51. El mundo contra mi.

2.3K 110 0
                                    

51.

El mundo contra mi.

Mis cabeza dio a los muslos de mi madre y mis piernas se estiraron a las sillas que a esta hora nadie las ocupaba, mi madre lloraba y masajeaba mi pelo a mi se me partia el corazon observarla asi, unas cuantas lagrimas salieron de su rostro, aunque no entendia ¿porque? bob estaba bien, pero tambien tenia que conprender que ella lo amaba y se preocupaba.

Si jason estaba en el hospital, obvio que lloraria, y no pararia hasta que el saliera de este.

El sueño me cojio con sus garras y de un momento a otro no sabia cuando habia quedado totalmente dormida

- hija - senti un leve cosquilleo en mi oreja, un susurro apenas- hija despierta

Era la meliodosa apagada de la voz de mama, abri mis ojos lentamente y observe a mi mama que me observaba con lastima

- los siento por haberte echo dormir aqui

- estare donde tu estes - le sonrei- siempre te apoyare

La observe un momento y sus ojos demostraban que no habia dormido, sus grandes ojeras la delataban. Tambien note que habia llorado sus ojitos inchados y rojos me lo decian

- gracias hija - me dijo ella

Yo me trate de levantar pero aquellas incomodas sillas me habian dejado totalmente adolorida, mi columna estaba totalmente inmovil igual que mi cuello, me queje

- una enfermera me vino a decir que en un momento abririan la cafeteria y podriamos ir a comer algo y luego llegaria el doctor - dijo mama un poco mas relajada que anoche

Vi mi sandwich que estaba enfrebte mio; igual que un juego de naranja, apenas me lo pusieron enfrente huze una mala cara,

Mama solo miraba fijamente la mesa y tenia un yogurt entre sus dedos y la palma de sus manos

Baje la mirada y volvi  aver la comida, no queria ni un bocado, me sentia mal y no deseaba comer y peor a esta hora de la mañana, odiaba desayunar.

- ya tomaste tus pastillas? - pregunto mi mama sacandome de mis pensamientos y mirandome fijamente

Aquellas pastillas eran para que me suban el apetito y eran inmensas, ni me importaba tomarlas, otra era para que me nutra mas por todo lo que habia perdido

- no desde, ayer en el almuerzo y ahora estan en la casa

- si no quieres, no comas. No te obligare ya que no te has tomado las pastillas- buena idea.

- gracias - le sonrei

Saque el plato de delante de mi y lo empuje un poco hacia delante

- ya subamos que me dijeron que a las 8 llegaba el doctor y me diria lo que tenia tenia bob

Asenti.

***

El señor calvo de bata blanca estaba enfrente de nosotras, detras de un escritorio cafe, mama estaba en la silla de alado con una mirada de puro nerviosismo

Baje la mirada y observe que mis piernas se movian a un compas raro, la voz ronca de aquel viejo nos saco de nuestros pensamientos

- El señor Bob, ustedes deven ser la esposa y la hija... verdad?

- soy la hijastra - le dije dibujando una falsa sonrisa- nos podria decir que tiene?

- Bueno el señor bob tomaba unas pastillas para que no le aumentara una enfermedad donde la enfermedad va comiendo los organos, el solo lo antepone, pero no logra conbatir aquella enfermedad, el cancer avanza por todos los organos y las pastillas hace que no valla la enfermedad tan rapido, pero el problema es que ya la enfermedad llego a las corneas, haciendo que el se vuelva un poco ciego y si la enfermedad no se combate rapido puede llegar a los organos mas importantes

Mi corazon y mi alma se querian ir al piso, a mi mama se le escapo un sollozo  cada palabra de aquel hombre de bata blanca hacia que mi alma se quisiera salir, mi rostro se viro y la observe, esta estaba con sus manos en la boca envitando mas sollozos y sus lagrimas caian por sus delicadas mejillas como cascadas

Pobre Bob, para que el tome esas pastillas era porque sabia que tenia aquella enfermedad tan mala, cuanto dolor pudo haber tenido en sus corazon por los ultimos años y lo peor era que no queria contarle a mi mama para ahorrarle dolor

¿Como el mundo era tan malo conmigo?, hasta la gente que era cercana a mi sufria y lloraba, mi mama por mas mala mama que haiga sido no queria que tenga este dolor en su pecho.

Pobre bob, maldita fea enfermedad, una lagrima por el pobre bob salio de mis ojos

- disculpe... y que se hace para curar aquella enfermedad - dije, pregumtando, mi mama ni siquiera podia circular palabra

- la enfermedad se cura sacando el cancer de raiz, con operaciones y una gran recuperacion, y todas las medicinas y el viaje se necesita minimo cien mil dolares, por eso el señor no decia nada porque por mas que quisiera no podia hacerce las operaciones que solo se hacen en Europa, y no creo que tenga ese dinero, por eso solo toma aquellas pastillas que alargan su vida pero al igual sigue infectando su cuerpo pero mas lento.

Pobre bob, el no tenia esa cantidad de dinero, el tenia para su familia y vivir bien pero no para cien mil dolares, era demaciado dinero

Ni siquiera queriendo podia ayudarlo, era la cantidad de dinero que nunca en mi vida habia visto

Por eso bob tenia callada su enfermedad con aquel dibero nadie lo podia ayudar ni alguien que sea millonario.

Criminal.  (TERMINADA)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora