Se llama libertad

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Mika-chan tarareaba alegremente aferrándose a el espejo que tanto amaba.

- Mika-chan hace días te veo apegada a ese espejito. Segura que no prefieres traer un ósito o una muñeca?- cuestiono la madre.

La niña negó y aseguró que eras mejor que cualquier oso o muñeca que ofrecieran. Los deditos pintados de manera desprolija con pinturitas rosas y celestes se aferraban a la hermosa plata que decoraba RL espejo.

Una maquina de bebidas ella.o la atención de la infante quien por unos segundos se separo de sus padres.

- Fresa. Mora... Uva!!!- exclamó al ver su sabor favorito- Te gustan las uvas, [***]-chan? -curioseo mirando el espejo.

Una mano grande y masculina se poso en el hombro de la niña. Las callosas manos del adulto y su rasposa voz que en antaño fue mas agradable dejaron en claro algo.

- Nos tenemos que ir a casa- dijo el adulto.

Lo curioso es que Mika aun no hacia el chequeó rutinario para cerciorarse de que no recayera.

Ni siquiera reconocía la voz.

-Mika corre!!- la voz del collar y el espejo fueron ignoradas por el adulto que solo tenia a la niña en mente y la sala estaba casi vacía exceptuando  a una anciana que estaba dormida.

La niña era encantadora y no era una sorpresa que un depredador posara sus ojos en ella.

-Suelteme. Mami! Mami!- el llamado de la niña se vio interrumpido por las manos del adulto.

Maldita escoria inhumana que se atrevía a tocar a tu hadita.

- Alejate de ella!!! - Un grito se escuchó ,no solo de el secuestrador, en todo el piso. Nuevamente te habías manifestado en todas las superficies reflejantes.

Los acelerados pasos de una persona, que previamente había estado también en una de las habitaciones con un doctor, resonaron en los oídos del pedófilo.

Los padres de la niña también se acercaban por el pasillo.

-Maldita sea- Mascullo el pervertido tratando de arrastrar a Mika.

Una mancha azul fue lo ultimo que el bastardo vio antes de caer al suelo inconsciente.

La niña se aferro al recién llegado de buzo azul entre lágrimas mientras este y el doctor que salió detrás de el trataban de consolarla.

Segundos después la seguridad del lugar se llevo al criminal mientras los padres agradecían al "hombre azul" como Mika lo había bautizado.

- Estas bien, young lady?- cuestión el héroe desconocido.

La niña asíntio - Gracias a usted y a [***]-chan ese hombre se alejo de mi dijo alegremente la niña abrazando su espejo.

Fue entonces que el desconocido se sorprendió.

-[***]-chan? - llamó con la voz quebrada.

- La conoces? - curioseo Mika.

- Si...era mi amiga pero...la lastime...y quiero disculparme- susurro mientras notaba que los padres de la niña dejaban de hablar con el policía y se acercaban a ellos.

-Puedes disculparte con ella- la voz del collar había susurrado algo a la niña- Pero no vuelvas a lastimarla. La dejo a tu cuidado. Cuida del hada del espejo por mi. Si? - dijo la niña mirándolo con el ceño fruncido.

-Eh? Le regalas tu espejo al señor? Pensé que eras muy unida a tu amiga el hadita que vive en el espejo- dijo la madre alegremente.

- El cuidara de mi amiga. Verdad señor azul? - dijo alegremente la infante.

- Claro que lo haré- dijo solemnemente el mayor.

La familia se fue a realizar el chequeo de la pequeña y se marchó.

Karamatsu al fin dio vuelta el espejo para verte cara a cara.

- Tiempo sin verte [***]-chan. Te extrañe- dijo apenas en un susurro.

...

....

-Estas seguro de que me extrañaste?  Dijiste que era una molestia- dijiste algo temerosa.

- Lo siento. No era cierto. ...te quiero. Te necesito. Te extraño- susurro mirándote con esos hermosos ojos marrones.

- También te extrañe Kara-chan-

Esas palabras fueron suficientes para curar las ultimas heridas en el corazón y el alma de Karamatsu.

Sus hermanos ya le daban amor, tenia una amiga fiel, conoció lo que era el amor, obtuvo el perdón de su princesa.

-Gracias- La ultima alma por salvar.

El espejo plateado se rompió y se volvió polvo.

- [***]-chan?- Pero el espejo había desaparecido. Tu prisión y la de tu tío desapareció. Esos espíritus torturados habían dado su pago.

Eras libre.




Espero que estén felices. El próximo es el capítulo final.

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