Capitulo 3

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Ambos se hallaban en el sofá de la sala. Ya sabían que hacer y que decir, así que dejaron ese asunto de lado y decidieron relajarse. Hamilton yacía echado, Laurens estaba sobre él, no hacían más que besarse como si se les acabara el tiempo juntos. Sabían que una vez que Eliza ponga un pie en esa casa, sería más complicado hacer de las suyas. En ese momento procuraban que su sesión de besos no fuera más allá, Eliza vendría en cualquier instante y si los encontraba así todo estaría perdido.

Pero claro, tenían muy poco autocontrol.

John se separó, sus mejillas tenían un tono rosa suave y soltaba leves jadeos. Alexander no podía controlarse si hacía esos pequeños sonidos y tan adorables expresiones.

Colocó sus manos en su espalda y lo atrajo más hacia él, acercándose a su cuello y mordiendo suavemente su piel, procurando no dejar ninguna marca. Ocasionalmente lamia esa zona y continuaba mordiendo. John mordía su labio inferior con fuerza, hacia lo que podía para no soltar un gemido, sabía que Alexander pedía por completo el control si lo escuchaba.

"A-Alex"

Intento sonar serio y firme, pero lo que salió de su boca sonó como una súplica y susurro. El otro comenzó a succionar su piel y quitarle las prendas superiores lentamente. Antes de que pudiera terminar decidió intentar una vez más.

"Alexander... No-... Ah"

A Laurens se le heló la sangre inmediatamente, cada que soltaba algún sonido Alexander ya no era tan gentil con el.

Pronto su torso estaba a la vista, mostrando toda marca hecha por el otro. Alexander lamia y succionaba sus pezones, mientras sus manos se deslizaban hasta su pantalón para quitárselo. Laurens había cedido y dejo que retirara esa última prenda.

Los interrumpió el sonido de alguien tocando la puerta. Se quedaron quietos, con miedo, después Alexander recordó que Eliza no tenía llaves y suspiro en alivio.

Laurens se apartó, comenzó a vestirse rápidamente mientras el otro se acercaba a la puerta principal para abrirle a su esposa. Volteó a verlo para asegurarse que estuviera vestido, termino de arreglarse junto a Alexander para darle un último beso y apartarse un poco.

Abrió la puerta, revelando a Eliza y cuatro pequeños, tres varones y una mujer. Tenían una gran sonrisa al ver a Alexander. Laurens estaba escondido detrás de él, no para que no lo vieran sino por el miedo.

"¡Papá!"

Gritaron los menores casi al mismo tiempo, para después tirarse sobre el otro. John no pudo evitar soltar una risita enternecida, él amaba a los niños.  Pero aquella risa hizo que todos se voltearan a verlo, haciendo que sus mejillas se tiñeran de rojo.

"Uh... Alexander... ¿Quien es él?"

Eliza entro a la casa, dejando las maletas a un lado. Su mirada se centraba en John, esperando alguna respuesta de su marido

"Es... Un amigo..."

"¿Por que no lo conocía antes?"

"Eliza, antes estábamos en una guerra."

"... Bien."

Con eso, Eliza tomó la mano de su amado y lo atrajo hacia ella, rodeo su cuello con sus brazos y lo besó. En los labios. John sabía bien que estaban casados, pero igualmente sentía celos.

Deseaba que Alexander sea solo suyo.

Soltó un suspiro y con gesto amargo desvió la mirada, intentando disimular su enojo e incomodidad, cuando sintió que tiraban suavemente de su saco. Bajo la vista para encontrarse con los hijos de la pareja legal. Sonrió un poco y se arrodillo para quedar a su altura.

Pronto se lo habían llevado para jugar con él, y este acepto cada juego. Amaba a esos pequeños ya, eran tan dulces.

Mientras, Alexander estaba incómodo con su esposa diciéndole lo mucho que lo extrañaba y cuanto lo quería, sabía que ese sentimiento de cariño que Eliza le tenia no era correspondido de la misma manera. Siempre lo supo, pero estar con ella le convenía. Pero ahora era peor, los únicos besos que quería y necesitaba eran los de Laurens, no los de Eliza, y se sentía tan extraño al corresponderles. Pero debía hacerlo.

No pudo más y se separó, fingiendo una sonrisa.

"Eliza..."

"¿Si, Alexander?"

"Eh... ¿Recuerdas a mi amigo? Es John Laurens, su padre le quito todo su dinero, se está recuperando lentamente de eso, pero se endeudó y le quitaron la casa..."

Eliza se sorprendió y preocupo por esto último, a pesar de que era una mentira, con eso Alexander supo que estaba creyendo en lo que le decía. Se sentía mal.

"Me preguntaba si podríamos ofrecerle una habitación para dormir, mientras se recupera..."

"¡Oh, claro! Pobre de él... ¿Sabes por qué su padre hizo aquello?"

Negó con la cabeza.

"Mm... Que habrá pasado... ¿Podrías encargarte tú de limpiar una habitación? Necesito ordenar las cosas de los pequeños"

Señaló las maletas.

Alexander tomó sus manos y las besó.

"Claro."

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COMPENSEN SU SOLEDAD EN SAN VALENTÍN CON ESTO –tira brillos everywhere

Whwjdusgw, escribi esto en un lugar público, con miedo a que alguien lea lo que escribo :^)

ANYWAYS! Espero que hayan disfrutado su semi-smut, bai.

PastTomorrow out!

Say No To ThisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora