesta, Isabelle dejó de hablar con un hombre que había por allí, y se acercó.

-¿Qué ocurría en... ese sueño? -Me preguntó Isabelle, algo impaciente por la respuesta, como estaban todos los demás.

-No... no sé bien... qué significa... -Tartamudeé por la presión del momento. -Yo... corría por un bosque, alguien me perseguía. Ese alguien era George... pero de pronto me topé con un acantilado, estaba acorralada, pero en ese justo instante, de entre los arbustos salió otro George... y le clavó una espada plateada al George que momentos antes había estado persiguiéndome... No entiendo...

-¿El George que te perseguía... tenía los ojos iluminados de morado? -Me preguntó Isabelle, yo asentí lentamente. La cara de Isabelle pasó al blanco, parecía estar asustada.

-¿Y el otro George? El de la espada. ¿Cómo era? -Me preguntó Marine.

-Exactamente igual que el George que me perseguía, excepto por que no tenía los ojos iluminados en un morado intenso... sus ojos eran aparentemente normales... excepto la ropa... la de ese George era completamente de color negro... Pero la del George que me perseguía era morada. -Expliqué, todos contuvieron el aliento ante mis palabras.