Yo me quería morir. Pero sólo dormí, ya que es como morir pero solo por un rato.
Dormí hasta que los pajaros me despertaron pidiéndome disculpas por perderse en mis oídos. Los pájaros emigraron en busca de un temporal agradable. Dejándome en tierra, sola.
Cité a un psicópata que una vez me dijo:
"a veces envidio a los pájaros, ya que ellos tienen la posibilidad de salir volando cuando la cosa se pone fea"
Y desde entonces intento volar.
