La Única. Virgo Y Capricornio.

10. Reconciliados

Virgo

Cuando decidí levantarme ya eran las seis de la mañana y me fui a mirar capítulos de mi serie favorita durante horas. Mirar series era una buena terapia, me hacía bien al corazón. Distraerme un rato y gritarle al televisor cuando sucedía algo malo era uno de mis pasatiempos favoritos.

-Buenos días, hija- me saludó mamá, mientras salía de su habitación y se dirigía a hacerse un café. Pausé el televisor y la seguí. Tenía que hablar con ella urgentemente.

-¿Ya le hablaste a papá sobre que quieres el divorcio? Escuché su pelea de anoche y esto se está saliendo de control- dije yendo directo al grano. Mi madre cuando él no estaba no hacía más que hablarme sobre que quería separase lo antes posible.

Mamá me miró con preocupación.

-Planeo decírselo hoy. No te preocupes por el tema del dinero, se lo pediré a tú abuela. Pero quédate tranquila, solucionaré esta horrible situación, pequeña.

Asentí levemente y volví a ver la televisión. Estaba viendo el anteúltimo capítulo de la temporada cuando mi teléfono comenzó a sonar.

Me llamaba un número desconocido, y dudé en atender, pero finalmente acepté la llamada.

- Hola ¿Quién habla?

-Hola Vir, soy yo Leo.

Puse los ojos en blanco ¿Qué demonios quería la leonina?¿Refregarme en la cara Capricornio me había rechazado?

- Ah Leo, que bien ¿Para qué llamas?

- Para que vayas a hablar con Capricornio. Me estuvo mandando mensajes deprimentes toda la mañana. Quiere aclarar unas cosas contigo.

De repente, sentí que todo el muro de infelicidad que me rodeaba comenzaba a desmoronarse.

- Em, claro ¿Me pasas la dirección?

- Sip, para eso llamaba. Anota...

Escribí a toda velocidad los datos que me dictaba.

- Bien, gracias Leo ¿A qué hora dices que es conveniente ir?

- Ahora mismo. Escucha el último mensaje que me envío: Necesito hablar con ella lo antes posible. Creo que está bastante claro.

- Ah, okey. Ya estoy saliendo- le comuniqué mientras tomaba las llaves de casa- Adiós.

- Adiós, trátalo con amor por mi ¿Quieres?

Corté antes de que siguiera hablando, no tenía ganas de oírla. Le dije a mamá que iba a comprar arroz y me encaminé a la casa de Capricornio. Me costó mucho mentirle, odiaba hacerlo.

Al rato me encontraba parada frente a una puerta de madera esperando a que me abrieran. Vivía en un departamente, con su hermano según Leo.

Me abrió un chico que enseguida supuse que era el hermano de Capricornio. Era igual que él en todos los aspectos, solo que sus ojos eran oscuros y su cabello negro.

- Eh, hola. Soy Virgo y estoy buscando a Capri.

Me sonrió con malicia.

- Ya se quien eres Virgo, mi hermano me habló de ti más de lo que piensas. Soy Escorpio. Pasa, adelante- me invitó, y me adentré en la habitación. Era amplia y espaciosa, todo estaba muy ordenado.

Capricornio estaba sentado en la mesa haciendo un cubo rubik. Esa imagen me hizo sonreír. Fui a sentarme a su lado.

- Aló Capricornio- dije disimulando lo mejor que pude el tumulto de emociones que bullían en mi interior.

Me miró confundido, y tuve que controlar mi impulso de salir corriendo.

- Hola Virgo. Ven, vamos a hablar a mi cuarto.

Asentí y lo seguí. Al igual que el resto del departamento, el cuarto estaba ordenado, a excepción de algunos libros desparramados en un escritorio.

- Siento lo de ayer- me excusé antes de que me dijiera algo- en serio no sé que pasó. Tuve un día difícil, estaba confundida, no debió pasar.

- ¿Lo dices en serio? Yo nunca dije que estuviera disgustado, tú te lo tomaste así por alguna razón.

- Es que no nos conocemos demasiado y además me miraste... raro, y temí arruinar la "amistad" que habíamos comenzado. Y bueno, si... correr no fue lo más inteligente.

Capricornio río.

-Tenía la ilusión de que pudiéramos continuarlo- dijo y se acercó.

QUÉ. Okey, esto va mejor de lo que esperaba.

Acorté la distancia que nos separaba y lo besé, y esta vez el si me devolvió el beso. Y me sentí en las nubes.

Me separé un poco.

- Espero que salga algo bueno de esto- murmuré.

- Te lo prometo- me respondió.