Fuiste una chica normal. No habia nada de extraodinario en ti. Pero aun asi creias tener una vida casi perfecta
Tus padres te amaban, tenias algunos amigos fieles y leales, una familia amorosa. Estudiabas lo que querias seguir por el resto de tu vid...
El grito de "masho" de Totty logro despertar a los ninis durmientes. Que, molestos por ser despertados a la fuerza, bajaron en pijama a ver la causa de tanto alboroto.
Hasta que recordaron el accidente de Karamatsu de ayer y su molestia cambio a ser miedo. Apresuraron el paso y pronto la cocina estaba llena.
-¿Que sucede?- Como el hermano mayor, Osomatsu, tomo el control de la situación ni bien entro a la habitación.
-F-f-fantasma- balbuceo un lloroso Todomatsu antes de ocultarse detras del mayor.
Los recuerdos del fantasmal lamento de ayer y el reflejo de una chica llorosa en cada superficie de la casa volvio a la mente de los hermanos y un escalofrio los recorrio.
-¿Donde?- pregunto en voz baja. El dedo de Totty señalo a Karamatsu y su reflejo. Que ahora era una niña de grandes ojos sin vida pero mirada amable.
Reprimio un grito, que sus hermanos no contuvieron, al recordar que fue por ella que salvaron a Karamatsu.
-Hola...- saludo un tanto nervioso. Mas en cuanto vio que la joven en el espejo sonreia y saludaba animadamente moviendo una mano perdió todo miedo por ella.
Era tierna. Para un fantasma.
-Hola. Mucho gusto. Mi nombre es [***]- Estabas nerviosa. Tenias ganas de conocerlos desde hace rato. Y ahora estaban frente a ti. ¡Y te veian!
El miedo en los menores desaparecio al ver que estabas tan feliz y animada. ¿En serio eras un fantasma?
-Soy Osomatsu. ¿Eres amiga de Karamatsu?- pregunto mas calmado el mayor de los hermanos.
-Si. El es mi dueño. Y mi amigo. Es muy amable- te sentias una niña pequeña que hace amigos por primera vez. Todo era nuevo para ti.
Habias olvidado todo.
-¿Como es que terminaste asi? - prrgunto Ichimatsu. Eso si lo recordabas.
-No le preguntes algo tan horrible. No tiene por que decirte como murio- reprendio Choromatsu.
-No estoy muerta.
-¿Que?- preguntó Totty. Ya no parecia tan asustado.
- Es dificil de explicar. Yo era una chica normal. Pero ,un dia, escuche una canción. Una muy hermosa y...triste- miraste tus manos buscando, inutilmente, pulso en tus muñecas- Era tan hermosa que parecia llamarme. Y la segui hasta un arból que estaba muerto pero no caia. En ese lugar habia un escrito. Solo pase mis dedos sobre el unos instantes y de las entrañas del árbol salieron unas manos...recuerdo que grite- y mucho. Pobre niña.
Habian memorias sobre una sensación horrible e insoportablemente dolorosa. Como si te arrancaran el cuerpo. ¿no es gracioso?
- Cuando desperte estaba en un espejo y del otro lado, en mi cuerpo, estaba la criatura que atacó. Robó mi vida.Mis memorias. Y me encerró en el espejo. Si escapo de mi prisión podre volver a mi cuerpo. Kara me esta ayudando en eso- dijistes sonriendole al azabache.
- Y ella se volvio mi soporte. Me ayudo mucho todo este tiempo. Mas de lo que yo la ayude a ella- susurro el segundo hijo.
-Tenias que tener una historia tan tragica para ser amiga de Kara. Son tal para cual. Dos romanticos- dijo sonriente Osomatsu. Pero sentia lastima por ti. No... mas bien. Pesar.
Sonreiste.
-Soy feliz aun asi.Tengo a Karamatsu. El es cool- dijiste alegremente.
La conversación termino y tua fuerzas tambien. De nuevo te veias encerrada en el espejo de mano.
Querias salir. Tocar a Karamatsu y poder sentir su calor. ¿Era igual de calido como lo sentias a travez del cristal? Tal vez mas.
¿Cual era su aroma?¿Como se sentia su cabello? ¿Tendria cosquillas?
Querias saberlo. Pero estabas debil. Muy debil.
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Abriste los ojos. Era tarde. Mas de las tres. Te habias quedado dormida.
Pero algo te asusto.
Karamatsu estaba viendote. Fijamente. Con su tamaño y el tuyo era mas incomodo de lo usual.
- Quisiera poder tocarte...- murmuro con una leve sonrisa Karamatsu.
Tambien querias tocarlo.
Estiraste tus manos hacia el. Ultimamente te sentias mas viva. Por él. Solo por èl. Pero lo hacias. Habias escapado a otras superficies reflejantes. Habias logrado que te escucharan en toda la casa. Y que la roca que tenias en el pecho, en lugar de corazón, se moviera un poco.
Querias mas. Mas de él. Mas del mundo. Mas de la vida.
¡Dios! Querias tanto. Y tenias tan poco.Cuanta injusticia.
-Karamatsu. Quiero tocarte- dijiste mirandolo a los ojos. Esos ojos que tanto te gustaban.
Esa piedra fria que habia en tu pecho se calentaba con solo verlos.
Mas. Solo un poco mas.
El cristal cedió y tomó otra forma
Una mano. Un brazo. Torso. Rostro. Un cuerpo entero. Hecho de cristal.
Y lo abrazaste. Tocaste su piel y robaste su calor entre tus manos frias. Te sentiste en el cielo al notar lo suave de su piel.
Solo unos instantes felices antes de que tus fuerzas desaparecieran y el cuerpo fuera cediendo nuevamente. Volviendo a su forma original. Sin poder evitarlo.
Un pequeño espejo.
Karamatsu tomo el pequeño objeto en sus manos y lo beso con amor.
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