― Armo la cajonera al revés.― Dice.― ¡Intente ayudarlo pero el muy idiota no quiso!

Achico los ojos buscado la verdad en sus ojos, iba decir algo pero fui interrumpida por el portazo que dio mi esposo a la puerta de la habitación de nuestro hijo dejando caer la bolsa de tornillos (sellada) al suelo, mirando molesto a su cuñado.

Sí, James esta enfurecido.

― ¡¿Ayudarme dices!? Lo único que has hecho estar sentado tomándote selfies e indicarme mal como iban las malditas piezas.― Exclamó.

Necesito una gotita de paciencia.

Me cruzo de brazos retrocediendo apoyándome contra la mesa mirando que estupidez dirá esta vez mi hermano para sacar de quicio a James.

― ¡Si no fueras un inútil ya hubiéramos terminado de armar todo!― Elevó la voz y a James no le gusto.

― ¡A mí no me vienes a insultar mucho menos estando mi hogar!― Le gritó de vuelta.

― ¡Te insulto cuando se me dé la puta gana! Será mejor que tú vayas controlando tu tonito conmigo, James.

― Eres insoportable, Wells.― Escupió mi esposo, dando un paso hacia el sofá a lo que Christopher se puso de pie.

No quiero imaginarme el día en que Liana llegue a casa a presentarle a su primer novio, mi hermano definitivamente será un padre muy protector.

― Escucha James, será mejor que te pongas las pilas y te pongas a buscar un buen trabajo para mantener a mi hermana y mi sobrino porque no quiero que ninguno de los dos se muera de hambre por culpa.

Okey, ya me cansé.

Ambos se pararan frente a frente y desde donde yo estoy puedo ver el humo salir de sus orejas lo enojado que están.

Parecen dos críos peleándose por un juguete.

― ¿Qué mierda dijiste?― James lo tomó por el cuello de su camiseta.

Es hora de intervenir.

― ¡Ya es suficiente!― Exclamé.―¡¿Cuándo va a ser el día en que ambos puedan logran llevarse bien!? Es que no lo entiendo, tú.― Me dirijo a mi hermano.― Te guste o no James ya es parte de la familia, es mi esposo, es el padre de mi hijo le guste a quien le guste y no voy a tolerar que sigas menospreciándolo cuando se te dé la gana mucho menos estando nuestro hogar. Y tú.― Me dirijo esta vez a James.― Deberías dejar de buscarle el hilo a las discusiones con Christopher, llevan años así y estoy harta de escucharlos discutir por estupideces.― Los miro a ambos.― ¡Y no me miren así! Si no empiezan a llevarse bien por las buenas juro que los mandare al demonio a los dos.

Dicho eso paso por en medio de ambos dirigiéndome a la habitación cerrando la puerta de un portazo, me siento en borde la cama descanso mis manos sobre mi vientre pidiendo que ninguno de los dos entrara a la habitación.

¿En serio no habrá un día que en ambos logren aunque sea hablar sin discutir?

Minutos después de que Kyle me confirma que ya está aquí por mi, salgo nuevamente para ir a pagar el horno y revisar las galletas, la sala estaba en completo silencio, ambos estaban sentados en el sofá frente a frente. Mi hermano metido en su móvil y James en su laptop.

Saco las galletas del horno y las dejo sobre el mesón de la cocina. Veo una silueta parada en lumbral de la entrada de la cocina y lo miro por el rabillo de mi ojo reconociendo esos jeans negro.

― Melanie...

― No.― Lo detengo.― Yo voy a salir un momento a distraerme un poco y cuando regrese quiero que estés listo para irnos a casa de mi abuela.

Choose me: Un Final Definitivo.Where stories live. Discover now