Mini-historias de futbolistas.

Más de la mitad. [Coutinho]

Conocí a Continho en Río de Janeiro, a fines de Junio. Ambos estábamos de vacaciones y por cosas de la vida, resultó que no sólo vacacionamos en el mismo lugar, sino que ambos viviamos en Liverpool también, por trabajo, sin ser nativos de las tierras inglesas.

Nos conocimos mucho en una sola tarde, entre cerveza y cerveza comenzamos a soltarnos más y a contar casi toda nuestra vida el uno al otro, él me contó que es jugador del equipo de fútbol de Liverpool y seleccionado nacional de Brasil (yo no tenía idea), por mi parte le conté que estaba en Liverpool por una serie de desfiles, sesiones y porque Nike Inglaterra me quería ahí por un tiempo.

Al día siguiente despertamos con dolor de cabeza y en la misma cama, pero ambos vestidos. Más que preocuparnos o algo, nos reímos del suceso.

Pasamos dos semanas todo el día juntos, él se convirtió en mi guía turístico, me llevó a todos los lugares para visitar en Río, pero siempre casi a escondidas para que no comenzaran nuevos rumores diciendo que había algo entre nosotros, aunque sí había algo; coqueteábamos y compartíamos algún beso de forma ocasional.

No puedo creer que confié en él tan fácilmente.

Cuando ya llevábamos tres semanas estando juntos todos los días, pasó. Fuimos a su gran casa, pasamos a su cuarto, nos sacamos la ropa y lo demás es lógico. No fue la última vez, Philippe dijo que me quería, que desearía que nos siguiéramos viendo en Liverpool y yo le creí todo.

A la cuarta semana yo debía devolverme a Liverpool, prometió que seguiríamos con lo que empezamos aquí, yo acepté. Phil volvía una semana después que yo, fui por el al aeropuerto pero me encontré con la sorpresa de que una mujer y un niño lo esperaban. Besó a la mujer como si nada y abrazó con fuerza al pequeño, besando su frente cuando se separaron.

Salí casi corriendo de ahí, no podía estar más enojada.

Lo peor de todo es que sí me escribió, suerte que no le di mi dirección o tendría que patearlo fuera.

A los dos meses después me enteré de que estaba embarazada, esto detenía mi vida totalmente ya que no puedo modelar ropa deportiva de Nike estando embarazada.

A pesar de la circunstancia, estaba muy feliz, mi bebé tendría de padre a un imbécil, pero seguía siendo mi bebé, mi todo.

En cuanto me enteré pedí que me devolvieran a España, dada la situación mi jefe aceptó y yo pude volver a Barcelona.

Me dolía dejar Liverpool atrás, era ilógico y tonto de mi parte pero me dolía dejar a Coutinho, en cuatro semanas logró llegar a mi corazón y luego quedarse con la mitad de este, aunque después del nacimiento de mi hijo, no lo volví a extrañar.

Nos volvimos a encontrar, cuando lo fichó el Barça. Supo de inmediato que era su hijo, pero le advertí, que él no se acercaría a mi bebé. Trató de hacerlo, me dijo que quería ponerle su apellido y verlo al menos una vez a la semana. Le dije que si se atrevía a hacer algo por acercarse a mi niño, a mi lindo Emmanuel, yo le contaría todo a su esposa, y él se quedaría sin pan ni pedazo.

Finalmente se rindió. Seguía llamando y yo seguía ignorándolo, me gustaría contarle todo a su mujer y que Countinho sufra, que sufra tanto como yo, pero no puedo hacerle eso a su hijo, porque yo no soy como él, yo no le quitaría la mitad del corazón a nadie.