Dime, ¿es esto la libertad, cariño? Persiguiendo el peligro, haciendo que mi corazón se rompa. Quizás si las estrellas se alinearan, quizás si nuestros mundos colisionasen, quizás en el lado oscuro, podríamos estar juntos. Quizás a un millón de mill...
Las semanas pasaban y las cosas seguían... normal. Sofía había dejado de molestarlos tal como se lo había pedido Rubén.
Eran las dos de la madrugada cuando Mangel se despertó, no encontrando a su novio a su lado. Suspiró, pensando que quizás Rubén estaba en el baño así que no se desespero. Pero los minutos pasaban y Rubén no volvía a la cama, haciendo que el moreno se preguntará qué estaría haciendo su pareja.
Se levantó y el frío automáticamente le pegó, pero no le importaba, sólo quería ver a Rubén.
Lo encontró en la sala, observando una esquina. Al principio le pareció raro pero luego, a medida que se iba acercando más y más, empezó a sentir miedo.
— ¿Amor?—susurró Mangel, tocando el hombro del castaño.
Los ojos verdes de Rubén lo miraron, pero había algo raro en ellos, estaban más oscuros y la mueca seria del castaño le hacía entender a Mangel que algo estaba pasando.
—Mereces morir—dijo Rubén para alzar algo brillante y filoso en su mano. Mangel logró parar el brazo del castaño frunciendo el ceño, viendo el cuchillo en la mano de su novio.
— ¿Qué coño te pasa?—dijo éste mientras trataba de hacer que Rubén soltara el cuchillo.
—No eres él, no eres mi Mangel. Eres un impostor.
—Soy Mangel, amor, estoy aquí—pero aún así Rubén trataba de zafarse del agarre del moreno.
—No, no eres Mangel. Mi Mangel está muerto—Rubén empezó a negar con la cabeza—. Tú eres un impostor, no eres...
Rubén no pudo seguir hablando porque Mangel le calló con un beso. Haciendo que el castaño se sorprendiera y soltará el cuchillo, Mangel lo pateo lejos, lo que menos esperaba ahora era un puto accidente o que Rubén se hiciera daño a sí mismo.
—Soy Mangel—murmuró mientras apoyaba su frente en la del castaño—. Soy tú Mangel. Soy aquel chico que conociste por internet, con el que jugabas, con el que hacías skype, con el que te fuiste a vivir. Soy el Mangel que ha estado enamorado de ti toda su vida. Soy tú "Mahe".
—Mangel—Rubén suspiró y acto seguido se lanzó a los brazos del moreno para abrazarlo, Mangel pudo escuchar los sollozos que lanzaba Rubén contra su cuello.
Mangel lo tomó en sus brazos para llevarlo a su habitación y lo depositó en la cama, mirando como el castaño se quedaba dormido poco a poco.
El moreno sabía que algo estaba pasando en la mente de aquel muchacho y le daba impotencia no poder hacer nada. Pero lo que Mangel no sabía es que, poco a poco, Rubén iba calmándose a medida que él estaba a su lado, porque Mangel era el único que lograba traerlo a la realidad.
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Ya sé qué es corto, es cortisimo a decir verdad, pero necesitaba escribir esto. Probablemente a la noche les subo otro, compensando lo corto que es este.
Sé qué les había dicho que el capítulo lo iba a subir ayer, pero me sentía medio triste y no podía escribir, me saldría algo muy deprimente y no quería ya que no es lo que tenía pensado. Pero bueno, hoy ya estoy mejor y finalmente lo hice como quería. Gracias por entender que a veces una tiene sus malos días y necesita espacio, son lo mejor <3.
