Un rojo sangre.

Por la mañana caminaba erguida y orgullosa por ser portadora de una belleza carnal y tener su dosis diaria de maquillaje.

Al finalizar con mi superficial investigación sobre la vida de Lilith llego Rose a la habitación para revisar mi estado y darme un vaso con un té. Le comenté sobre lo que había leído, ella menciono que cada asesino tenía su propia marca de identificación. La de Lilith era drenar la sangre, igual que un vampiro lo haría, y colocárselo en su rostro como símbolo de rejuvenecimiento, pero que ella lo llevaba constantemente en sus labios como una muestra de su poder, una forma de reconocer a los hombres pecadores que serían su siguiente víctima. Cada hombre que observara lujuriosamente los labios de Lilith estaría destinado a una noche de placer y dolor eterno.

De ahí el por qué mundialmente se le conoce al rojo como un color representativo del sexo, la sensualidad, el placer, aunque también un color clarificativo para el amor.

Cuando Rose se fue nuevamente para continuar con su búsqueda quede nuevamente sumergida en un silencio, mi mente trabajaba a mil intentando atar los miles de cabos sueltos esparcidos por todo lado.

Ya había visto esos labios rojos antes. El incidente del callejón. La chica que me ataco a pesar de traer puesto un pasamontaña negro y la poca iluminación de esa noche sé a ciencia cierta que esa chica traía sus labios pintados de un rojo mate.

La chica que me ataco era Lilith, el chico que venía acompañándola, eso aún es incierto, pero puedo deducir por la historia de Aiden y Rose que es Caín, el vampiro original, hijo primogénito de Adán y Eva.

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Me miro al espejo, Rose se encuentra detrás de mi cepillando mi cabello suavemente, una toalla blanca cubría mi desnudez dejando a la vista algunos moretones de sangre. Mi piel, ahora más blanca hacia que todo se viera peor de lo que era.

Le había comentado sobre mi descubrimiento de días atrás a Rose, ella dijo que por el momento tendríamos que mantenerlo en secreto, si Aiden descubriera que ya tuve mi primer y casi mortal encuentro con Lilith y Caín se volvería loco.

En unas horas llegaría un hombre llamado Jacob, él, según Rose es el más especializado para descubrir quien causo mi bloqueo y acabar con el mismo.

Miro como Rose terminado de cepillar mi cabello colocando el cepillo negro sobre el mármol del tocador, me mira, y se por su mirada que está preocupada por lo que pueda suceder hoy. Ella ha intentado incansables veces de entrar en mi mente y quitar el bloqueo, pero ella no se especializa en eso y no tiene la habilidad para hacerlo. Ella es más espiritual, sanadora y vidente. Su fuerza reside de la naturaliza y a pesar de que sé que intenta con todas sus fuerzas, su lucha contra la magia negra es un intento perdido.

Se necesita un poder más fuerte, uno que venga directamente del creador para vencer al mal que reside continuamente creciendo en mí y acabando con mi vida. Él te que me proporciona diariamente Rose solo alentar lo inevitable, una anestesia contra el dolor que ocasiona la cruda realidad que estamos viviendo.

Me levanto de la silla acolchada lentamente y salgo del baño seguida de Rose. Me dirijo a la cama y me siento en ella mientras observo como Rose camina hacia el armario para sacar un vestido de rayas blancas y negras junto con mis sandalias estilo gladiador.

Se aproxima a hacia mí y me ayuda a colocarme mi ropa interior para después colocar el vestido, ahora, muy holgado para mí. Se arrodilla y con cuidado comienza a colocar las sandalias en mis pies.

Me maquilla ligeramente para disimular las ojeras y lo pálido de mi piel, coloca un poco de perfume y me ayuda a caminar hacia la puerta que lleva al pasillo. Ahí me espera uno de los guardaespaldas de Aiden, el cual me toma en brazos y me ayuda a bajar las escaleras hacia la sala de estar.

INMORTAL ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora