Nace el amor (Zayn y tu)

CAPITULO 8

Capítulo 8: 

~Narras Tu:~

-¿Qué pasa?- preguntó abrazándome.

Tu:-Todo sale mal en mi vida, es como una desgracia. – pensé.

-¿Por qué? – me preguntó y caí en la cuenta de que mis labios habían dicho lo que había pensado. Me ruboricé.

Tu:-Ven- le dije y lo arrastré de la mano para que se sentara en el peldaño de la escalera del aparcamiento. – Verás…- empecé.

~Narra Zayn~

Estaba de camino al hospital, para visitar a Laira, que había tenido un accidente.

-¿______ (tn)?- pregunté tratando de averiguar si la chica que estaba sentada, gimiendo era ella.

Mi corazón empezó a latir desbocadamente.

¿Qué hacía ahí? ¿Por qué lloraba? 

Tu:-¿Zayn?- preguntó tratando de secarse las lágrimas de sus ojos que, a pesar de que no se notaban, cualquiera se hubiera dado cuenta de que ella lloraba por el gemido que producía.

-¿Qué pasa?- pregunté abrazándola. Al hacer esto mi corazón empezó a latir mucho más rápido, y mis mejillas se tornaban rojas. 

Tu:-Todo sale mal en mi vida, es como una desgracia. – dijo, y me di cuenta de que sus pensamientos se habían expresado por sus labios. Me pregunté cómo sería besarla bajo la lluvia. 

-¿Por qué? –le pregunte y ella se ruborizó.

Tu:-Ven.- me dijo y me tomó la mano para sentarme junto a ella.- Verás…- empezó y siguió llorando.

-Por favor, dime. Me desesperas. Odio verte llorar.- le dije

Tu:-¡Es como una desgracia!- Gritó al borde del llanto otra vez.- Mi mamá, mi hermano y mi hermana están en otro país… -dijo haciendo gestos extraños con las manos, miré reflexivo para adelante- mi papá y mi otro hermano murieron… mis amigas me abandonaron y mi novio me engañó. Las únicas personas que conocí y quiero en este lugar, están desapareciendo, una a una. Mi vida es un asco- murmuró, pegándose contra mi pecho.

La miré, afligido.

Ahora me daba cuenta por qué lloraba después de clases. Ahora entendía todo.

No era la vida ‘perfecta’ que los demás creían de ella. Es cierto que no teníamos más de dos semanas de clases, ya, pero los rumores acerca de que era ‘perfecta’ no tardaron en proyectarse. Ahora me daba cuenta de que su vida era mucho más difícil que la mía, y cuando yo me quejaba de perder un pantalón me sentía el más desgraciado. Mi vida si era perfecta, comparada con la suya. La abracé con dolor y necesidad de sentir su perfume.

Con mi mano tomé su rostro y lo alcé delicadamente. 

Le di un suave beso y ella se levantó rápidamente….

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