Lizzie

1.2K 143 33
                                    

Cumplió trece años en 2001. De espeso y desordenado cabello oscuro, desde su nacimiento sus padres se quedaron anonadados por sus bellísimos ojos de un azul profundo como el índigo. Siempre fue una niña delicada y tímida, tenía baja estatura que concordaba con su autoestima.

Siempre  fue algo caótica, tenía un gusto serio por las películas de terror y suspenso, no sabía expresarse correctamente y tenía muchos problemas en la escuela, le costaba en sobremanera prestar atención, se desconcentraba con facilidad. No tuvo hermanos y pasó una infancia muy solitaria.

Sus padres tenía una exitosa compañía, por lo que la mayoría de su tiempo se lo dedicaban a la vida laboral, dejando de lado a Lizzie. Aunque muchas veces para compensar tiempo con su hija le regalaban costosos obsequios, desde juguetes hasta accesorios. 

Por lo tanto, creció rodeada de amigos imaginarios y una gran cantidad de juguetes, entre esos, un día llegó una casa de muñecas, antigua pero conservada. Contenía cuatro pequeñas muñecas de largas extremidades y anticuados vestuarios, ojos enormes, cejas ligeramente arqueadas y labios finos. Lizzie se mostró apática ante la idea de jugar con aquellas muñecas, se sentía indignada puesto que no le había comprado algo nuevo y reluciente. 

Con el paso de los días mostró conductas irracionales, comportamiento esquizofrénico y delirios, se comportó, hasta cierto punto, como una verdadera psicópata. La mascota que había tenido desde los nueve años de edad, un pequeño gato de ojos azules y pelaje gris, fue encontrado sin vida en el baño, cubierto de sangre, el pelo pegajoso por el líquido carmesí y una herida abierta en el vientre del animal, junto al cuerpo sin vida había un cuchillo de cocina y la única que había estado en esa casa en la tarde fue el Lizzie, quien negó rotundamente con lágrimas en sus ojos que había cometido tal asesinato.

El dolor en sus ojos y la fragilidad en su voz hizo que todos le creyeran sin dudar, la pequeña jovencita no había hecho nada malo al parecer. Logró convencer a su madre para teñirse el cabello de un rosa pálido y hacerse un pequeño fleco, dejó de lado la comida y se aferró al maquillaje.  

Lizzie planeó con rencor huir de casa tras asesinar a sus padres, pero lo noche en que el acto fatídico sería cometido, ella fue arrastrada al mundo de las muñecas y jamás se supo de ella de nuevo, otro caso inconcluso al parecer. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Casa de las MuñecasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora