Perfume

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(VV)


—No creo que sea necesario— Dije mirándolo divertido.

—Oh vamos, quiero que lo tengas— Dijo poniendo el frasco en mis manos.

—Pero es tu favorito —Refuté.

—Porque no me cumples mi capricho, además siempre me dices que te gusta.

—Si, pero porque lo usas tú —Dije sintiendo como mis mejillas se calentaban por la cursilería que sin querer se me escapó. El rió encantado y acercandose a mi, me besó castamente los labios.

Hoy había decidido visitarlo a su casa pues cumplíamos apenas un mes de salir oficialmente como novios y Manuel insistía en darme su perfume favorito como pequeño detalle, pues yo siempre mencionaba que olía muy bien y mientras estábamos en su cama charlando y abrazados solté el comentario de nuevo. Pero no esperaba que con eso insistiría tanto en que me quedara con él, además del hecho de que yo no le tenía ningún regalo pues no pensé que él me daría algo.

— Anda, tomalo, quiero que lo tengas contigo.

—Pero... Además no tengo nada para ti —Dije viéndolo apenado y me sonrió con cariño.

—No es necesario nada, no importa mientras esté contigo —Dijo mientras acariciaba mi mejilla.

Sonreí como estúpido sintiendo un cosquilleo en mi estómago y luego de sus palabras lo acepté.

—Bueno, ¿Quieres ver una película? —Dijo caminando hacia la estantería.

—Si, hoy pienso quedarme a dormir — Comenté y miré pícaro a lo que él me miró de la misma manera, pues vivía sólo y era obvio lo que pasaría.

Así empezó un maratón de películas hasta altas horas de la noche, una tras otra, sin importar el género, con la compañía de él sentía como todo era más fácil. El terror no llegaba, la comedia se disfrutaba el doble, el misterio se resolvía, el romance lo vivíamos.

Cuando nos dimos cuenta ya era muy tarde, por no decir temprano del día siguiente, por lo que decidimos no hacer nada más esa noche, pero a ninguno nos molestó, pues el solo estar con su compañía era más que suficiente para disfrutar una noche. Solo con su calor corporal, solo con sus caricias, solo con sus susurros y palabras de amor, solo con sus besos, solo con su tacto... Solo con él.


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Había pasado un año y medio desde que nuestra relación había empezado y si bien lo seguía amando tanto o más que al inicio, me molestaba y entristecía el hecho de no poder pasar tanto tiempo con él ya que la universidad nos tenía muy ocupados, más por el hecho de ir en diferentes, y él me había dicho lo mismo que pensaba en una llamada. Pues ni siquiera nos podíamos ver tan seguido por lo que recurríamos a los mensajes o llamadas. Hoy, luego de varias semanas, nos encontraríamos en un parque cerca de mi casa.

Justo me acababa de sentar cuando sentí algo tapándome la vista, sonreí emocionado pues reconocería sus manos y aroma donde sea.

Me paré de la banca en la que me encontraba para luego girarme y lanzarme a los brazos y labios de Manuel, que me recibió con la misma emoción.

—Hola —Dijo después de cortar el beso.

—Hola — Dije sonrojado, tomamos asiento y nos enfrascamos en una charla sobre lo que hicimos este tiempo separados.

Platicamos durante aproximadamente una hora en la que ambos fuimos conscientes de lo duro que era el hecho de no poder estar siempre juntos, se sentía como una relación a distancia.

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