Capítulo 17 -La tiara morada-

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Narra Claire:

-A ver, a ver, a ver... -Intenté asumir todo lo que me había dicho Henry acerca del mundo de las sueños. -¿Entonces... si yo soy la cazadora de sueños de Vanni por que él es mi Nargge, él es mi precepto?

-No... -Suspiró Henry. –Son cosas totalmente diferentes. Un precepto te guía y te ayuda durante tu estancia en The Academy Maxime, tu nargge es para siempre.

-¿Y quién es mi precepto? –Le pregunté.

-Supuestamente alguien de cuarto año. Tu precepto siempre será alguien de un curso por delante al tuyo, y tu nargge siempre será de tu mismo curso.

-¿Y por qué tú no eres mi Nargge? –Le pregunté, y él se empezó a reír, echando la cabeza hacia atrás. Observé cómo se le formaban unos hoyuelos en el rostro mientras reía.

-Por que yo ya tengo Cazadora de sueños. –Me contestó.

-¿Quién es? –Le pregunté.

-Una chica... -Respondió él. –Es un caso especial por que ella es de cuarto, y yo de tercero, pero es que cuando me la asignaron, no había casi cazadores de sueños de nuestra edad, además ella es mi precepto.

-¿Cómo se llama? –Volví a preguntarle. Tenía muchas dudas. Necesitaba que Henry me las respondiera. Él podría saber dónde estaba mi hermana.

-Marine. –Y Henry comenzó a dibujar corazones en el suelo. –Es mi novia.

Narra Logan:

Avancé rápidamente por los pasillos, hacia mi habitación. Por desgracia, el ir más rápido no evitó que lo que se suponía que no debía pasar, pasara.

Cesar estaba apoyado en la puerta de mi habitación, esperándome. Yo me quedé parado, ahí, en mitad del pasillo.

-Hola, O'conner. –Me saludó y comenzó a avanzar hacia mí, yo retrocedí.

-¿Qué... qué... haces aquí? –Tartamudeé nervioso.

-¿Te crees que después de lo del otro día te iba a dejar irte de rositas? ¡Por culpa de Daniel casi nos aplasta su puñetera masa negra de oscuridad!

-Bueno, pues eso deberías hablarlo con él, ¿no? –Le dije haciéndome sonar lo más razonable posible.

-Ya, pero Daniel... no es como tú. Él es un nargge, como yo... pero mucho más... fuerte. Yo saldría mal parado, en cambio, tú eres su mejor amigo, y... eres un cazador de sueños. –Su sonrisa me estaba empezando a dar miedo, además de que sus ojos empezaron a relucir de su color característico de nargge, el dorado.

-¿Estás llamando débiles a los cazadores de sueños? –Insinué.

-Cállate. –Me dijo. –No sólo es por lo de Daniel... –Hizo una pausa y prosiguió. –Esa chica... Leslie.

-¿Leslie? ¿Qué pasa con Leslie?

-Es mía. –Dijo.

-Vale, pues toda tuya. –Le dije, y él se quedó mirándome impresionado.

-¿Acaso, no te gusta Leslie?

-Si me gusta, es una buena chica...

-Gilipollas, me refiero a que si... ¿Estás enamorado de ella?

-No. ¿Acaso debería estarlo? –Dije sin entender. Él soltó una carcajada.

-¡Qué bonito! ¡Un amor no correspondido!

-¿Un amor no correspondido? –Seguía sin entender. –Pero si yo no...

-Idiota, tú no. ¡Es ella! –Bramó Cesar, sus ojos relucían dorados, del color del oro, estaba rabioso.

Unidos por el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora