El menea la cabeza, —No quiero su lastima.

—No se trata de lastima, solo explicarle porque no pudiste hablarle.— me sostengo el puente de la nariz, —No entiendo porque sientes que contarle cuando estas pasando por algo difícil es mostrarte débil ante ella.

—Porque lo es.

—No, no lo es.— le aseguro, —Estoy seguro que ella entendería y te apoyaría, pero ella no es adivina, Ares. Si quieres que este ahí para ti, tienes que hablar con ella, decirle lo que sientes, lo que te pasa.

—¿Crees que no lo he intentado?— responde en un tono de frustración, —Cada vez que estoy frente a ella, todo se vuelve tan confuso, lo que me hace sentir...— pausa por un segundo, —No me salen las palabras.

—Eso es normal, nadie habla de lo que siente a otra persona de la nada, lleva tiempo abrir tu corazón a alguien. Mírame a mi, me tomo 15 años en tu vida para que por fin me contaras algo de tu vida personal.

Ares se ríe, —Ahora es tu turno.

Me señalo a mi mismo, —¿Mi turno?

—¿Te tiraste a Dani?

Puedo sentir el calor en mis mejillas, —Olvidaba lo crudo que eres.

El se echa a reír de nuevo, —Por lo rojo de tu cara, veo que no, ¿Te la quieres tirar?

—¿Podrías dejar de usar esa palabra?

Ares sigue sonriendo, —Esta bien, ¿Quieres introducir tu pe—

Lo interrumpo, —¡Calláte!

—Es tan fácil meterse contigo.

—Vine aquí de buen hermano y así me pagas.

Ares se pasa la mano por el cabello, levantándose, —Es mi deber meterme contigo solo porque eres menor que yo. De todas bromas, ¿Quieres algunos consejos para ganarte a Dani?

—No gracias, ya me imagino tus consejos.

—Solo decía, Dani es mayor que tu así que probablemente tiene experiencia, cosa que que te falta por mucho.

—La experiencia no lo es todo, solo seré honesto con ella y le demostraré mis sentimientos.

Ares tose en su mano, —Hembrita.

Le doy una mirada de pocos amigos, —No hay nada de malo con demostrar lo que sientes.

—Solo bromeaba.— levanta sus manos en el aire, —Haz lo que tengas que hacer pero si necesitas consejos en el área del... ya sabes, estaré aquí.

—Por supuesto.

Me dirijo a la puerta, —Espero que arregles las cosas con Raquel.

Me da una sonrisa de boca cerrada, —Yo también espero lo mismo.

Bajo a la sala para ir dirigirme a la cocina, me dio hambre ya que no almorcé en la escuela por andar mirando a Dani en la cafeteria.

Soy un idiota.

Pero ella es tan hermosa, dulce, amable, sarcástica...

¿Por qué tienen que existir tantos prejuicios con la edad para enamorarse? Ella solo me lleva dos años, no es mucho y ademas yo veo chicos saliendo con chicas menores todo el tiempo y nadie les dice nada.

Navego la cocina, buscando a Claudia, se me antoja mi sandwich favorito de jamón de pavo y ella lo prepara muy bien. Cualquier pensaría que un sandwich no tiene mucha ciencia pero si la tiene, los sabores, la cantidad de relleno, las salsas, todo tiene que tener una combinación perfecta.

A Través De Mi Ventana ✔️[En librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora