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Kaden

Vi como se sobaba el cuello en donde lo mordi. Él debía estar sufriendo y por mi culpa, aunque él lo pidió. Mi pierna aún estaba mal y descansaba en su cama. Él debería estar haciendo lo mismo pero iba de aquí para allá, nunca olvidando su rutina con un dolor en su trasero y en su cuello.

Dejo una bandeja en la mesa de noche que se encontraba al lado de la cama y me miro con una sonrisa.

—Vas a comer esto, amor y no reclames—no entendí lo que dijo hasta que vi la sopa de pollo.

—Yo no quiero sopa—se cruzó de brazos. Vi su cuello donde se notaba dos marcas casi invisible.

—Recuperaras fuerzas

—No quiero, la sopa no se come, es como agua con agregados y nada m...—tenia la cuchara en mi boca y saborié el caldo. No era como los que había probado antes.

—¿Cómo esta?—me saque la cuchara y lo mire dando un suspiro.

—Tú ganas, comeré solo por que esta delicioso como tu—sus mejillas se tiñeron de rojo.

—Mi Wolf, deja de decir esas cosas—deje la bandeja en mis piernas para "comer" la sopa de pollo.

—Lo digo porque es la verdad mi Caperuzo—su sonrisa me hacia sentir feliz, sin embargo no entendía como mi pierna no se ha recuperado, yo podía recuperarme rápidamente como los otros de mi especie, pero ahora no podía.

—Tengo una duda

—¿Cuál?—me causaba curiosidad ya que se puso serio.

—¿Puedes controlarte en la luna llena?—deje de "comer" y lo mire con preocupación. Se me había pasado ese detalle.

—No puedo, no soy un alfa de una manada pero haré el intento para tenerte a salvo—se quedo callado mirándome.

Y ¿Si tenia miedo?

Eso sería un problema, estado como medio lobo y medio hombre en la luna solo lo buscaría a él si escapaba.

Y ¿Si se iba?

Podría ser mejor. Si se iba yo lo buscaría desesperado ocasionando desastre donde pasara.

—Yo estaré ahí cuando me necesites—me sorprendió sus palabras.

—Es mejor que te mantengas a salvo—beso mi mejilla.

—Se que cuando los lobos tienen una pareja lo buscan en la luna llena y si no la encuentran, se vuelven locos—debía admitir que Karan sabia mucho de mi especie.

—Pequeño, en tu estado podría lastimarte y no quiero hacer eso—lleve una mano a su vientre. Estaba algo hinchado y todo porque el embarazo de un lobo no era como los humanos pero para tener dos meses estaba algo retrasado. ¿Sera porque mi hijo seria mitad humano? Al parecer si.

—No lo haré, tu nunca me lastimarías—ya lo hice cuando me fui pero no quise hacerlo a propósito, quería protegerlo—. Además hoy hay luna llena—de tantas cosas que me ha pasado se me ha olvidado ese detalle.

—Yo...Karan solo quiero que te mantengas a salvo, si es posible, encierrame en la habitación—negó con la cabeza.

—Va a ser peor, si te encierro intentarías escapar

—Pero Karan...

—Nada de peros Kaden, yo dije que estaré a tu lado y lo haré, ahora necesito hacer algo—beso mis labios—. Mmm sabes a caldo—sonrió como siempre.

Salio de la habitación mientras lo miraba. Mire mi pierna y deje la bandeja en la mesa. Deshice la venda y mi herida estaba curada. Karan sabia lo que hacia y yo no se si pueda controlarme esta noche. Lastimarlo era lo ultimo que quería.

♠ ♥ ♣ ♦


Karan

No quería admitirlo pero estaba nervioso. Nunca me había tocado enfrentar una situación así. Mire por la ventana viendo que la luna estaba en su punto más alto. Un aullido llamo mi atención, venia de la habitación. Cosas se cayeron en la habitación porque la escuchaba.

Debía enfrentarlo para que se tranquilizara. Entre en la habitación viendo que Kaden enterraba sus uñas en las piernas, quizás en un intento para mantenerse calmado.

Sus ojos me miraron y desvío la mirada gruñendo.

—Sal de aquí—dijo con una voz ronca que me estremeció.

—No Kaden, yo estaré contigo—me acerque a él abrazarlo y él lo hizo, me abrazo.

—No quiero hacerte daño—acaricie su cabello. Quería que sintiera que estaba bien en mis brazos.

—No lo harás—bese su cabeza. A pesar que era la mitad de ambos era mi Kaden.

—Karan, no puedo resistir—me miro con esos ojos ambares que brillaban. Bese sus labios donde estaban sus colmillos afuera.

—¿Resistirte a qué?

—A esto, haciéndote mio—me tomo en sus brazos para dejarme en la cama.

—Kaden, no escapare—le dije para que se tranquilizara.

Sus labios estaban contra los míos besándome con fiereza. Sus manos rasgaron mi ropa y las suyas también. Se puso entre mis piernas y di un respiro. Entraría sin prepararme o eso creí.

Vi como bajaba hasta mi entrada y su lengua entro en mi. Era vergonzoso pero se sentía bien. Al parecer se estaba controlando. Su lengua toco mi punto que me hizo enloquecer. Solo gemía para él. Tomo mis caderas y la empujaba haciendo penetraciones. Si seguía así me correría.

Se alejo de mi entrada y me miro. Esta vez encorve mi espalda cuando entro de una. Abrace su espalda enterrando mis uñas en ellas. Él gruño y dio embestidas dentro de mi. No me acostumbraba y dolía, pero ese dolor se convertía en placer.

—Kaden—gemi su nombre cuando toco ese punto.

Me sentía en la gloria, quería sentir más de él dentro de mi. Como me hacia el amor sin importar el dolor, era lo de menos.

Sus embestidas eran más rápidas y profundas. Mordía mi pecho dejandome marcas y yo no podía quedarme atrás. Mordi su cuello y hombro notando que se estremecía. Bese sus labios besándolo con esa pasión que teníamos. Él seguía golpeando dentro de mi y sentía que me correría. Lo hice mordiendo su labio rompiéndolo un poco sintiendo ese sabor a metal.

Seguía aumentando la velocidad como golpeaba dentro de mi, pronto se correría y lo hizo gruñendo. Se corrió dentro de mi, esta vez era mucho más que las últimas veces.

Dejo caer su cabeza en mi pecho y yo acaricie su cabello. Intentaba recuperar el aire y él también lo hacia.

—Perdón

—¿Por qué?—me abrazo haciendo que me sentara en sus piernas a pesar de que aún él estaba dentro de mi.

—Por esto, no quise lastimarte, debí controlarme—unas lágrimas cayeron por sus mejillas y yo las limpie con mis pulgares.

—No me lastimaste amor, así que no llores—le sonreí.

—Tu siempre me das esa sonrisa, tan inocente que no entiendo como no te manche tus alas de ángel—reí ante lo que dijo.

—¿Hablas de pureza? Kaden, amar me hace puro, no es un sentimiento malo, es puro y verdadero—beso mis labios.

—Entonces a mi también me hace puro—sonreí a más no poder. Kaden me amaba.

—Te amo mi Wolf

—Te amo Caperuzo

Sabia que seria feliz a su lado y aún más por la familia que formariamos. Ojala que esto sea para siempre.

Cuento N° 1: El Lobo Y La Inocencia (Yaoi/Gay)- Crónicas Cuentos Del Ayer.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang