Coffee at Midnight (Camren)

Capítulo 2: |Luna|

Quería volver a escuchar esa voz que había causado mi desvelo y había acelerado mi creatividad. Deseaba que volviera a llamar, y esa era una sensación sin duda nueva para mí.

Me giré con un suspiro trémulo saliendo de mi garganta para ver el reloj. Ya eran las once con treinta minutos. Treinta minutos habían pasado sin darme cuenta perdida en el recuerdo de una voz. Me estaba volviendo loca, lo sabía.

—Buenas noches—dijo una voz en la puerta y yo dejé de ver el reloj al reconocer la voz de mi productor Chris Pratt.

—Buenas noches—respondí educadamente tomando un trago de vino mientras volvía a tomar el programa de esa noche para leerlo.

—Veo que llegaste temprano—murmuró acercándose a mí. Lo vi de reojo observar la cabina de sonido de Melissa, que en ese momento estaba vacía y como una sonrisa se extendía en su rostro antes de cerrar la puerta del estudio.

—Quería repasar el programa una última vez—mentí mientras alzaba mi mirada dos segundos para volverla a bajar.

—Sabes que no tienes que repasar nada—dijo él acercándose a mi lado y apoyándose en el escritorio mientras se cruzaba de brazos. Yo disimuladamente moví mi silla a un lado para alejarme un poco—. Tienes el programa con más audiencia de toda la radio, incluso de madrugada. Creo que los oyentes saben que atrás de esa voz se esconde una mujer muy guapa.

—Creo que los oyentes saben perfectamente quien soy porque no me escondo, y no creo que el físico influya en nada, simplemente les gusta la temática del programa.

—Creo que te estás infravalorando, querida—dijo él pasando un dedo por mi brazo y eso fue suficiente para que me pusiera de pie y lo viera con rencor. Él simplemente levantó sus manos en señal de rendición.

—¿Necesitabas algo? —le pregunté directamente tratando de controlar la incomodidad que sentía.

—Estaba pensando que al finalizar tu programa podríamos salir a algún bar y beber una copa. Podría pasar por ti más tarde—su sonrisa era lobuna y a mí no podría interesarme menos salir con él.

—Tengo que estar en el periódico muy temprano—finalicé y él empezó a sonreír.

—No creo que necesites ser tan puntual—él se acercó más a mí y yo supliqué silenciosamente que Melissa llegara la más pronto posible—. Al final de cuentas el periódico es de tus padres—Chris me vio de arriba abajo haciéndome sentir incomoda ante su mirada—, y creo que después de un año insistiéndote puedes salir conmigo, aunque sea una vez—se inclinó hacia mí y yo me moví rápidamente.

—Creo que es mejor mantener las cosas en el ámbito laboral—dije librándome de su cercanía—. Te agradezco la invitación.

—¿Por qué me rechazas? —me preguntó él y yo respiré hondo.

—No me interesa tener una relación con nadie, Chris—le respondí—. No quiero darte falsas esperanzas ni nada de eso. Eres guapo y estoy segura que hay muchas mujeres que se morirían por salir contigo.

—Pero me gustaría que una de esas mujeres fueras tú—Chris volvió a sacarse a mí y yo respiré hondo moviéndome hacia atrás hasta que finalmente golpee la pared. Él sonrió y en ese momento la puerta se abrió y Melissa entró a la cabina. Puedo admitir que jamás había estado tan feliz de verla como en ese momento.

—Melissa—dijo abrazándola inmediatamente mientras mi amiga me rodeaba con sus manos sin saber nada de lo que estaba pasando—. Que bueno que llegas.

—Vaya—dijo Melissa cuando nos separamos del abrazo—. Es un buen recibimiento. Creo que sabes perfectamente que te traje chocolate.

—No lo sabía pero ahora te amo más—le di un beso en la mejilla y la voz de Chris nos interrumpió.