Where's My Phone? ©

《 IV 》

Caminaba de un lado a otro, pasando las manos por mi cabello y murmurando, parecía que había enloquecido.

Freddy me miro confundido.

--- ¿Pasa algo? Comienzas a estresarme a mi también ---dice sentado en los asientos metálicos del aeropuerto.

--- No... no, todo bien ---dije sin mirarle, continuando con mi extraño comportamiento.

Pero aún así, Freddy no estaba convencido de mis palabras, y me siguió mirando por un buen rato.

--- ¿Es por tu teléfono no es así? ---pregunta repentinamente.

--- ¿Qué? ---preguntó parando de caminar y mirándolo atento.--- mí teléfono está bien ¿de acuerdo? Sólo son nervios por la jodida gira...

--- ¿Así que no es por tu teléfono? ---pregunta mirándome con los ojos entrecerrados.

Lo miré un par de segundos después de tragar saliva.

--- ¡Tenemos comida! ---grita Alonso llegando junto a Bryan y Alan.

Freddy y yo los miramos. Bryan sostenía entre sus manos una cámara de video, mostrando que claramente estaba grabando un blog.

--- ¿Comida? ---cuestiona Freddy poniéndose de pie y corriendo lo más rápido que pudo hasta Alonso para poder husmear en la bolsa blanca llena de comida que llevaba en sus manos.

Los mire con una mueca en el rostro.

Un mensaje desconocido llegó a mi teléfono. Lo alze para poder verlo.

La roba teléfonos, pensé de inmediato.

"¿Dónde estás? ¡Te estoy esperando, joder! " leí en voz baja el mensaje.

Con una sonrisa en mi rostro, alze mi mirada para poder salir corriendo de ahí, pero me encontré con un lente negro espiándome.

--- Joooos ---habla Bryan alargando la "o" de mi nombre.

Estaba mirandomme por detrás de la cámara esperando a que hiciera algo genial que pudieran disfrutar las fans.

--- Hey, Bryan... ---murmuró nervioso y ansioso. Tenía que irme ahora.

--- Hemos estado aquí por más de dos horas y media, ¿Que opinas? ---dice Bryan esperando una respuesta.

--- Pues... en realidad... ---murmure mirando a mis lados, buscando una salida.--- Yo creo, que... debería ir al baño ---dije enseguida.

Salí corriendo lo más rápido posible de ahí, escuchaba los gritos de los chicos detrás mío, repitiendo todos lo mismo, "Jesús te matará si no te encuentra aquí"

Claramente hice caso omiso a sus súplicas, no tardaría más de diez minutos, sólo necesitaba devolver su teléfono y tomar el mío de vuelta.

"¿Dónde estás?" Escribí para después enviar el mensaje.

Asomé mi rostro al llegar a el final del pasillo, estaba lleno de gente, no parecía haber alguna coder por ahí.

Un grito ensordecedor me aturdio por unos momentos. Me queje por eso y me di media vuelta para mirar a la culpable.

Una chica, de no más de 17 años, se encontraba parada justo frente a mi, con una sonrisa enorme. Era una coder.

--- ¡Es Jos Canela! ¡Es Jos Canela! ---gritaba una y otra vez, entusiasmada.

Lo que ella no sabía era que poco a poco iba llamando a más coders hasta que pronto, ya estaba rodeado y no tenía salida. Había olvidado por completo esto.