-          ¡ROSE! - en menos de unos segundos el espejo, piso, mi rostro y ropa estaba completamente cubiertos por esta sustancia negra

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-          ¡ROSE! - en menos de unos segundos el espejo, piso, mi rostro y ropa estaba completamente cubiertos por esta sustancia negra.

Rose vino hacia mi corriendo agachándose a mi lado mientras yo aún tosía, la sustancia me estaba ahogando, respirar era imposible.

-          Emma tienes que tranquilizarte, sé que es difícil. Necesito que lo intentes.

Mis manos se encontraban cubiertas de la sustancia, mi cabello también y ahora también la ropa de Rose se encontraba manchada.

-          Emma escúchame, tu cuerpo esta eliminado la sangre envenenada, tienes que expulsarlo todo, ahora.

Sentía como mi mente trabajaba a mil por hora intentando encontrar una manera para salir ilesa de esta situación, miles de escenarios se creaban cada micro-segundo en mi mente, pero muy dentro de mi sabía que no iba a morir, es extraño describirlo, pero sabía que mi cuerpo solo estaba sanándose, nada sería sencillo, menos eliminar litros de sangre envenenada de color negro, caliente y viscosa de mi cuerpo.

Mi respiración eventualmente comenzó a regularse y mi cuerpo empezó a temblar, pero ya no expulsaba la sangre, ya no tosía. Eso era mejor. Rose me miraba con miedo, y no podía culparla, la situación debía ser aterradora e impotente, sentirlo es una cosa, pero verlo es otra completamente diferente, simplemente sentada ahí, junto a mí, viendo como mi cuerpo se ahogaba al intentar expulsar lo que me estaba matando.

-          ¿Estas mejor? - la preocupación era notable en su voz. Asentí como modo de respuesta para después, con su ayuda levantarme del suelo.

Mis zapatos se quedaban pegados al piso por la sustancia, era como petróleo dentro de mí. Realmente asqueroso y repugnante el pensar que eso circulaba diariamente por mis venas y ahora se encontraba en mi garganta, boca, rostro y toda superficie que estuvo expuesta a mí.

-          Tienes que tomar una ducha antes de que Aiden llegue...-miro su delicado reloj ahora sucio. -  en un par de horas. Te buscaré ropa nueva y llamare al equipo de limpieza para que empiece cuando tu salgas de la ducha.

Y con eso salió del baño, cerrando la puerta detrás de ella, dejándome sola. Comencé a quitar la pegajosa ropa de mi cuerpo para finalizar con mis zapatos.

Camino en puntas hasta la ducha y abro el grifo haciendo que el agua comience a caer, cierro la puerta corrediza y me coloco debajo de la lluvia de agua artificial.

Miro hacia mis pies viendo como el agua que corría por el piso de cerámica se transformaba al pasar por mi cuerpo, de cristalina a totalmente oscura.

Tomo el jabón de baño y limpio mi cuerpo, hago lo mismo con el shampoo y acondicionador en mi cabello.

Cierro los ojos al imaginarme la escena nuevamente, respiro profundo, abro los ojos para cerrar el grifo y abrir la puerta de la ducha. Con cuidado de no tocar el piso sucio me dirijo al tocador y tomo mi cepillo de dientes, al tenerlo salgo del baño y voy hacia la cama donde descansa la ropa que Rose había elegido para mí.

INMORTAL ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora