8. Rechazos

1.6K 157 23
                                    

Virgo

Bajamos del segundo autobús que habíamos tomado y comenzamos a correr a toda velocidad. Al rato me cansé pero Piscis tomó mi mano y me jaló hacia adelante para que corriera más rápido.

- Ya casi llegamos- me informó. Yo no tenía mucho oxígeno, así que opté por no contestarle.

Corrimos un par de cuadras más hasta llegar al dichoso parque al que habíamos acordado ir.

Nos sentamos en un banco mientras intentaba calmar mi respiración agitada.

- Bien... aquí es- dijo feliz, y sacó de su mochilas algunos chocolates y jugos que habíamos comprado en el camino.

- Lindo parque, parece sacado de un cuento de hadas- suspiré embelesada, mientras admiraba los altos árboles y las coloridas flores que había en el lugar. A lo lejos se podía divisar un pequeño lago que hacía del parque un lugar aún más bello.

- ¿Nunca viniste aquí? Sal de la cueva, por favor.

- ¡Ey, muere! No vivo en una cueva, solo que no ando por las afueras de la ciudad muy seguido. Me queda demasiado lejos y además no tengo tiempo ya que por las tardes suelo tener entrenamiento de handball.

Piscis alzó las cejas y esbozó una sonrisa, luego cortó un trozo de chocolate y me lo dio.

Lo tomé complacida y me levanté del banco con un brinco.

- Ven, vamos a dar una vuelta- dije extendiéndole la mano.

En ese instante escuché una voz que gritaba mi nombre. Me giré y divisé a lo lejos una conocida silueta.

- ¿Capricornio?¿Cómo llegó él aquí?- pregunté a nadie en particular.

-No tengo ni la más remota idea- escuché susurrar a Piscis, perplejo- ¿Esa que corre a su lado como maniática es Leo?

Asentí un tanto confusa. Las figuras se acercaban con rapidéz y cuando estuvieron a unos metros caminé tranquilamente hacia ellos.

-¿Están locos?¿Por qué están aquí?- les reproché un poco molesta.

- Tengo que decirte algo en privado, acompañame- me indicó Capri.

Lo seguí mientras caminábamos entre los árboles, luego rodeamos el lago y finalmente llegamos al otro extremo del parque, donde había un árbol caído. Capricornio se subió al tronco y yo lo imité, sentándome a su lado.

-¿Ahora me vas a decir por qué estás aquí?

- Teníamos un trato- me recriminó indignado.

- Me pidió que vinieramos al parque, como amigos. Y me prometió chocolate- le respondí mirando el suelo, negándome a encontrarme con su mirada. Sin embargo, Capricornio se quedó callado, y como la curiosidad me ganó alcé mis ojos.

Capricornio me miró con sus ojos miel algo dolidos. Luego suspiró y negó con la cabeza suavemente.

- Yo... no creo que Piscis sea suficiente para ti. Tiene el mal hábito de romper corazones- dijo, y no pude evitar sonreír. Me encantaba que se preocupara por mí, pero puedo cuidarme a mí misma no soy ninguna idiota.

- Ya lo sé, no dejaría que se me acercara con alguna intención extraña- fue lo único que atiné a responder. Capricornio me dedicó una de sus hermosas sonrisas bastante raras en él, pero que valían por completo la pena.

Realmente, no recuerdo muy bien lo que ocurrió a continuación, fue un tanto extraño.

Tuve la necesidad de besarlo y simplemente me dejé llevar. Sus labios eran suaves y perfectos, y no quería alejarme de ellos.Pero como sentí que no me devolvía el beso, me retiré con delicadeza y lo miré. Parecía muy confundido.

Estaba totalmente avergonzada, entonces me bajé del árbol y salí corriendo.

Sí, definitivamente soy muy madura y se como controlar situaciones incómodas.

Ay mundo, mátame.

La Única. Virgo Y Capricornio.जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें