Un juego entre muertos.

Capitulo 3.

-¿Quieres caminar?... O sea lo digo porque tengo que llegar a casa -pregunté en voz baja.

-Esta bien.

Caminamos a un paso normal. Rose estaba a mi derecha observando los alrededores con atención.

-Todo a cambiado mucho ¿No?.

Dijo.

-¿A qué te refieres?

-Oh, lo digo por la vida que llevan ahora. Tan diferente a como la conocía -vio pasar un auto antes de seguir hablando -eso por ejemplo, en mi época esa cosa era una chatarra, miralo ahora.

Rió.

-Suenas como un abuelo -bromee.

-Si, tal vez -me sonrió entregandome confianza.

El camino a casa fue bastante divertido, el chico solía preguntarme cosas y podíamos bromear con ellas. Obvio que yo tenia en mente el hecho de que estaba hablando con la nada misma visto desde los ojos de un tercero. Cada vez que pasábamos al lado de una persona callabamos.

O bueno, hubiera personas o no, yo hablaba bastante bajito.

Al llegar a mi hogar, deje pasar a Rose, quien me dio las gracias.

Entramos acomodando mi mochila sobre el sofá. El almuerzo estaba servido, eran fideos con salsa.

-Hola hija -saludo mi abuela -¿Cómo te fue?

-Bien -mostré una sonrisa. Estaba tan acostumbrada a mentir con esta pregunta -voy a lavarme las manos para comer.

Me dirigí por el pasillo al baño. Rose me seguía. Ya ahí abrí la llave del agua, eche jabón sobre mis manos sumergiendolas en el agua.

-¿Qué hago mientras comes? -pregunto.

Seque mis manos y tome mi celular. Entre a notas y escribí. El chico miraba el aparato extrañado.

"Quedate sentado en el sofá, no me demorare"

Rose leyó el texto y afirmó con la cabeza.

-Después me dirás que es eso -pidió.

"Ok"

Salí del baño a almorzar.

***

-Gracias mami -agradecí limpiandome la boca. Ya había terminado.

Me levante de la mesa con el plato en mano dejándolo sobre el lavaplatos.

Salí de la cocina fijando mi mirada en Rose. Se miraba los zapatos (gastados; como toda su ropa). Me senté a su lado sacando el móvil.

"¿Estas aburrido?"

Escribí.

-Bastante -respondió.

"¿Qué quieres hacer?"

-No tengo nada en mente -suspiró.

"¿Quieres ver vídeos conmigo?"

-Bueno.

Lo guíe a mi habitación (que solía ser de mi prima mayor, pero ya se fue de casa) nos sentamos sobre la cama y empezamos nuestra tarde de entretenimiento barato. Veíamos cosas de todo tipo, sobre música, información, estupideces. De todo. Rose no parecía conocer la gran mayoría de estas. Me preguntaba muchas cosas referente al tema de los vídeos. Era como tener a un Neandertal al lado pero obvio, mucho más lindo.

Así se nos pasó el día. Entre preguntas, vídeos y algunas risas.

-Ya son las ocho de la tarde -dije sorprendida. El tiempo había pasado muy rápido -Mis padres llegarán pronto.