Capítulo 12 (PARTE 3) Una vieja historia de amor.

18 3 0
                                    

El tiempo paso y en vez de comprometernos a algo mayor, estuvimos unos meses conociéndonos mas profundamente, nuestros intereses, planes, lo que nos gustaba, cosas así. Eso no significaba que no nos besaramos ni nada solo que tratábamos de regularlo porque claro, aun no eramos una pareja.

Fue una noche en que Silver toco mi ventana, yo extrañado le deje pasar. Cuando estuvo adentro me entrego un ramo de rosas y pregunto si quería ser mi novio, encantado respondió que si besandole. Al rato nos fuimos a dormir, no, no a hacer cosas cochinas. A dormir, pero dormíamos juntos lo que lo hacia especial, poder escuchar su corazón y sentir su calor era incomparable.

Paso el tiempo y nuestra relación avanzaba muy bien, había confianza, respeto y sobretodo amor. Silver se vino a vivir conmigo y como hay chicos que se van a vivir juntos por que son "amigos" nadie sospechó de nada. Tuvimos que aprender a convivir, lo que trajo algunas riñas entre ambos pero nada que un "lo siento" no arreglara. Al final todo nos estaba saliendo bien. Claro, no todo es perfecto, yo empecé a hacer tratos con algunos tipos de plata para robar dinero de distintos sectores, decían que yo era muy silencioso y rápido para el tema. Y claro, recibía una buena suma de lo que hurtabamos, por lo cual me les uní, yo aún no era tan adinerado como los que mandaban a sus ratas a robar, debía ir yo mismo al lugar y a la acción, no me complicaba de todas formas, era bueno escondiéndome y con la pistola. Estaba preocupado ya que Silver me conversaba de varios robos que hubieron en los últimos días, debía atraparlos porque era muchísima plata pérdida. Eso me asusto. No quería que Silver se vaya a meter en ese tema, los tipos con los que trato no son nada inofensivos al contrario, matarían a quien se les pase por delante, pero tampoco podía exponerme yo, Silver me odiaría. Simplemente decía "Ten mucho cuidado amor, no quiero que te pase nada" él me sonreía y decía que nada malo le pasaría terminando con un besito en mi frente. Es tan dulce.

Pero todo se acabo una noche. Le dije a Silver que debía hacer un trabajo de ultima hora, el aceptó y me dio un beso de despedida, odie tener que mentirle ya que en verdad debía ayudar a unos tipos con el robo de una bodega. Fui hacia ya de la forma más discreta posible, no me podía ver nadie. Al llegar me encontré con los mismo idiotas de siempre, nos organizamos y yo con otra más nos quedaríamos a hacer guardia afuera. Mientras otros tres tipos abrían el interior de la bodega. Paso un rato y todo estaba tranquilo los tipos de allá adentro decían que era mucha plata, se tardarían en guardarla tampoco era importante, no habla apuro. Eso creí. De repente mi compañero recibió un disparo en el muslo, me sobresalte, el tipo se apareció y mi corazón se paro. Era Silver. ¿Me habría seguido? ¿Sabe que soy yo? Las manos me temblaban y los gritos de "¡DISPARALE!" de mi compañero me acobardaban, termine por disparar a la pierna de mi novio. Silver cayo herido soltando su arma, hací que me apresure a alejarla de él. Tenia la pistola sobre su cabeza mi mente estaba por explotar "El poder o Silver", ya sabes el final. Acabe con mi hombre pensando que sería lo mejor. También sabes que paso después, me volví un maniático y matar era lo único que satisfacía mi dolor.

Rose termino su historia abrazando sus piernas y mirando hacia abajo.

—Desearía que las cosas no hubieran terminado así —susurro.

Me acerque a él y acaricie su cabello, se que esto no debe ser para nada fácil de superar. Perder al que más amamos debe ser duró y mucho peor si uno mismo acaba con ellos. Vacile un poco hasta que mis ideas y preguntas volaron, ¿Por qué soñé yo con Silver? Si ni sabía de su existencia, es extraño ¿Puede ser una señal? Dios no lo había pensado, no pierdo nada en decirle a Rose.

—Oye, oye —moví al chico para que me mirara—, ¿No lo has pensado? Porque yo soñé con Silver ¿eh? Tu y yo sabemos que no sabia nada de él, es raro, puede ser una señal Rose.

Vi como sus ojos se llenaron de esperanza y miedo.

—Tienes razón, pero ¿Qué quiere decir?

—Mhh... No lo se. Sólo debemos esperar ya veras que todo saldrá bien —sonreí y él me abrazo.

—Gracias... —murmuro —ven ya debes irte a dormir, tienes clases mañana.

—Esta bien —me recoste sobre la cama con Rose al lado, quien volvió a abrazar mi peluche —. Buenas noches tonto.

—Buenas noches cara de poto.

Reí.

Antes de caer dormida, pensé en Silver y Rose. Ahora puedo decir que oficialmente tengo un amigo gay.

Fin del capitulo 12.

Un juego entre muertos. Where stories live. Discover now