Capítulo 7: La aliada, la princesa y el dragón.

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Park Nara

Cuando era niña mis padres se divorciaron y mamá fue la que dejó de vivir con nosotros, papá se puso muy triste y aunque su depresión le ganase intentaba siempre dar una sonrisa, también se le ocurrió la idea de leerme cuentos cada noche al dormir para fortalecer nuestra relación entra todo el caos de nuestras vidas. Todos hablaban de lo mismo, de una princesa. A veces variaba algunos detalles, sin embargo estaban los mismos personajes en cada cuenta y yo lo adoraba.

—Entonces, el príncipe besó a la princesa y la despertó de su largo sueño rompiendo el hechizo — narraba y yo tenía los ojos bien abiertos abrazando mi peluche de tocino que tanto adoraba.

—¡Yeih! — Festejé feliz de escuchar el final, papá parecía feliz en esos cortos instantes que nos pertenecían.

—¿Te gustan mucho las princesas, Nara? — Asentí ante aquella pregunta.

—Sí, me encantan, yo quiero tener una princesa de grande — la cara de mi papá cambió de inmediato.

—¿Eh? ¿Tenerla? Dirás, ser una — intentó corregirme y yo me negué.

—No, yo no quiero ser una princesa, quiero salir con una — mi pobre padre estaba demasiado confundido por escuchar eso, yo creí que se iba a enojar conmigo pero no.

—Las princesas a veces no son buenas, Nara...pueden romperte el corazón — mi emoción se bajó al escuchar eso.

Después de todo lo que papá hizo, de haber peleado contra dragones y darle un castillo a su princesa, ella lo dejó. No volví a mencionar aquello desde entonces y en secreto seguí deseando conocer a una princesa para protegerla ante todo, yo quería ser el héroe del cuento.

Por mucho tiempo estuve buscando a mi ideal de princesa, una chica delicada y agradable, que fuera preciosa...no la encontraba y eso me frustraba mucho. Hasta que un día la vi, pasó a mi lado con su cabello largo y negro hasta la cintura que se revoloteaba con el aire, tenía una mirada seria de solemnidad, de alguna manera la imaginé arriba de una torre esperando a que alguien le rescatase y yo quería ser ese alguien. Terminé investigando quién era, busqué todos los medios para acercarme y vi mi oportunidad.

—Quiero unirme a su club anti jungkook — dije una mañana en el salón de su club.

Ahí estaba ella, era la presidenta y su nombre era Park Namkyu. Sí, yo estaba enamorada de ella, quería impresionarla toda costa, descubrí que le gustaba comer y eso me pareció aún mejor porque adoraba a las personas de buen comer. Me inscribí en clases de cocina para poder impresionarla y todo habría ido de acuerdo a mi plan si no fuera porque...

—Lo siento, lo siento — pedía varias veces un chico inclinándose a la profesora de cocina, había llegado tarde.

Cuando por fin lo dejaron pasar me fui fijando en cómo era, pocas veces me fijaba en un hombre, pero no pude evitar no hacerlo porque desentonaban muchas cosas en él. Bastante alto, hombros anchos, rostro guapo y lucía ropas negras debajo de su delantal rosa, todos su instrumentos de cocina eran de ese color y no parecía avergonzarle aquello. Estuve prestando más atención en lo que hacía, se movía perfectamente en su espacio de cocina, cortaba las verduras con completa destreza y era más que obvio que no era un novato.

—Hola, disculpa, vi que cocinaste algo diferente, ¿te importaría intercambiar? — Me estaba ofreciendo su platillo, asentí sin decir nada por lo sorprendida que estaba y sólo le tendí lo que había hecho yo.

Probé el pastel de carne que había elaborado...en ese momento me enamoré de él.

—Es delicioso — mis palabras se quedaban cortas antes eso — Tú...vaya

El Club Anti Jungkook & NamJin ✎ BTS (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora