-Concentrado para Equuscaballus.*

-Oh solo eso. Pero el super tiene, que raro. Ese super queda más cerca que la clínica.-dijo dudosa.

-Oh Abby se feliz así tú vendes más. ¿No es lo qué importa?-Kat levantó una ceja, inquisitiva.

-En eso tienes razón. Bueno, vamos a comer.

Yupi !

Abby negó con la cabeza, Kat era una niña grande y solo podía hacer lo que ella quería si tenía un beneficio y por ahora su estomago le urgía un plato de comida; y con la esperanza que no sea algo verde, ya que su amiga estaba tratando de hacer una dieta.

Así que salieron de la clínica dejando a la enfermera en el turno por si sucedía algo y ella le darían una hora cuando regresaran, ya que no podía dejar la clínica sola.

Se encaminaron hacía la cafetería más cercana que por lo visto le pertenecía a una joven que venía de Houston y se había trasladado. Su amiga Beth estaría con ellas en varios minutos así que esperarían pacientes en esa cafetería.

Cuándo llegaron las recibió la conocida campanilla de bienvenida; inmediatamente buscaron una mesa para cuatro, la masera llegó y ellas encargaron bebidas para tres ya que esperaban a otra persona.

-Crees que llegue pronto-Kat empezó a morder la pajilla(sorbete, pajita) de su vaso, era un jugo de mango. Mientras que Abby revolvía con la suya su bebida de piña.

-Eso creo. Además ella saldría de la escuela pronto.-le comentó.

-Bueno ella trabaja con niños, siempre hay una que otra queja. Te lo dijo yo que tengo sobrinos, los gemelos me agotan, no me imagino con más de diez que son los del pre-grande.

-Beth es la encargada de la enfermería. No es maestra, Kat.

-Lo que sea Abby. ¡Está en una escuela! Hay niños a montones.-Kat empezó a negar y su cabello se despeino un poco, solo unos mechones que le salían de la coleta alta.

-Tal vez sea mejor que la llame, así podre estar más segura de la hora que podría caer por aquí.

-Eres tan quisquillosa-la regañó y la apunto con su pajilla- Abby ella llegara cuando pueda, además estamos en la hora de comida, y tengo en mis manos el menú que solo dice, carne, pollo y pescado. Sinceramente no me llámala atención comer pescado. Pero el pollo y la carne tampoco. ¿qué me recomiendas?

-Pollo.

-¿Qué? Así nomas solo eso.No así no Abby.

-Yo solo voy a pedir una ensalada de pollo. Y entre tú y yo; jamás dejaras de comer carne.Se sincera amas la carne. -la dijo mientras la señalaba con su dedo indice, de la mano izquierda.

-Oh bueno. -el tono lastimero brotó de los labios de Kat. ¿Que sería de malo comer carne? Era todo muy complicado-. Si tienes razón.

-Es mejor que ames lo que comes, amiga.

-¡Sí!

Era lo único que querría, que su amiga fuera ella misma, Kat amaba comer y limitarse a comer pasto no la haría feliz. Solo la pondría más irritante y no sería buena con los clientes y así no funcionaría la clínica. Y ella se irritaría y podrían terminar en una pequeña discusión que no quería. Se concentró en entablar una conversación con Kat la cual ya tenía el refill de su vaso del jugo de mango. Así que empezaron a contar los tipos de clientes que habían tratado en la mañana y los casos más difíciles del día de ayer. La cirugía de Abby con Don Willian, o la intervención de oídio de Kat hizo a un cobayo con ayuda de la única enfermera, Lena.

La dama y el vaquero ­©- CompletaWhere stories live. Discover now