Un cambio en el destino

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Sin saber por dónde empezar a buscar o dónde tenían que llegar, Leonor, Felipe y Yoltic hicieron una parada en el puerto de Veracruz, primer sitio en el que tocaron tierra, decidieron quedarse ahí por un tiempo mientras investigaban sobre a qué lugar se podría referir Bimori, después de todo México es un país basto y hasta ese momento, un tanto inexplorado.

Una tarde otoño, la pareja de magos decidió salir a pasar, después de haber descansado lo suficiente de su largo viaje, dejando solo a Yoltic en una pequeña casa que habían rentado para su estadía en aquella ciudad, aprovechando la situación, Yoltic comenzó a examinar de nueva cuenta la varita de Felipe, primero, observando el fino hilo plateado que unía dos de las tres piezas de la varita, Felipe le contó que se trataba de un pelo de crin de unicornio; seguido, examinó la madera, Nogal le habían dicho, con una pequeña perforación a lo largo formando un cilindro. Con el paso del tiempo, Yoltic fue adquiriendo más conocimientos sobre el funcionamiento de las varitas, incluso habiendo sucedido algunos accidentes con la varita rota, su ánimo no disminuía.

Después de un mes sin saber a dónde dirigirse, Los Villafuerte y Yoltic comenzaron a conversar sobre la urgencia de reanudad su viaje, pensaron ir dirigirse de nuevo a la capital, para de ahí partir hacía lo que hoy en día es Toluca, pensando que ahí se encontrarían con su destino, más sin embargo su destino se encontraba en otro lugar.

Después de un paseo y en vísperas de emprender su viaje, los tres amigos volvieron a la casa donde se hospedaban, encontrando en el patío a una joven de 25 años, que rápidamente se identificó como Matilde Castañeda. Leonor se extrañó por tener una visita, siendo que no habían tenido tiempo de conocer a nadie desde su llegada y sería poco probable que estuviese ahí en busca de Yoltic.

Felipe, intentando no sonar descortés, preguntó a la joven de dónde venía y qué hacía esa tarde en su casa, Matilde un tanto avergonzada por lo que iba a decir, bajó el volumen de su voz diciendo que una tarde mientras paseaba con su hermana por la plaza, una mujer morena de cabello negro se les acercó sorpresivamente y refiriéndose a Matilde le dijo que al día siguiente debía visitar esta casa, ahí encontraría a tres personas de su especie, que la estarían esperando para revelarle su porvenir, pues su destino no se encontraba más en tierras francesas.

Yoltic al escuchar la descripción de la mujer que se le acercó a Matilde, se preguntó si se tararía de la misma mujer que les había hecho su profecía. Al mirar la cara de incredulidad, Matilde sacó de entre los dobleces de su vestido, una varita finamente tallada como símbolo de su linaje. Todos, rápidamente entendieron que se trataba de una bruja, la cual se permitió aclarar un tanto las cosas para sus compañeros, mencionó que desde niña fue enviada a Francia a estudiar en un colegio de magia, pero hace apenas unas semanas había vuelto con sus padres por la noticia de su fallecimiento, y qué ahora, habiendo pasado sus penas, su hermana se disponía a partir nuevamente hacia Francia y que de no ser por la interrupción de aquella mujer y por la intriga que causó en ella, ella misma se encontraría a bordo de un barco en ese mismo momento.

Una vez que se bajaron los ánimos, Matilde pidió a Leonor le explicará por qué una mujer desconocida le dijo que los buscase, a lo que Leonor respondió que, durante su viaje, la mujer se presentó en circunstancias parecidas, hablando con un tono de voz que reflejaba confianza, seguridad y certeza, motivo por el cual decidieron seguir sus palabras; Felipe mencionó la profecía hecha por Bimori:

"Cuando el frío cale sus huesos y entiendan que son seis para ser quinientos los arboles ocultarán sus secretos y un nuevo hogar se revelará"

Comentaron a la joven acerca de sus planes de viajar a las cercanías de la capital, habían escuchado de un sitio en donde en invierno nevaba y todo el año la temperatura se mantenía baja y eso era con lo único que contaban. Al escuchar estas palabras, Matilde les volvió a contar lo que aquella mujer le dijo, y preguntó si se podía unir a su viaje y de no encontrar alguna prueba que confirmara las palabras de Bimori, regresaría a Francia con su hermana. Después de pensarlo unos segundos, la pareja y Yoltic aceptaron la petición de Matilde, informándole que viajarían a primera hora del día siguiente.

Antes de salir el sol, Matilde ya se encontraba junto a su equipaje en casa de los Villafuerte, terminados los últimos preparativos, la comitiva emprendió su viaje hacía la ciudad de México. Con el pasar de los días y encontrándose a medio camino, se vieron interrumpidos por una fuerte lluvia, obligándolos a detenerse, tras 5 minutos alguien tocó a la puerta de la carroza, asomándose un rostro moreno y completamente empapado, se apresuraron a hacerla pasar, pero sin haber puesto un pie sobre la carroza, la lluvia cesó. Matilde identificó a la mujer como aquella que le había contado sobre sus tres acompañantes y con una floritura de su varita, secó las ropas de Bimori.

Por alguna razón, Bimori aparecía siempre de forma sorpresiva y sin ser en esta ocasión una excepción, les dijo a cuatro viajeros que había tenido una nueva visión, pero que ahora resultó más clara gracias a la ayuda de un nuevo amigo; sin decir más les espetó que debía cambiar su rumbo y dirigirse a las tierras de Michoacán que colindan con Guanajuato y el Estado de México, ahí encontrarían nuevos integrante para su comitiva y sin más volvió a desaparecer Bimori, dejando nuevamente más dudas qué respuestas. Sin embargo, decidieron hacer un último intento por entender su suerte y confiaron de nuevo en aquella misteriosa mujer


Colegio de Magia JwátarhuWhere stories live. Discover now