Capítulo 18: "Un plan extraviados"

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Yo estoy de acuerdo, dijo Krilín rápidamente mientras sus amigos reían.

Pues por mí no hay problema, dijeron Piccolo, Ten y Yamcha.

¿Por qué Milka no puede ir conmigo?, dijo Diecisiete.

Porque así lo dispuse yo y los dos involucrados al no haberse opuesto supongo que están de acuerdo, ¿no?, dijo Vegueta mirando a Milk y a Gokú.

No hay problema, dijeron Gokú y Milk a la vez.

Entonces a comprar nuestros boletos y que gane el mejor, dijo Vegueta sonriendo mientras se dirigía con Bulma a la boletería.

Vegui, tú y yo ya hemos entrado a ese juego y nos perdimos de la peor manera dentro, creo que demoramos más de dos horas, decía Bulma intrigada.

Por lo mismo, ya lo conocemos y ganaremos, además no se te olvide que gracias a este jueguito y de tanto estar aburridos esperando que alguien abra esa bendita puerta de la trampa donde caímos y venga a sacarnos, tú y yo terminamos confesando nuestros sentimientos, dijo Vegueta riendo.

No me digas que planeaste entrar a este juego para que....., decía Bulma sonriendo.

Si mujer, esos niños merecen ser felices, además tú y yo tenemos muchas cositas que platicar allá adentro, dijo Vegueta riendo.

¿No comprendo?, dijo Bulma recibiendo los boletos.

Ya lo sabrás mujer, dijo Vegueta riendo mientras se dirigían al lugar donde sus amigos se encontraban reunidos.

Mientras tanto:

Supongo te hubiese gustado entrar con Milius, decía Krilín.

Pues si, pero tu eres una buena compañía también, dijo Dieciocho sonriendo.

¿Entonces no te molesta entrar conmigo?, dijo Krilín.

No, claro que no, dijo Dieciocho sonriendo.

Vegueta le entrego sus boletos a sus amigos, cuando llego el turno de darle sus boletos a Gokú le dijo algo despacio: No olvides el lugar que te dije.

No, no lo olvidare, pero tú tampoco te olvides de esperarnos, dijo Gokú.

Claro que no tonto, tampoco quiero que tú princesa se asuste, dijo Vegueta riendo.

¿Y ustedes dos que tanto se secretean?, dijo Piccolo.

Nada insectos, mejor ubíquense en parejas y elijan la puerta que crean conveniente, dijo Vegueta riendo.

Los jóvenes eligieron su puerta y entraron corriendo a ella.

Gokú y Milk iban de la mano por la puerta que Vegueta le había indicado al joven de cabello alborotado.

Este lugar es muy oscuro Gokú, dijo Milk.

Si, lo sé muñequita, dijo Gokú prendiendo una pequeña lamparita que le habían dado para entrar.

La pelinegra al oír que el joven de cabello alborotado le dijo eso se sonrojo pero debido a la oscuridad del lugar ello paso desapercibido.

Los jóvenes caminaban y caminaban mientras más se adentraban el camino era más y más oscuro.

¿Creo qué es mejor que salgamos?, dijo Milk.

Si pero, ¿por dónde?, dijo Gokú alumbrando las diferentes puertas que habían a diferentes lados.

¿Estuvimos caminando en círculo?, dijo Milk alarmada.

Cálmate princesita, alguna de estas puertas tiene que llevarnos a la salida, decía Gokú siguiendo el plan de Vegueta mientras se acercaba a una de ellas.

¿Estamos extraviados?, dijo Milk preocupada.

No, no lo creo, en todo caso nos tienen que sacar de aquí, dijo Gokú sonriendo.

¿Cuál, escogemos?, dijo Milk mirando las puertas.

No lo sé, ¿tú cuál eliges?, dijo Gokú.

Está, dijo Milk señalando una de las puertas.

Entonces entremos, dijo Gokú tomando su mano y entrando por ella con la pelinegra.

Mientras tanto:

Los demás jóvenes estaban tan perdidos como Gokú y Milk.

No se supone que ya sabíamos el camino, decía Bulma riendo.

Pues se me olvido mujer, decía Vegueta sonriendo.

Ni modo mi Vegui, por lo visto tampoco ganaremos esta vez, decía Bulma abrazando al joven cabello de flama mientras se encontraban sentados en el piso.

Krilín y Dieciocho:

¿Y qué tal si intentamos con está?, decía la rubia abriendo otra de las puertas.

Está bien, dijo Krilín.

Tampoco es, decía la rubia sentándose en el piso ya dándose por vencida.

Soy un torpe, de seguro que si Milius estuviera aquí encontraría pronto la salida y no estarías así de preocupada, dijo Krilín mirando a la rubia.

No digas eso, mejor sentémonos aquí a platicar, a pesar de estar en el mismo gimnasio no hemos platicado mucho, así el tiempo se pasa más rápido y cuando sea el momento de que abran las puertas secretas de salida ni cuenta nos habremos dado, decía la rubia sonriendo.

Si tal vez tengas razón, dijo el calvo sentándose frente a la rubia.

Yamcha y Ten:

Oye Yamcha, ¿estas seguro que a esa ya entramos?, decía Ten.

Si amigo, aunque podemos entrar de nuevo por si se me olvido, decía riendo Yamcha mientras Ten movía la cabeza con resignación.

Piccolo y Diecisiete:

Esa es la salida, decía Diecisiete.

Si, si la es, corre Diecisiete, ese premio es nuestro, decía Piccolo riendo.

Los jóvenes salieron del laberinto pero para su mala suerte una pareja ya había salido antes que ellos.

Ni modo, por lo visto fuimos los primeros pero de nuestro grupo, porque otros ya salieron antes que nosotros, dijo riendo Piccolo.

Tendremos que esperarlos entonces, dijo Diecisiete dirigiéndose a un puesto de helados.

Milk y Gokú:

Una bella pelinegra tomaba en sus manos el agua que caía de una pileta artificial.

Que bonito lugar, decía Milk mirando el pasto verde y rosas que rodeaban la pileta.

Si no imagine que abría un lugar así en un laberinto, dijo Gokú sonriendo.

Creo que ahora si estamos extraviados, dijo Milk.

Pues no nos quedara más que esperar, dijo Gokú sentándose en el borde de la pileta.

Si tienes razón, dijo Milk sentándose junto a él.

¿Milk alguna vez te has enamorado cuando eras niña?, pregunto Gokú sorprendiendo a la pelinegra con su pregunta.

¿Qué?, dijo Milk sonrojada.

Yo hace algún tiempo conocí a una bella niña de la cuál me enamore...., decía Gokú mientras la pelinegra escuchaba atónita la confesión del joven de cabello alborotado.

"BUSCÁNDOLA"Where stories live. Discover now