LIZA
Abro los ojos y lo primero que veo es un par de gafas observarme detenidamente.
Vuelvo a cerrarlos.
— ¡Oye, no me ignores!
— Buenos días Cheren. (...) ¿Qué haces en mi habitación? Son las nueve de la mañana.
Lo escucho suspirar.
—Lo has olvidado, ¿verdad?
Me doy la vuelta —¿El qué?
— Hoy nos dan nuestro primer Pokémon. Oh, y es tu cumpleaños, felicidades —sonríe mientras me da un sobre.
No puede ser. ¡¿Hoy?!
Dejo el sobre en la mesilla y me levanto de un salto. Empiezo a gritar de la emoción y antes de darme cuenta Cheren ya ha huido escaleras abajo.
CHEREN
En cuanto vi esa mirada supe que era hora de correr. Por eso, ahora estoy con su madre en el salón. Vera es una mujer bastante agradable. La conocí el mismo día que a Liza, hace siete años, cuando se mudaron a Pueblo Arcilla.
Se escucha un terremoto, primero en el piso de arriba, después en las escaleras, y por último...
—¡¿Hay tarta para desayunar?! ¡¿Dónde están nuestros Pokémon?! ¡¿Y Bel?! —Liza baja las escaleras a trompicones mientras termina de colocarse la gorra.
Vera sonríe. Supongo que ya estará acostumbrada a esto, al fin y al cabo es su hija. La felicita, le da dos besos y saca un pastel del frigorífico. Está a punto de partirlo, cuando se escucha un portazo.
BEL
Entro en casa de Liz con una caja que me ha dado la profesora Encina, la coloco en el primer sitio que encuentro y me lanzo a los brazos de mi mejor amiga.
— ¡Feliz cumpleaños, feliz cumpleaños, feliz cumpleaños, feliz cumpleaños! —digo mientras la lleno de besos y abrazos, ¡como buena amiga que soy!
LIZA
La chica rubia que acaba de entrar por la puerta está, literalmente, asfixiándome con sus brazos. Por fin me libro de ella y dirijo mi atención a la caja azul de la entrada. Me acerco a ella, pero el listillo de mi izquierda se adelanta y la coge.
—Deberíamos subirla a tu cuarto y abrirla allí.
Se la quito de las manos y le hago una mueca. Subimos los tres arriba y dejo la caja en el escritorio.
La abro y me encuentro tres Poké Balls y una nota:
'' Aquí dentro se encuentran los Pokémon iniciales de la región de Teselia. Decidid entre vosotros con cuál vais a quedaros, pero sin pelear, ¡eh!
Firmado: Encina ''
Nos miramos los tres. Bel insiste en que tengo que elegir yo primero, y Cheren está de acuerdo.
Miro las Poké Balls de nuevo, las cojo y leo la información que hay en cada una.
Tras varios minutos, en los que Cheren ya se ha desesperado por completo y Bel ha llamado por teléfono quince veces a Arceus sabe quién para contarle que va a ser entrenadora, me decido. Cuando me doy la vuelta hacia ellos con una sonrisa, se acercan corriendo.
— ¡Liza! —me gritan a la vez. Saben que me encanta hacerlos sufrir.
Suelto una pequeña risa, cojo la Poké Ball del centro y la lanzo al aire. Un Snivy sale de ella, posa de forma arrogante y nos examina cuidadosamente. Finalmente, avanza hacia mí y se enrolla en mi brazo.
— Se parece un poco a Cher, ¿no crees, Bel? — intento reprimir una carcajada mientras cojo al pequeño Pokémon en mis brazos. Bel se tapa la boca con la mano, y Cheren nos lanza una mirada de agotamiento.
— ¡Vale, entonces yo elijo a Oshawott!
— Gracias por dejarme elegir... De todas formas quería a Tepig desde el principio. —dice Cheren mientras se coloca las gafas—Bien, entonces ahora...
—¡Liza, te reto a un combate! —No me queda más remedio que aceptar.
Después de ganar el combate, Cheren nos echa la bronca por destrozar mi cuarto, pero aún así él también me reta a uno, en el que igualmente salgo vencedora.
—Como os estaba diciendo antes de ser interrumpido... —mira acusadoramente a Bel—. Deberíamos ir al laboratorio de la profesora para darle las gracias. Pero antes de eso —se dirige hacia mí—, vamos a pedirle perdón a tu madre por el desastre.
Después de disculparnos con mamá y de que nos dé un mapa a cada uno, me da mi regalo de cumpleaños (unas zapatillas), me pongo el bolso que me ha regalado Bel y las botas que me ha regalado Cheren (que según él van a serme muy útiles durante el viaje), y caminamos hacia el norte del pueblo.
No son ni las diez de la mañana cuando llegamos al laboratorio. La profesora nos recibe en su escritorio de madera, y lo primero que hace es presentarse, como si no nos conociese de toda la vida. Nos habla de cómo nuestras madres y ella estuvieron de acuerdo en que ya teníamos edad para conocer mundo, y que decidieron que el día ideal sería el de mi cumpleaños, al ser el que está en medio de los tres. Nos entrega las Pokédex, nos agrega en el Videomisor y dice que nos espera en la Ruta 1, junto al río.
Nada más salir me apoyo contra la pared mientras Bel se va a hablar por el Videomisor. Miro a Cheren; está contemplando el suelo, serio.
Me acerco a él. Es algo que siempre funciona: lo presiono un poco y canta como un Chatot.
— Cheren... ¿Todo bien?
BEL
Mi padre me prohibió salir del pueblo en cuanto se enteró de que Liza, Cheren y yo íbamos a emprender una aventura, hace ya varios meses.
— ¡Porfi, porfi, porfi, porfi, porfi, porfi, porfi, porfi!
—¡Bel! ¡He dicho que no, y no me vas a hacer cambiar de opinión; ven a casa ahora mismo!
—¡Me da igual lo que digas! ¡Quiero ir con mis amigos de viaje!
Cuelgo enfadada, doy un pisotón y vuelvo con mis compañeros.
CHEREN
Es una pena, aunque debería haberlo esperado. Liza es fuerte, y lo ha demostrado en el combate, pero no puedo quedarme de brazos cruzados.
—Claro, es sólo que es un tanto inquietante que vayamos a ser rivales también en esto.
—¿En esto? —dice con la palabra «confusión» plasmada en su cara.
— Sí, ya sabes, durante nuestro viaje.
Sonríe.
— Bueno, así podremos darle un poco de emoción a esta aventura, ¿no crees?
Pienso en lo que acaba de decir y asiento. Tal vez pueda ser mejor de lo que parece.
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¡Hooola! Como podréis ver esta historia está basada en los videojuegos, pero hay cosas que modificaré un poquito o que cambiaré por completo.
¡ Espero que os guste !
