Lejos de casa. [Federico Ricca]

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El día que vi a Katarina por primera vez, fue también la primera vez que volví a sentirme en casa. Su mirada transmitía tanta paz, tanta dulzura que me volví loco por unos minutos. Para cuando dejé de pensar en toda una vida juntos, ella había desaparecido de mi campo visual. Por más que la buscara, no estaba, se había ido y yo ni siquiera le había hecho notar mi presencia.

Una semana más tarde, en mi primer entrenamiento con el Málaga la volví a ver. Usaba un pantalón de correr y una camiseta con el escudo del equipo que representaría en breve, en su mano tenía una tabla con unos papeles en ella, me di cuenta que eran fichas médicas cuando me llamó y pude estar a su lado. En el momento no pude decir nada, sólo la seguí hasta una sala que dentro tenía una camilla, un escritorio, dos asientos y un armario pequeño con implementos médicos. Ella resultó ser la doctora principal del equipo.

Comenzó a decirme los procedimientos que me haría, me explicó porqué me debía analizar y en su voz noté un acento diferente, ella no era española.

-¿De dónde eres?-pregunté sin poder evitarlo.

-Alemania. Tú eres uruguayo, ¿no?-asentí a su pregunta.

-Sí. Estás lejos de casa-ella sonrió de costado.

-No más que tú. Ahora, necesito me des la espalda y respires profundo-hice como me pidió, la vi de reojo ponerse el estetoscopio en los oídos y luego sentí la otra parte del implemento en medio de mi espalda-. Necesito que te quites la camiseta, con la tela se genera un poco de estática y no puedo sentir tus latidos.

Al mirarla noté que estaba sonrojada, me quité la camiseta y ella tragó saliva. Admito que he pasado mucho tiempo en el gimnasio, pero nunca me sentí orgullosa de mi cuerpo hasta ponerla más nerviosa de lo que estaba. Repitió el procedimiento con el estetoscopio en mi espalda y luego se puso frente mío para comenzar a analizar mis latidos y respiración desde el pecho. Cuando su mano rozó mi piel, sentí escalofríos por todo el cuerpo.

-¿Cómo te llamas?-pregunté una vez que terminó de evaluarme y comenzó a anotar cosas en la ficha de tu tabla.

-Katarina Holzmann-no levantó la mirada, pero noté que su mano temblaba ligeramente.

-Es un bonito nombre-ella alzó la mirada y sonrió con un leve sonrojo en sus mejillas. Sí, no me equivoqué en el aeropuerto. Ella me hace sentir en casa, y ni sé por qué.

-Gracias-volvió la vista a sus papeles sin quitar la sonrisa.

Cuando el entrenamiento terminó ese día, esperé a que saliera Katarina y, luego de insistir un poco, fuimos a tomar un café. La idea original era ir a un bar o algo por el estilo, pero al día siguiente ambos debíamos trabajar y la alemana se encargó de recordármelo. Lo pasamos increíblemente bien, hablar con ella era demasiado fácil, podías pasar de la política a los dibujos animados en una centésima de segundo y no parecía que llevaras una conversación sin sentido. Pasamos mucho tiempo hablando esa noche, tanto que al día siguiente llegué con unas ojeras hasta el piso al entrenamiento, pero valió la pena.

Y todas las otras noches que pasamos juntos valieron la pena, pasamos meses hablando hasta quedar rendidos, ella conocía todo de mí y yo todo de ella (o eso me dijo, y le creo), nunca había estado tan enamorado de una chica sin haberla besado. En realidad, nunca había estado tan enamorado antes en ninguna circunstancia, ella era todo lo que tenía en España, mi cable a tierra, mi casa.

-¿En qué piensas, Fede?-alcé la mirada hacia Katarina cuando volvió del baño, estaba pasándose la mano por el cabello cuando se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro.

-En que pasamos mucho tiempo juntos-rodeé sus hombros con mi brazo y besé su cabello.

-Bastante. ¿Te preocupa no encontrar novia porque te ven conmigo?-quiso saber y yo solté una carcajada.

-Ni en lo más mínimo. Me preocupa que encuentres novio aún viéndote conmigo-ahora ella soltó una carcajada.

-No creo que suceda-murmuró estrechándose más contra mí.

-¿Y por qué no? Cualquiera querría estar contigo, sin importar que este adonis está siempre alrededor tuyo-ambos reímos y Katarina se acomodó en el sofá, apoyando la espalda en el brazo del mueble y sus piernas quedaron en mi regazo.

-Aunque fuera cierto, no estoy interesada en ningún chico-asentí como si fuera normal, pero sentía algo de decepción.

-Si te gusta alguien, ya sabes que debes hablar conmigo inmediatamente-ella asintió sonriendo.

-Lo mismo va para ti, ¿eh? Como te guste alguien y no me digas, no respiras más-hice una mueca de miedo fingida y reímos, después nos pusimos a hablar de la nueva serie de Netflix.

-Creí que no te gustaba nadie-dije acercándome a ellos, mi rostro tenía la sonrisa más traviesa que tenía pero Katarina hizo una mueca y Zdravko soltó una carcajada.

-Du meinst, mir?-miré al suizo y fruncí el ceño, para dar a entender que no tengo idea de alemán.

-Dice que si te refieres a él-me tradujo Katarina.

-¿Y a quién más?-bufé.

-Tú ser tonto. Habe ich gesagt, es richtig?-Katarina asintió con una risita nerviosa.

-¿Por qué dice eso?-sólo miré a la alemana y me crucé de brazos.

-Weil Ich liebe dich-una sonrisa comenzó a formarse en mi rostro-. Eso sería porque él quiere a otra chica.

-Lo siento, princesa, pero investigué un poco y lo que dijiste es porque te amo. Y yo también te amo, así que no hay drama-tomé su rostro en mis manos y la besé, Katarina me siguió el besó y puso sus manos en mis codos-. Werden Sie meine Freundin?

-Oh, cariño, quédate con el español, no importa-Zdravko soltó una carcajada por lo que dijo la chica, yo sólo enrojecí un poco-. Pero claro que quiero ser tu novia, y enseñarte alemán.

Ahora reí con ellos, porque sabiendo que Katarina Holzmann es mi novia, nada más me importa. Porque cuando estás en tu hogar nada más importa, y ella es mi hogar.


¡Hola! ¡He vuelto después de pocos días así que da lo mismo!

FELIZ AÑO NUEVO. Espero que lo hayan pasado muy muy bacán, o chévere, o padre, o como quiera que ustedes digan, y que el 2017 sea de lo mejor para todos ustedes y sus familias.

Este shot lo pidió ThaliaMorales486, así que aquí está, ¡que lo disfrutes!

PEACE OUT.

Mini-historias de futbolistas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora