Persecucion fallida y la bolsa de patatas

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-Soy prácticamente un bebé- exclamé, y le sonreí amargamente.

El novato se estremeció visiblemente, lo cual fue muy agradable. No quiero sonar como una loca ni nada pero es genial la sensación de saber que tus enemigos te temen.

Si existiera el premio Nobel a el criminal del año, seguraente lo habría ganado, porque en ese momento dos sogas se extendieron a lo largo de las paredes del callejón y varios guardias empezaron a bajar por ellas. Justo como sospeché.

Me enderecé de un salto y subí al bote de basura. Los oficiales seguían bajando por las sogas pero no faltaba mucho para que aterrizaran. Aproveché el momento y me agarré del alféizar de la ventana y me empujé hacia arriba con todas mis fuerzas, sentándome sobre él. Un disparo atravesó el aire y golpeó la pared a unos centímetros de mi cara. -Hijo de...

Los guardias ya estaban bajando. Eran doce en total. El novato había desaparecido, lo que no me extrañaba. Todas las armas apuntaban hacia mí, y yo estaba sentada cómodamente sobre el alféizar, bamboleando las piernas como una niña.

-Heather Reese, tiene dos misnutos para bajar o le dispararemos- dijo un hombre a través de un altavoz. Lo reconocí al instante: Charles Henrickson. El caza recompensas legendario. Me ha seguido la pista por meses, ese tipo era un profundo dolor en el trasero.

-Repito. Si no baja en dos minutos tenemos permiso de disparar-agregó.

Ahí estaba otra vez, ¿Por qué diablos trataban de usted a los criminales? ¿Por favor señorita acepta usted, con todo respeto, si no le molesta, que la condenemos a muerte? Era realmente absurdo.

Charles se veía bastante satisfecho consigo mismo por haberme encontrado, pero estaba claro que lo que no entendía era por qué estaba yo tan tranquila. Me paré sobre el alféizar, me sacudí el polvo de la ropa y sonreí.

-Puede que me hallas encontrado, Charles. Pero siempre voy un paso adelante- soy consciente de que sonó como un autentico cliché, pero no pude evitarlo, me sentí como una maldita estrella de cine. Y oh, que estupendo fue contemplar su rostro atónito antes de soltar la bomba de gas lacrimógeno sobre todos ellos. Me tapé la boca y la nariz con mi chaqueta de cuero, y subí lo más rápido posible desde el alféizar al techo. Naturalmente, había dos más de ellos allí esperándome. Pero yo ya lo esperaba, saqué mi arma del bolsillo y le disparé a uno de ellos en el hombro. Él soltó el arma y dejó que se resbalara por el tejado. El otro me lanzó también un disparo, pero yo ya no estaba ahí. Estaba sobre su compañero, apuntándole en la cabeza.

-Dame tu arma o le disparo- le dije. El hombre me dio obedientemente su arma, a continuación le dije que me dejara marchar o le mataría y me alejé saltando por los tejados a toda velocidad. Al cabo de unos minutos se oían sirenas y hélices de helicópteros, asi que decidí bajar de los techos y escurrirme como la rata que soy entre los callejones.

En realidad no habría sido capaz de matar ni a él ni a su compañero, pero mejor que no lo supieran. Sí, soy una asesina, pero a mí me pagaban para matar criminales para otros criminales. No soy exactamente un ángel, pero no mato gente inocente.

Cuando me hube alejdo unas manzanas de distancia aminoré el paso y me dirigí hacia el lugar de encuentro con mi contacto. Bueno, contacto es una palabra muy fría para describirlo, es un buen amigo. Cuando llegué al callejón indicado me senté a esperar y al cabo de cinco minutos apareció.

Roth no era de la misma clase de criminal que yo, él era un hacker. Nos criamos prácticamente juntos en las calles y ha sido mi amigo desde siempre. Su apariencia lo hace ver agradable, pero puede ser bastante peligroso. Tiene el pelo pelirrojo, anaranjado para ser exactos, ojos celestes, cara redonda, nariz algo grande , y lo mas distinguible de todo eran sus pecas. Tenía no solo la cara cubierta de pecas si no también los brazos y hasta las piernas. Como todos los chicos callejeros, era muy delgado. Últimamente se lo veía más delgado de lo usual, y tenia unas profundas ojeras de cansancio. Cuando me vió, soltó un suspiro de alivio y corrió a abrazarme.

Asesina fuera de serie (Editando)Where stories live. Discover now