CAPÍTULO 3

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CAPÍTULO 3

La Selección

La profesora McGonagall era exactamente igual a como me la imaginaba. Una bruja alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda. Tenía un rostro muy severo, y el primer pensamiento que tuve fue que se trataba de alguien con quien era mejor no tener problemas.

—Bienvenidos a Hogwarts —dijo la profesora McGonagall—. El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupéis vuestros lugares en el Gran Comedor deberéis ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estéis aquí, vuestras casas serán como vuestra familia en Hogwarts. Tendréis clases con el resto de la casa que os toque, dormiréis en los dormitorios de vuestras casas y pasaréis el tiempo libre en la sala común de la casa.

»Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estéis en Hogwarts, vuestros triunfos conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de la casa, un gran honor. Espero que todos vosotros seréis un orgullo para la casa que os toque.

»La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Os sugiero que, mientras esperáis, os arregléis lo mejor posible.

Los ojos de la profesora se detuvieron un momento en la capa de Neville, que estaba atada bajo su oreja izquierda, y en la nariz manchada de Ron. Con nerviosismo, me quité un mechón de cabello de la cara.

—Volveré cuando lo tengamos todo listo para la ceremonia —dijo la profesora McGonagall—. Por favor, esperad tranquilos.

Salió de la habitación. Todos se pusieron a hablar apenas lo hizo pero yo solo me mantuve en silencio, observando las paredes llenas de cuadros con curiosidad. Malfoy y Harry comenzaron a pelear de nuevo, pero esta vez no me metí.

—En marcha —dijo una voz aguda—. La Ceremonia de Selección va a comenzar.

La profesora McGonagall había vuelto.

—Ahora formad una hilera —dijo la profesora a los de primer año— y seguidme.

Con la extraña sensación de que mis piernas eran de plomo, me puse detrás de una chica de pelo claro, con Hermione detrás mío.

Salimos de la habitación, volvimos a cruzar el vestíbulo, pasamos por unas puertas dobles y entramos en el Gran Comedor.

Nunca habría imaginado un lugar tan extraño y espléndido. Estaba iluminado por miles y miles de velas, que flotaban en el aire sobre cuatro grandes mesas, donde los demás estudiantes ya estaban sentados. En las mesas había platos, cubiertos y copas de oro. En una tarima, en la cabecera del comedor, había otra gran mesa, donde se sentaban los profesores. La profesora McGonagall nos condujo allí y nos hizo detener y formar una fila delante de los otros alumnos, con los profesores a nuestras espaldas. Los cientos de rostros que nos miraban parecían pálidas linternas bajo la luz brillante de las velas. Situados entre los estudiantes, los fantasmas tenían un neblinoso brillo plateado. Para evitar todas las miradas levanté la vista y vi un techo de terciopelo negro, salpicado de estrellas. Oí susurrar a Hermione: «Es un hechizo para que parezca como el cielo de fuera, lo leí en la historia de Hogwarts». Yo también lo sabía, pero al contrario de ella no comenté nada. Era difícil creer que allí hubiera techo y que el Gran Comedor no se abriera directamente a los cielos.

Primer Curso (Atrapada en el Mundo Mágico #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora