Hola mi nombre es ____ (Tu Nombre), soy alta, mis ojos son de color rojo Sangre, mi cabello es largo y plateado con mechones rojos, antes era alguien de buen corazón y muy amable, pero todo se acaba, y eso se acabó debido a lo mucho que e sufrido, a...
-Kaneki, ¿puedes quitar tus manos de mi cara por favor? -me cruce de brazos, mientras esperaba que se alejara-
Kaneki: Tan fría como siempre -destapo mis ojos y me voltee a verlo-
-Es un don, no tengo de que quejarme -me encogí de hombros y me senté en el borde de la ventana- ¿que quieres?
Kaneki: Que salgamos
-¿Salir? ¿Ahora? ¿Sabes la hora que es? Dios, cada vez estas más loco, ve tú, yo no quiero -me voltee a mirar hacia otro lado, disfrutando el hecho de estar sentada en mi lugar favorito-
Kaneki: Vamos, no te cuesta nada, hagamos alguna cosa -me jalo del brazo y comenzó a caminar-
-Basta, deja cambiarme por último -bufe molesta y me aparte-
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Una vez estuve lista, arregle mi cabello, para un Ghoul con cabello como el de Kaneki y el mío, no era muy recomendable andar así por las calles, pero a mi me daba igual, si preguntaban, yo sólo respondía que así me lo había teñido.
- ¿Irás con tu parche? -dije sin mirarlo, pero sabía cual era su respuesta-
Kaneki: Claro que no, ya se controlarlo, aunque en caso de, lo llevare en mi bolsillo -siempre tan precavido-
-Bueno, entonces... ¿A dónde me llevarás? -sólo lo mire de reojo, bufando un poco, pues la verdad no quería salir mucho-
Sólo susurro un "Ya verás" y comenzó a caminar, al no haberme dicho me moleste un poco y antes de avanzar, espere unos minutos, para ver si decía o hacia algo, cosa que obviamente no paso, no tenía idea de lo que pensaba o tenía planeado, así que lo único que me quedaba, era esperar a llegar al lugar o que algo captara mi atención, cosa que era muy poco probable. Estaba aburrida, caminaba con lentitud, tomando una pequeña distancia entre ambos, ¿Cuanto habiamos caminado? ¿Una hora? Más diría yo, eso me recordaba las veces que salia con mi tío cuando era pequeña, nos quedabamos callados y ninguno de los dos emitia palabra hasta llegar a nuestro destino, mi tía era quien siempre nos hacia hablar, quizas donde estarian ahora. De pronto un suave maullido llego a mis oídos y un gato negro muy hermoso salio de un callejón, como si pidiera ayuda, ladee mi cabeza y lo observe con detenimiento.
- ¿Chibi?
Kaneki se volteó a observar y aquel gato negro corrió a mis brazos, estaba muy grande, no habia pasado tanto tiempo, pero la manera en la que habia crecido era increible.
-Wow, no logre reconocerte, estas hermoso, pero no deberías estar aquí, al parecer no estas con nadie más, creo que debo llevarte a casa....
Kaneki: ¿Y de donde es?
-Anteiku... Estamos algo lejos, pero si vamos a un paso moderado no nos demoraremos mucho
Kaneki: ¿quieres llevar a el gato primero y luego tomarme en cuenta a mi?
