DANGEROUS LOVE || MARICHAT +15 || (En Edición)

Capítulo 5

— Bueno... Es que... Yo... Oye...¡ BASTA!— gritó la criatura roja.

¡Gritó la criatura roja! ¿¡esta cosa podía hablar?!

— ¡AHHH! ¡AUXILIO! ¡UNA COSA FLOTANTE Y ROJA ME ESTA HABLANDO!— gritó Marinette y siguió lanzando  cosas pero rápidamente la cosita roja voladora con sus dos diminutas patitas le cerró la boca.

— Shhhh.— Marinette la miró anonadada.— no grites ¡por favor! Nadie debe saber de mi existencia mas que tú. Ahora, voy a apartarme y tú no gritaras y me dejarás explicarte todo ¿ok? — Marinette asintió.

Entonces la cosita con un puntito negro en su frente se fue apartando lentamente pero al dejar libres sus labios volvió a gritar.
Alarmada, la cosita roja se acerco cerrando su boca impidiéndole gritar.

Lo intento nuevamente pero resultó igual, a la tercera se desesperó. —¡ BASTA! ¿CÓMO DIABLOS VOY A EXPLICARTE EL MÍSTICO SECRETO ULTRA GUAU SI NO TE CALLAS?

—Tranquila, no te aloques.— le dijo Marinette.

La criaturita exhalo desesperada.

— Bueno como sea yo...

— ¿Por qué el tío Sheng me regalaría algo como tú?.— dio toquesitos a la criatura en la cabeza.— ¿Eres un nuevo inventó chino? ¿una mascota genéticamente alterada? ¿¡Eres un alíen!? Una vez vi una película de un niño que tenía como mascota un alíen y...

Y la criatura volvió a taparle la boca con sus extremidades.— No, no soy un invento chino, tampoco una mascota y mucho menos un alíen. ¡Soy un Kwami!

— Ah un kwami, pff ¡claro! ¿por qué no me di cuenta antes? — dijo sarcásticamente.

La pequeña la fulminó con la mirada.— Te lo hubiera explicado mejor si no hubieras gritado como una niñita.

— En primera soy una niñita, y en segunda, yo lo siento... Pero adelante, Kwami ya puedes hablar.

— Mi nombre es Tikki, y como mencioné antes soy un kwami, podría decirse que soy un ser... Amm... Mágico que puede otorgarle poderes a quien me posea, en este caso; tú. Pero para eso necesitas ponerte los aretes.— el kwami se acerco a la cajita que se encontraba en el suelo y señalo los pendientes dentro de esta.

— O sea que...

— ¡Yo te otorgaré poderes! Con sus límites, claro. Lo único que tienes que decir es: Tikki transformame y listo.— Marinette tomó los pendientes y se los colocó.

— Ok.— Marinette se levanto del suelo, en su mente estaba la idea de que al tropezarse se golpeo tan fuerte la cabeza que ahora estaba desmayada y alucinando todo esto, pero por alguna razón obedeció a la criatura extraña.

— ¡Tikki transformame!

Pensó que era un sueño, pero lo siguiente fue tan real que se asusto de que todo esto en verdad estaba ocurriendo...

Un destello rojo la cegó al principio pero después sus ojos se acostumbraron; todo empezó a cambiar tanto en su interior como su exterior. Sintió algo pegado en su rostro, en la parte de sus ojos, su cabeza estaba cubriéndose con lo que parecía una capucha, toda su vestimenta cambio radicalmente, miro sus manos envueltas en guantes rojos y bajo la vista para toparse con un pantalón negro y botines del mismo color.

Aquello la dejo anonadada.

— ¿¡Q-qué fue todo eso!? ¿Qué me paso?.— se miró, pero mejor decidió en ir a su espejo de cuerpo completo para inspeccionar se mejor.