Capítulo cuatro: Prepárate

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Con una playera de cuadros blancos y azules, tenis y unos pantalones ajustados, su estilo era muy diferente al de JunMyeon, quién aquel día ocupaba su usual esmoquin y la usual camisa blanca, quién tenía su cabello bien arreglado y quién había intentado cubrir lo más posible las bolsas en sus ojos.

"Entonces para de desperdiciar nuestro tiempo de manera innecesaria e intenta enfocarte en nuestro trabajo".

El aroma a lavanda estaba regado por toda la oficina, las ventanas filtraban un pálido soy que aquel día parecía peligroso y dañino.

"Vuelve al hotel y entonces... Si tú quieres seré más serio contigo".

"¿Qué?"


JongIn lanzó su primer "ataque".


JunMyeon comenzó a dormir en su casa solo por el caso, él se quedaba despierto hasta muy tarde en la noche durante toda la semana, preparando el primer borrador y estudiando las diferentes tácticas que podían tomar. Era ya una semana desde que él y JongIn no se reunían, pero esperaba que el menor pudiese entenderlo.

"Vuelve al hotel y yo seré un buen chico".

"Eres un niñato, ¿lo sabías? Sabes que no paso mis noches de fiesta y emborrachándome".

"La verdad, es mejor que no hagas eso".

Pero JongIn era así.

Como su relación progresaba, la posesión hacia Jun crecía como si fuese moho, entrando despiadadamente en su ambiente de trabajo. Jun hacía su mejor esfuerzo por ocultarlo, pero su apego hacia el abogado frente a él era más evidente que nunca, la certeza de que trabajaban juntos y que podía verlo a todas horas, no ayudaba en lo absoluto.

"¿JongIn?"

"¿Qué?"

JunMyeon se inclinó con cautela hacia el marcador rojo en la mesada, en el lado de la pizarra donde él estaba escribiendo, dio unos pasos hacia adelante. Lentamente, con una sonrisa de medio lado, hasta que se detuvo y posicionó sus manos en el escritorio.

"Estás celoso".

"¿Qué?"

"Tienes miedo de que yo no te quiera más".

"¡Oh por Dios! No actúes como si supieras todo lo que ocurre en mi cabeza".

"Pero, lo sé, JongIn... Estás asustado de que mi ausencia sea porque no quiero estar más contigo".

JongIn quería levantarse y romper literalmente la camisa de ese chico.

El más bajo le enloquecía, le hacía perder sus estribos y hacía que su rabia creciera.

"No estamos juntos".

"¿Y quién está hablando algo sobre estar juntos? Estoy hablando de..."

A pesar que JunMyeon podría tener serias ganas de verlo y esperar para estar con él.

"Me estás haciendo enojar".

"¿Será por qué digo la verdad?

JongIn se puso de pie y se acercó a él, no lo tocó ni por equivocación, pero él podía llegar al punto de lograr besarle si se acercaba un poco más.

Comenzó a sudar como un loco (lo que le sucedía cada vez que estaba particularmente emocionado o nervioso), mirando sus labios, acercándose cada vez más.

"Afortunadamente estamos en tu oficina, idiota, si estuviésemos en nuestra habitación no podrías escapar".

"¿Esto es una amenaza?"

Lo tomó de uno de sus brazos y del cuello, tirándolo como si fuese un muñeco.

"¿Tienes alguna idea de lo que esto significa para mí? Quedarme una semana sin hacer el amor contigo".

JunMyeon sintió que su interior había explotado, entre su estómago y garganta, él lo ocultó tanto como pudo para mantener el control.

"Puedes buscar a otra persona para divertirte, si es que es tan difícil resistir".

La habitación está demasiado caliente, pensó JongIn, al apretar sus ojos en un intento desesperado para contenerse de darle un puñetazo o patearlo en su escritorio y quitarle toda la ropa.

"Tienes razón, sí... Buscaré a alguien más para tener algo de diversión".


No, por favor, no lo hagas. Pensó JunMyeon.


"Genial".

"¡Claro!"

Lentamente tocó su frente, para lograr secar el sudor, dejó a JunMyeon y se sentó en el escritorio.

"Eres tan estúpido".

"Y tú un bastardo, JongIn... Solo lo hice por el maldito caso, deberías saber eso".

El hombre de cabellos rojos se alejó, volviendo a la pizarra, tomó un marcador y comenzó a escribir.

"Pero no, prefieres hacer un drama ¡Como siempre!"

"Tú eres el bastardo aquí, JunMyeon. Era suficiente para ti decirme eso, no necesitábamos llegar a este punto".

"¡Suficiente!"

Nuevamente caminó hacia la mesa y tomó su chaqueta colgada en el perchero.

"¿Sabes qué? Iré por un café y quiero que cuando yo regrese te hayas ido".

"¡Está bien! ¡Huye! Cobarde".

"¡Bien!"

"¡Claro!"

Él abrió la puerta y la cerró de un portazo cuando estuvo afuera, JongIn estaba temblando de la rabia.


Con los ojos perdidos en la manija de metal.


"Eres... Eres solo un..."

En ese preciso momento, la puerta se abrió.

"¡Tú!"

Y JunMyeon reapareció en frente de la puerta apuntando con el dedo índice directo a JongIn.

"¡Pequeño bastardo! Tú y yo, esta noche".

"¿A las ocho?"

"¡A las ocho!"

Unos segundos de silencio, solo para tomar el aire suficiente.

"¡Prepárate JongIn!"

"¡Oh! ¡Tú también!"


Prepárate, JunMyeon. Dijo JongIn entre sus pensamientos.





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HEEEEY.

Después de millllllll años estoy de vuelta, y quiero pedir disculpas, la universidad me colapso y no he hecho más que dormir desde que salí de vacaciones, pero he aquí un capítulo nuevo.

Lamento si hay cosas que no se entienden bien o que quedaron algo raras, recién estoy estudiando para ser una traductora profesional y es mi primera vez traduciendo un fic, así que denme amor. ¿?

Os quiero a todos /A lo española/. Ah ya, los quiero, espero que hayan disfrutado del capítulo. 

Room n.72Where stories live. Discover now