Capítulo Quince: Oferta de besos

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—Hasta yo tengo curiosidad— digo.

—No me des los detalles— implora Adelaide—. Llévatelo en silencio.

—Exagerada—río—. A mí me das todos los sucios detalles, incluso si la ropa se va.

—No puedo creer que todas ustedes ya estén pensando en sexo. Solo es una cena.

—Pues ojalá y te acuestes con él—digo tomando una de las papas con mis dedos. Adelaide exclama mi nombre— ¿Qué? Soy una seguidora de prosexo. Todas en esta mesa vayan y tengan sexo.

—Supongo que tú podrías ir y hacerlo un montón de veces con Matthew.

—Ahora, Barbie, déjame decirte que eso dolió. Golpeaste fuertemente mi ovario izquierdo. Fuerte traición.

—De igual manera iba a preguntarte, tengo derecho a saber— ante sus palabras enarco una de mis cejas hacia Adelaide—. No puedes negarlo, fueron estos dedos quienes redactaron el primer correo poco educado hacia Matthew.

—Y fueron mis dedos quienes lo enviaron porque tú, pequeña cobarde, no querías enviarlo.

—No me quites crédito, escribí todos esos correos muy rápidos y exactamente como los dictaba.

—No la distraigan. Huelo a un romance arrollador y quiero escuchar— asegura Alexa y río.

La razón por la que sé que Alexa no va a ir a contar nuestras historias es porque sé que es una amiga muy leal de Adelaide, y ya nos hemos reunido un par de veces antes las cuatro, admito que me encanta la chispa juvenil de Alexa. Puedo establecer incluso que la considero una amiga. Quizás no las mejores amigas, pero sí buenas amigas.

Las tres me observan, Breana esta divertida a mi costa porque ella ya conoce cada detalle. Incluso la casi tocada de culo en medio del beso.

—Así que me besé intensamente con Matthew y quería urgentemente regalarle mis bragas.

— ¿Secas o húmedas? — pregunta Alexa.

— ¡Alexa! ¿Qué carajos? — Adelaide ríe.

—Ese es un detalle importante, Ade.

— ¿Cómo esperas tú que estén unas bragas después de un beso caliente?

—Estamos hablando de unas bragas muy mojadas, entonces.

—Caramelito agrio, tu amiga hoy acaba de convertirse en caramelito sucio.

— ¡¿Soy ya un caramelo?!

—Oh, definitivamente. Un caramelito sucio.

—Genial, te ganaste el caramelito antes que Rayan que lleva años.

—Ignoraré que fuiste una perra— me muestra su lengua de forma infantil y ruedo mis ojos. Adelaide carraspea su garganta.

—A mí no me vas a engañar, sigue tu candente relato en el cual gracias a Alexa sabemos el estado de tus bragas.

—Se declaró, a su manera me dijo que le gustó— no puedo evitar sonreír, mentiría si dijera que no me hizo sentir especial y toda loca.

— ¿Y le dijiste que él te gusta a ti?

—Esto está mejor que el libro que compré y que se saltaba la escena del sexo. O sea ¿Cómo te saltas el sexo? Mínimo acuéstalos y di que se acarician con amor y toda esa cosa. Dame una idea de cómo es que están follando.

—Tú no tienes remedio, zorra literaria. Responde mi pregunta Elise.

—Yo le dije primero que me gustaba, me alteré y fui sincera

Algo más que palabras (#2 Saga InfoNews)Where stories live. Discover now