Patty meets Andrea

7. Can't Save Myself

—Ni cariño ni nada mama, ¡¿Cómo se os ocurre dejar embarazada a Andrea?! Os dije que ya tendría hijos cuando me apeteciese ¡No tengo ninguna prisa!

Patty estaba cabreadísimo, Andrea nunca lo había visto gritar de esa manera, daba incluso miedo. Aunque el hecho de que solo llevara puestos los calzoncillos le hacía perder seriedad

—Ay Patty cariño, no te pongas así, tienes que admitir que ya iba siendo hora de procrear, nosotros solo te hemos dado un pequeño empujón. ¡Anda que no os van a salir unos hijos maravillosos de este embarazo!

Era la madre de Patty la que había hablado. Era una especie de bola irregular verde, con tres ojos en medio del cuerpo y un agujero alargado encima que Andrea supuso que sería la boca. Los dos seres que acaban de aparecer en su salón eran muy parecidos entre ellos ¿Cómo se lo haría Patty para diferenciarles?

—Espera ¿Has dicho hijos? ¿En plural? —Dijo Patty entre sorprendido y dudoso.

—Claro, de un solo embarazo alien pueden salir de 4 a 10 bebes. ¿No lo sabias?

— ¡¿10 hijos?! ¿De golpe? ¿Qué?

Era Andrea la última que había hablado. En una zancada se había levantado del sofá y se había colocado frente a las dos bolas verdes que se suponía que eran los padres de Patty.

— ¡A mí nadie me ha explicado nunca los embarazos de nuestra especie! Pero... yo soy hijo único como...

—Tu madre y yo tuvimos 7 hijos —Ahora era el padre de Patty el que hablaba— pero decidimos dejaros repartidos por el planeta tierra para asegurar la supervivencia de nuestra especie en caso de que pasase algo. Es una larga historia.

—Woooh ¿Me estáis diciendo que tengo 6 hermanos y no me lo habíais dicho? No me lo puedo creer—Se pasó la mano por el pelo y negó con la cabeza—Esta familia es increíble...

—2 hermanas y 4 hermanos para ser concretos. Se llaman Pati Pla, Lah Patry, Parry Styles, Pax Schneider, Patthew Daddario y Pilas O'brien.

Andrea contemplaba la escena con la boca abierta, eso parecía una de las telenovelas que veía su abuela.

— ¿Y nunca me dijisteis nada? Bueno, da igual, os he llamado para hablar del embarazo de Andrea ¿Cómo podemos interrumpirlo?

—Oye, —Contestó Andrea antes de que los aliens pudiesen responder— yo no he dicho que quiera abortar. Es más, quiero tener a tus hijos. —Le cogió las manos a Patty que la miraba perplejo—Nuestros hijos. Aunque sean 10, ya nos las apañaremos.

— ¿Estas segura? Yo también quiero tener hijos contigo pero... ¿No es un poco pronto?

—Patty, te quiero y quiero tener hijos contigo. Me da igual cuando. Lo digo en serio.

—Nosotros nos tenemos que ir, —Dijo la madre de Patty— si nos hubieses avisado con antelación nos quedaríamos más rato pero tenemos que hacer cosas en la nave espacial. ¡Estaremos pendientes de cómo va el embarazo!

Y todo seguido las bolas verdes desaparecieron del salón tal y como lo habían hecho para aparecer, con un sonido extraño y en cuestión de segundos.

— ¿Qué te parece si discutimos este tema mientras comemos algo? —Dijo de repente Patty.

Andrea le soltó las manos y las apoyó en el pecho desnudo de Patty.

—Me parece una idea genial pero primero tengo que ir a casa de mis padres a explicarles lo que pasó ayer en la boda y todo eso. ¿Vale?

Patty le dio un corto beso en los labios a Andrea.

—Vale, pero no tardes. —Sonrió.

                                             * * *

La charla con sus padres no había ido tan mal como pensaba. Nada más entrar por la puerta le cayó una bronca por todas las molestias que había supuesto su huida de la boda. Sus padres se habían encargado de pedir disculpas a todos los invitados y cancelar el resto de actividades. Pero luego, después de una larga charla, lo acabaron entendiendo, aunque probablemente se lo recordarían una y otra vez durante los próximos meses. Menos mal que no les había contado lo del embarazo, eso sería demasiado para ellos. Esperaría unas semanas más o hasta que se le empezase a notar la barriga y no lo pudiese ocultar.

Andrea sacó las llaves del bolso, las metió en la cerradura y lo que vio al abrir la puerta del piso donde había vivido los últimos meses ella sola la dejó impactada.

Patty se encontraba apoyado con una mano en uno de los marcos de una puerta. Estaba completamente desnudo a excepción de la gorra de Rasca & Pica que él sujetaba y que le tapaba su miembro. La miraba travieso.

— ¿Quieres ver mi tentáculo?

Andrea se habría empezado a reír de la situación si no fuese porque por alguna razón medio segundo después estaba respondiendo "Sí", tirando el bolso al suelo y corriendo al fondo de la habitación hacía Patty.

Con un pequeño salto se agarró al chico, rodeándole con brazos y piernas, cual koala. Patty soltó la gorra, que cayó al suelo, para agarrar a Andrea. Ahora si estaba completamente desnudo. Andrea sintió la presión de los labios de Patty. Se besaban con tal pasión, con tal ansia, que parecía que se fuesen a morir si se separaban. Patty bajó Andrea al suelo, sin separar sus bocas, con un movimiento rápido aunque algo torpe consiguió quitarle la chaqueta.

—Patty—Consiguió decir Andrea en un susurro al fin— ¿Me quieres dejar embarazada otra vez o qué?

Patty sonrió.

—Sí, pero esta vez vamos a hacerlo bien y como toca.

La espalda de Andrea tocó la pared. El chico metió las manos bajo la camiseta de la chica y le acarició la espalda. Un escalofrió de placer le recorrió la columna a Andrea.

—Uuuh with that body you got the right to get naughty!

Con la emoción de correr hacía Patty, Andrea no había cerrado la puerta y su vecino de al lado, Joe Jonas, les miraba desde el rellano con expresión divertida. Patty, que supuso que la frase iba por él, lanzó una mirada rápida hacía la puerta pero no le dio importancia, estaba concentrado en otras cosas más importantes.

Para cuando se quisieron dar cuenta estaban rodando por el sofá, Patty desnudo debajo y Andrea arriba besándole la clavícula y luego el cuello.

— ¡Hola Shizuka! Doraemon y yo venimos a...

Patty y Andrea se detuvieron para mirar a quien acababa de entrar por la puerta. Un gato azul y un niño de unos 10 años les miraban boquiabiertos.

— ¡Nobita no mires! Nos hemos equivocado de piso, vámonos. —Dijo el gato azul a la vez que arrastraba alarmado al niño hacía fuera

—Creo que debería cerrar la puerta —Dijo Andrea entre carcajadas.

Se separó de Patty y fue a cerrar la puerta.

—Y yo creo que deberíamos continuar esto en la cama— Patty, que también se había levantado, y le rodeaba la cintura con los brazos.

—Sí. Deberíamos.

Y se fueron a la habitación.