HOY ES EL GRAN DÍA

Diciembre 23 de 2013 Destrucción

Quiero dar las gracias a Mitzy y a su hermana Carolina por su ayuda en este capítulo y su mayor disponibilidad para
colaborar, gracias.

ADVERTENCIA

Si eres una persona sencible o de estomago debil, te sugiero que la parte que esta dentro de los asteriscos( * ) no lo leas.
Lo digo para no afectar a mis lectores sencibles.
Gracias por tu comprensión.
Sin más que decir, empecemos.

Me duele el cuello. La boca me sabe a cenizas. ¿Que pasó ayer? No recuerdo nada desde aquel vaso.

¿Dónde estoy? ¿Quién es esta chica? Dioses ¿Qué he hecho? ¿Qué hora es? Tengo que salir de aquí. Este cuarto huele a mierda.

¿Dónde está la salida?

Creo que es por este pasillo pequeño,  se mueve mucho ¡Quédate quieto pasillo!

¡Ah! por fin aire puro, ¿Qué es este lugar?

Veo edificios viejos. Un gran árbol a medio caer con su tronco seco y algunas hojas. Bajo el árbol, un auto oxidado y a un lado otro completamente nuevo.

-¡Taxi! Lléveme a mi casa.-

- ¿Cómo que no conoce mi casa?-

- Ah claro. Tú no eres el mismo chofer. Bueno lléveme.-

El paisaje es bello. Es la primera vez que me detengo a observarlo. El rio, las aves, el aire fresco. Todo es muy bello.

-Aquí está bien. Guarde el cambio.-

Al fin en casa. Quiero dormir sin problema alguno.

-¡Ay má! No grites que me duele la cabeza.-

-¡Que no grites! ¿Cómo?-

- Yo llego a la hora que quiero.-

-¿Quién te dice que no duermas? Al menos yo no.-

-Ya mamá, no vuelvo a tomar más. ¿Qué me vas a hacer si vuelvo a tomar? Pues un rico caldito.-

- Ay má solo era una broma. Mami deja de moverte de un lado a otro que me mareas. Sabes má, me voy a dormir. ¿qué dices? No te escucho bien, no, no me esperes. Váyanse. Que no má. Rápido, te ayudo a hacer las maletas. Vayan, vayan. Yo me las arreglo aquí solo.

-¡Vayan ya!-

Hasta que se ha ido. No entiendo que gana con querer esperarme. Se atrasará más. Es mejor que se vaya.

Ya he descansado. Saldré a dar un paseo para recuperar energías. Hoy es  viernes de soltero, y volveré a beber. Camino con toda tranquilidad por las calles de la ciudad. ¿Qué es esa multitud de personas reunidas en una esquina? Yo jamás me acerco a esos grupos, pero  creo hoy la curiosidad ha ganado. Al final ¿quién me va a decir algo?.

Al hacer con torpeza a un lado a la multitud me quedé mudo ante lo que me encuentro. Un accidente automovilístico, pero no era cualquier accidente. En este, estaba involucrada mi familia.

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Avance poco a poco y vi a mi madre en la llanta trasera, partida a la mitad, con los ojos salidos de la cara, sangre saliendo por todos sus orificios, el brazo izquierdo como carne molida, las piernas arriba de las llantas y el pecho bajo ellas. Completamente sorprendido, no supe que decir y mucho menos reaccionar ante aquella imagen. Solo seguí caminando un poco más y di con mi hermana. Partes de sus intestinos salidos, el rostro partido a la mitad, las piernas rotas como si fueran palillos chinos, sus brazos separados del cuerpo. Misma sorpresa y misma reacción, hasta que di la vuelta y observé el otro lado del camión y vi lo que temía. Ella estaba  ahí.  Ese inocente cuerpecito, su pequeña cabecita bajo la llanta, aplastada como si una aplanadora hubiera pasado sobre ella Y evidentes marcas de haber sido arrastrada por varios metros y la sangre chorreando como grifo sin cerrar.

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Ver así a mi hija. Mi hijita. Un pequeño cuerpecito ese pequeño pedacito de mi ser y mi razón de vivir. Ver a toda mi familia de esa forma me deja en  shock. Durante unos eternos y largos quince segundos no pude decir nada. De pronto, mi cuerpo se sintió débil, la vista se volvió negra y las piernas se debilitaron tanto que me arrodille, frente al cuerpecito de mi hijita, lo alcé y liberé de mi pecho un grito desgarrador que había estado conteniendo.

-¡Noooooooooooooooo! No, no, no, no, no. Nooooooo mi hijita no, no, no ella no-

Era todo lo que podía decir mientras acariciaba su pequeño cuerpecito de tan solo un añito.

-¡Nooooooooooooooooo! ¿Por qué? Maldición ¿por qué? No, no, no, tú no mi hijita nooooo, perdoname, perdoname mi amor, perdoname, no debi dejarlas ir, no, ¿por qué ustedes? ¿por qué las deje ir? No...o...no..no...no no me dejen, no, ahora no.-

-¡NO, NO ME VOY A APARTAR! ¡SON MI FAMILIA!-

-¡QUÉ ME SUELTES! ¡NO ME VOY A ALEJAR! ¡DEJALA, ES MI HIJA JODER! es mi hijita, es mi hijita-

Llorando abrazo su cuerpecito a mi pecho, sin querer soltarlo nunca y preguntándome el por qué las deje ir.

Mi pequeña, mi corazoncito. El único motivo de vivir, ella era mi todo, mi mundo, ¿de qué sirve vivir si ella no está?

Las lágrimas caen sin control, nada me importa. Solo quiero y deseo poder hacer algo para retroceder el tiempo y evitar que salgan de casa. Abrazarlas y no despegarme de ellas, de mi  madre, mi hermana, y mi pequeñita hijita. Solo deseo que esto sea solo un sueño.
¿Porqué no las detuve? ¿por qué?

TODO ES CULPA MIA, TODO ES CULPA MIA