Samuel –
Han pasado varias semanas desde que Guille y yo nos hicimos pareja; luego de ese dulce beso en la cafetería estuvimos conversando por horas agregando un par de refunfuñones por su parte debido a que le contara que yo ya conocía de sus sentimientos hacía bastante tiempo atrás... Al final perdimos la noción del tiempo y tuvimos que despedirnos pero continuamos luego en llamada por skype. Todo parecía muy raro de asimilar, acostumbrado a siempre fijarme en mi sexo opuesto no podía creer que me haya enamorado de un hombre, supongo que esa cuestión no es algo que podamos controlar; cuando la persona llega da igual lo que es, te enamoras en todo de él, tanto en su interior como su exterior.
El paso de los días nos hizo esforzarnos más en terminar nuestra carrera hasta que pudimos lograrlo, convertirme en enfermero fue toda una satisfacción enorme. Guillermo logró terminar sin problemas de la misma forma, solamente para dejar ese papel firmado sobre el escritorio de su padre. Lo único que lo hacía feliz es que ahora podría ir a buscar lo que realmente deseaba hacer y yo decidí que lo acompañaría a cualquier lugar que él decidiese.
A pocos días antes de nuestro plan para marcharnos y probar suerte en Los Ángeles fue que tomamos otra decisión importante. En mi casa nos reunimos con mi familia y la familia de Tania en una de esas tardes para pasar el rato, últimamente a ella la he visto muy distanciada y distraída pero siempre que le he preguntado me responde que no es nada de qué preocuparse... Me hace dudar si ella realmente estará bien el siguiente año y los que vendrán sin tenerme a su lado, no es una niña pero igual no quiero que se sienta sola o abandonada por mi culpa. A veces uno debe tomar decisiones difíciles pero es un camino que hay que elegir y sé que esto no nos separará ni nada, solo estamos avanzando.
Yo ya les había comentado a mis padres anticipadamente de que quería irme a vivir a Los Ángeles con Guillermo pero creo que ellos no interpretaron nada raro detrás de eso, no preguntaron de mi relación con Guille porque seguro tienen asumido de que si vivo con él sería como compañeros de piso; aguardé a que él estuviese con nosotros para informar a todo mi círculo de confianza nuestra condición y los que nos esperaba, lo aceptaran o no, no podía irme sin decirlo.
- ¿Has terminado bien tu semestre, Tania? Ya solo te falta un año más – le pregunta mi madre a Tania del cual se servía una taza de té y se sentaba en uno de los sillones de nuestra sala de estar.
- Si, por suerte no tuve contratiempos, espero me vaya igual de bien el último año. Estoy un poco nerviosa – contestó con una sonrisa a la par de comer una galleta –
- Estamos seguros de que te irá genial, al igual que a Samuel y Guillermo, ustedes ya comenzarán a trabajar, deben estar ansiosos – se unió al tema la madre de Tania del cual desconocía mis planes con Guille.
- He oído que tu padre está en una empresa, Guillermo ¿irás con él? – agrega a la cuestión el padre de Tania dirigiéndose a Guillermo que se sentaba junto a mi lado con su taza en mano y cada vez haciéndose más pequeño a medida que presentía que en cualquier momento se hablaría de "ese" tema en particular.
Cabe resaltar que a Guillermo lo han aceptado hace tiempo como alguien querido en la familia y lo tratan como si fuese uno más de nosotros, se preocupan por su bienestar tanto como a Tania y a mí.
- Eh... No, quiero decir – bebió un sorbo de su bebida y la reposó sobre la mesita – es lo que él hubiese querido pero solo terminé la carrera que me obligó a hacer. Planeo irme y ser socorrista. Es como muy loco decirlo así tan sencillo, no ejercer la carrera que se termina para irse a algo como eso pero estoy seguro que es la decisión correcta.
Mi madre sonrió y la madre de Tania se percató.
- ¿Tú lo sabías? – pregunta la mujer sorprendida hacia mi madre que sabía de eso pero no de otra cosa más importante – pero ¿tus padres lo saben? – vuelve la conversación a Guille.
