Broken. [Jesús Oviedo][En proceso]

9

—Julia, ¿Quién es ese tal Tom? —preguntó Calum.

—Yo creo que Dani lo conoce —dije mirando a Dani.

—Era amigo de Jesús, a mi nunca me llamó mucho la atención. No fuimos nunca amigos, sin embargo, Jesús se llevó muy bien con él. Lo pillaron robando en un supermercado y mis padres lo cruzaron. Pero él y Jesús seguían viéndose, a mi nunca me pareció bien.

Me quedé callada.

—Llegamos —dijo Calum al llegar al descampado y nos bajamos del coche.

—Ahora a esperar —dije apoyándome en el coche.

Estuvimos allí hasta que el coche de Tom apareció enfrente nuestra.

Me puse recta rápidamente ya que estaba apoyada en el coche y esperé a que alguien saliera del coche.

Y Jesús bajó. Me miró y luego sonrió. Fui corriendo a sus brazos y me elevó en el aire para luego abrazarme.

—Dios mío menos mal que estás bien —dije.

—Te dije que estaría bien, además, si muero será a tu lado. —dijo para luego fundirnos en un beso.

Abrazó a su hermano y luego a Calum. Se dijeron lo mucho que se habían echado de menos, y se contaron todas las novedades.

—No tenemos mucho tiempo —dijo Tom. —Hay miles de policías siguiéndome a mi, a vosotros y a toda persona que tenga algún tipo de relación con Jesús.

—Es verdad —dijo Jesús —debería irme más lejos, aquí no estoy a salvo.

—Me iré contigo —le dije.

—¿Qué? —preguntó.

—Quiero irme contigo, he estado una semana sin ti y te juro que he estado mal. —dije.

—Pero Julia...

—Jesús me voy a ir contigo. No se hable más.

Tom y él se miraron entre ellos. Y los dos suspiraron.

—Está bien —dijo finalmente.

[...]

—¿Me vais a decir adónde vamos? —pregunté una vez más mientras miraba por la ventana del coche.

—Obviamente no —dijo Jesús. —Es un secreto.

—¿Es que crees que yo les dije que estabas en el bosque? —pregunté.

—¿Quién si no iba a hacerlo Julia? —preguntó.

—Jesús yo no dije nada. Por dios tienes que creerme, te quiero demasiado como para decirles donde te escondes. —me crucé de brazos —Esto es ridículo, mi novio piensa que lo he delatado a la policía.

—¿Soy tu novio? —preguntó.

—Ya no. —dije enfadada.

—¿Podéis dejar ya vuestras peleas de pareja? Me estresais —dijo Tom.

—Está bien, ya me callo. Que ganitas de tirarme en una cama —me recosté en el asiento.

[...]

—Julia —sentí como me movían —Ya hemos llegado.

Pero yo no quería moverme.

Así que me cogió en brazos y me metió dentro de una casa nueva. Me subió al segundo piso y me dejo en la cama de una habitación, más tarde se escucho como se cerraba la puerta y pude dormir tranquilamente.