45. El Nuevo Despertar

4.8M 249K 297K
                                    

- 45 -

Una sensación de calidez y plenitud me invade cuando abro mis ojos para encontrarme a Ares dormido a mi lado. Algo tan simple como que el sea lo primero que veo cuando me despierto puede causar tantas emociones en mi, me hace suspirar y sonreír como una idiota.

Esta acostado sobre su espalda, su rostro ligeramente girado hacia mi. Su cabello negro esta desordenado, sus largas pestañas acarician sus pómulos. Él es tan hermoso, pero siento que ya he traspasado más allá de su apariencia, he visto el chico detrás de ese físico tan perfecto. El chico que no sabe manejar sus emociones, que trata de no mostrar debilidad ante nadie, que se muestra juguetón cuando no esta seguro de que hacer o frío cuando se siente propenso a ser herido.

Cualquier que conozca a Ares por primera vez, diría que él es chico perfecto.

Cuando en realidad, para mi, él ha sido como una cebolla.

Lo se, extraña elección de palabras, sin embargo, muy apropiada. Ares tiene varias capas, justo como una cebolla, con tiempo y paciencia las he ido pelando hasta llegar al chico dulce que me dijo que me amaba anoche.

No pude decirle que yo también lo amaba, ¿Por qué? Esa lucha interminable para llegar al corazón de Ares, me causó muchas heridas, cada capa que pelaba, perdía un pedazo de mi, de mis creencias, de mi amor por mi misma. Aún hay heridas que no han sanado. Y hay una parte de mi que esta muy molesta, no con él, sino conmigo misma por todo lo que me permití perder con él.

No debería estar aquí, debería haberlo mandado a la mierda hace mucho. Sin embargo, no puedo mandar en mi corazón, no puedo mentir y decir que ya no siento nada por él, que no siento cosquillas en mi estomago y dejo de respirar cuando él me mira con esos ojos tan alucinantes que tiene. No puedo decir que no me siento completamente feliz despertando a su lado.

Estupido amor.

El tatuaje del dragon se ve tan bien sobre su suave piel. Inquieta, levanto mi mano y trazo con mi dedo su tatuaje. Mis ojos bajan por su brazo y no puedo evitar observar sus abdominales. En algún momento de la noche, Ares se quitó la bata de baño quedando solo en boxers y la verdad no me quejo. La sabana solo lo cubre de la cintura para abajo, me siento como una pervertida lamiendo mis labios.

Mis hormonas están por los aires, la verdad es que sino fuera por el hecho de que Ares lucía muy deprimido anoche, no lo habría dejado quedarse, esto es demasiada tentación para mi pobre ser. Me quedo mirando sus labios y recuerdo aquella noche que me hizo sexo oral en su cama, como apreté las sabanas a mis costados, como gemí, como se sintió.

¡Basta, Raquel! Vas a terminar violandolo.

1... 2...3

Vamos, auto-control, necesito que te recargues.

Mentalmente abofeteando mis hormonas, retracto mi mano, y suspiro. Esto va a ser mucho más difícil de lo que pensé. Ares es demasiado provocativo para mi gusto, hasta dormido, ni siquiera tiene que esforzarse.

Me pongo cómoda, descansando mi cara sobre mi mano para obsérvalo como la acosadora que soy.

Y entonces, el abre sus ojos, sorprendiéndome. Madre mía, que ojazos tiene, la luz del día se refleja en ellos y teniéndolo tan cerca puedo ver lo profundo y bonito que es el azul de sus ojos.

Me quedo quieta, esperando su reacción. Ares no ha sido el mejor en cuestiones de despertarnos juntos, ha huido ambas veces, nunca hemos estado así, literalmente despertando frente al otro. Así que me preparo para lo peor.

Mi madre siempre dice que los pesimistas viven mejor la vida porque siempre están preparados para lo peor, y cuando lo peor no pasa, la alegría es doble.

A Través De Mi Ventana ✔️[En librerías]Where stories live. Discover now