Capítulo 49: Reencuentro.

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Pov's Agustín.

Luego de que Bianca me dijera que estaba bien que pudiera despedirme de Caro, lo pensé mucho y creí que era necesario hacerlo, no podía ser tan poco hombre como para ignorarla y casarme con otra sin siquiera decírselo, así que me decidí a venir para el día de su cumpleaños, quiero que vivamos un buen momento juntos y ya mañana veré como se lo digo.

Me fui acercando al único amor de mi vida lentamente sintiendo como se aceleraban los latidos de mi corazón, se ve verdaderamente hermosa, incluso creo que mi imagen mental de ella no le hace justicia suficiente.

- Hola.- susurré frente a ella.

Caro se arrojó en mis brazos con los ojos cristalizados, sentí sus sollozos sobre mi pecho. Sólo acaricie su cabello y besé su cabeza inhalando todo su esquisto aroma.

- Te extrañé tanto.- dijo cuando nos separamos.- Por sobre todo hoy.

- Hubiese querido llegar antes.- dije acariciando su mejilla secando algunas lágrimas que emanaban de sus maravillosos y profundos ojos.

- ¿Cómo hiciste para venir?- me preguntó aún con la voz entre cortada.

- Me escapé de casa, pero estoy listo para el regaño cuando vuelva, sé que valdrá la pena.- afirmé haciéndola sonreír.

Y sin más pegó sus labios a los míos, quizás lo correcto sería alejarla, pero sus besos son como una droga para mi.

- Tengo una sopresa para ti, pero deberás vendarte los ojos.- pedí y ella sonrió.

Cerró con llave la casa y se dejó cegar por mi, me duele tener que decirle lo que está pasando sabiendo que confía de esta manera en mi, va a estar desepcionada y creerá que soy un cobarde, y bueno supongo que es cierto.

La llevé a la casa del lago donde ella quiere vivir, me hubiese gustado decir que tengo el suficiente dinero para comprarla, pero con el tema del negocio de papá que no funcionó en este pueblo se han puesto complicadas las cosas, y por eso se que no puedo hacer más que casarme, pero al menos mis ahorros me dieron para arrendarla por esta noche.

Tuve que cargarla cuando pasamos por el río, sus ojos estaban tapados y no quería que fuera a caer con tan altos tacones que ni puedo creer que está usando. Cuando llegamos abrí la puerta y la ayudé a entrar, había acomodado unas mantas en el piso y dejé junto a ella una radio y frutillas con chocolate, además de unas velas para iluminar la velada, ya que la casa tenía malo el sistema de electricidad.

- Ya puedes quitarte la venda.- susurré trás ella luego de prender la vela.

- Al fin, ya estabas tardandote mu...- decía Caro antes de quedar pasmada por mi sorpresa.- Agus esto es hermoso.- Se volteó hacia mi y me beso, extrañé tanto del sabor de sus labios.

- ¿Quieres bailar?- pregunté cuando nos separamos y ella asintió feliz.

Caminé hacia la radio y puse la música, un ritmo lento para que pudiéramos disfrutar los movimientos, volví hacia ella y me rodeó por mi cuello mientras yo la abracé por la citura, recargo su cabeza en mi hombro y nos juntamos mucho más.

- Necesitaba bailar contigo, veía a Alicia y Rodrigo en la pista y sólo pensaba en ti.- confesó.

- ¿Quién es Rodrigo? ¿Y cómo hizo Alicia para bailar?- pregunté algo asombrado y confundido.

- Es su novio, se conocieron en la univerdad y la ha ayudado mucho, incluso la convenció de hacer una terapia para intentar volver a caminar, aunque ella tiene miedo porque no sabe si funcione. Él es tan dulce que la cargó y levanto sobre sus pies para que pueda volver a bailar.- contó Caro.

- Suena bien.- respondí, pero solo pensaba en que diría Franco cuando se lo diga, ¿O será mejor que haga como si no me enteré de nada?

Cuando terminamos de bailar la llevé hasta las mantas y comenzamos a jugar con las fresas, yo le daba a ella y ella a mi, después el juego fue aumentando de tono, y ella se las ponía en alguna parte del cuerpo para que se la quite con la boca y luego comparta la mitad de la fresa juntando nuestras bocas. Pasó por su cuello, sus piernas y sus brazos, pero yo necesito más de ella.

- Te ves hermosa, mi amor.- dije mirándola. La luz de las velas reflejaba el contorno de su rostro haciendo que se vea mucho más maravillosa.- Amo tu vestido y me encanta cómo te queda el rojo, pero quiero seguir con este juego.

Tomó su cabello y lo hizo a un lado dándome el acceso a bajar el cierre, lo bajé con delicadeza por sus hombros hasta que cayó, su ropa interior de encaje era sexy y exitante, el rojo verdaderamente es su color.

Se acostó sobre la manta y puse una fresa en su boca, sobre su brasier, en su vientre y cerca de su feminidad. Comencé de abajo hacia arriba y disfruté de cada una de ellas para terminar en sus perfectos labios.

Entre besos comenzó a quitarme la ropa y yo acabé con la suya y en cosa de segundos ya estábamos haciendo el amor. Recordé nuestra primera vez y cada momento que vivimos juntos. ¡Maldita sea! No quiero perderla, es mi vida y la perfección hecha mujer, ella es mi felicidad, mi perdición, es todo lo que quiero y necesito.

- Te amo.- susurró en mi boca exhausta mientras recobrabamos el aliento.

- Y yo a ti, mi amor.- dije abrazandola más contra mi pecho.

- No me sueltes nunca.- pidió, a lo cuál no dí respuesta, a la mañana siguiente la soltaría para siempre.

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A un capítulo del final!!! 😱😱😱
Díganme que creen que pasará mañana, quizás pueda agregar algunas de sus ideas al capítulo y bueno si alguna acerta voy a dedicárselo🙌❤

Mi gran Amor De Verano - AGUSLINAWhere stories live. Discover now