Capítulo 2

2K 135 80
                                    

"Mi nuevo hogar"

Cuando oí aquellas palabras, retrocedí, debía ser una broma o tal vez estoy exagerando, ese señor debe tener un corazón bueno como para acojer a un niño como yo en su hogar. Lo ví a los ojos, estaban expectante ante mi respuesta, pero aún estaba en trance.

-Yo... ¿Por que desea hacerse cargo de mi, señor?-Cuestioné dudoso, pero alegre al fin y al cabo.

-Como recompensa por casi haberte matado-Respondió indiferente.

-Pero si yo tuve la culpa-En verdad que estaba confuso. El desconocido se inclinó hasta quedar a mi altura y sonrió levemente.

-Vamos, no desaproveches esta oportunidad de tener un hogar pequeño, prometo que yo cuidaré de ti.

Debía admitir que eran las palabras que siempre soñé escuchar cuando estaba en aquel orfanato, no pude evitar sonreír y abrazarlo, sentí su cuerpo tensarse, me alejé inmediatamente, recordé mi aspecto, estaba sucio y mojado.

-Yo... Yo, discúlpeme, es que... No puedo creer lo que me está diciendo- Confesé realmente apenado, sentí una mano desparramar mi cabello despeinado.

-Ven, vamos-Sonrió y me tomó desprevenido, cogiéndome de la mano y me llevó a la limusina. Me quedé estupefacto a lo elegante y precioso que era en el interior. Los asientos forrado de un cuero rojo y las cortinas que cubría las ventanas, eran del mismo color. Hizo un ademán y deduje que me estaba invitando a entrar, así lo hice. Él se sentó cerca de mi y sin borrar aquella sonrisa me atrajo a su cuerpo.

-Disculpe señor, pero, estoy muy sucio y...-Me calló poniendo un dedo en mis labios, acto que me estremeció.

-No pasa nada, Hisashi. No tengas pena y siéntate en mis piernas-Accedí a su petición y me acomodé en ellas mientras él, sujetaba mis caderas de manera firme y posesiva, me impresioné por eso.

-Dime pequeño...-Comenzó a acariciar mi rostro, despejando mi frente de mis cabellos-¿Que hacías solo y en la calle?-Dijo sin dejar de mirar mis ojos con esa expresión seria y hasta penetrante, me acojoné un poco. Desvíe la mirada, no podía mantenerla, es como, si quisiera ver más allá de mi alma.

Temí esa pregunta y escondí mis ojos entre las hebras de mi fleco.

-Yo...-Pausé, no quería hablar, no quería decirle que escapé del orfanato, si lo decía tal vez me regresaría allí.

-No lo haré-Me exalté ante esas palabras, lo miré asombrado ¿Como se dió cuenta? ¿Acaso leyó mi mente?

-¿Eh..?- Fue lo único que pronuncié.

-¿Piensas contestar a mi pregunta?-Dijo pero esta vez más severo.

-Escapé del orfanato.

-¿Cual de todos, pequeño?- Sonrió, tal vez para hacerme entrar en confianza.

-El, el orfanato San Rafael.

-Ya veo-Musitó mirando el paisaje atraves de la ventanilla-¿Que edad tienes?

-Nueve, nueve años Señor Sakamaki y por favor, tan solo llámeme por mi sobrenombre, Zuo-Murmuré.

El novio sacrificio (Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora