Quizás tú conoces un lado de la historia, pero yo sé partes de ella que tú no. Como el hecho de que el Rokudaime no es soltero. Atte. El Rokudaime.
/En edición en plena cuarentena 2020 )/
Entre en silencio al departamento de Tenzō. Había estado ahí antes y lo conocía de sobra. Me ofreció algo para cenar. No recuerdo que comimos, pero había un incómodo silencio que el rompió poniendo un par de vasos de licor en la mesa. -Kakashi...- comenzó a hablar tras darle un par de tragos a su vaso. - gracias por cumplir este capricho. Se... Que te gusta otra persona - murmuró jugando con el borde de su vaso sin apartarle la mirada. -¿Lo sabes?- -me atrevo a decir que... te conozco lo suficiente para saber hasta su nombre...- me gire para mirarlo, no dije nada y el continuó hablando. - es por eso que tenía que decírtelo... No pensaba dejarte ir sin que supieras lo que siento. Kakashi! - Puso el vaso en la mesa y se acercó a mí tomándome por sorpresa, sujetándome el rostro entre sus manos terminando de bajar la máscara que para ese entonces ya tenía en la barbilla. Tragué saliva. Me besó, no de la manera suave como lo había hecho antes, me besó con un hambre demandante exigiendo ser saciada, abrí la boca para él y deje que su lengua entrara con rudeza explorándolareclamándola suya y mi corazón se oprimió sintiendo que le estaba siendo infiel a quien en verdad amaba, sobre todo porque mi cuerpo estaba entrando en calor y reaccionando a sus besos, a sus manos hurgando en mi pantalón, a su dureza contra mi, a su peso oprimiéndome lentamente contra el suelo. Cerré los ojos y senti la tibia humedad de sus labios en mi cuello, sus dedos fríos repasaban mi virilidad por encima de la ropa, me conocía y sabía como encenderme. Se separó, escuché el sonido seco de su chaleco al caer al suelo y el cierre del mio bajando, sentí su aliento en mi vientre y en mi mente no era él, mientras sus manos desabrochaban mi pantalón liberando mi erección, eché mi cabeza atrás y solté un gemido ronco al imaginar otros labios haciendo lo que hacían los suyos, eran esos delicados labios que tanto deseaba, húmedos y calientes, era él, recorriéndome con la lengua, él murmurando un "te amo" antes de meterme por completo en su boca. -Iru~ka- gemí y él se separó de mi. Abrí los ojos aun jadeante y lo que vi no era lo que quería ver. En ningún sentido. -Tenzō.... Yo.....- -Está bien..... Senpai- enfatizó esa última palabra mientras se limpiaba los labios y dolió, yo no me podía sentir peor- me equivoque. Es solo que pensé que... Cuando aceptó mi invitacion tendría una oportunidad... - dijo recogiendo su chaleco del suelo y yo me abroché el pantalón. - Esto... No esta bien, te aprecio mucho y valoro todo lo que pasamos juntos... Pero... Mereces a alguien que este contigo por algo mas que sexo. Esto solo nos hará más daño... - -Déjeme solo Senpai....- murmuró sin mirarme. Iba a decir algo mas pero me quede sin palabras solo salí de ahí y camine rumbo a mi casa. Camine mirando el suelo pensando en lo que acababa de suceder, mi cabeza era un lío, me dolía haber lastimado a Tenzō, aunque no había vuelta de hoja, yo estaba enamorado y lo único que quería era estar al lado de esa persona. Al lado de Iruka. Pero también era un imbécil de primera clase tanto que pasé de largo al lado de un chuunin que al verme acercarme por la calle en su dirección se había quedado congelado, si tan solo yo hubiese alzado la vista.
Cuando me levante al siguiente día era muy tarde para despedir a Naruto. Tenía un insoportable dolor de cabeza producto de la tensión emocional de la noche anterior. Me di prisa pues tenía una reunión con la quinta, atendí mis obligaciones durante la mañana calculando estar libre para cuando él acabara sus deberes. Me sudaban las manos mientras esperaba y me distraje hojeando mi libro. -¡Iruka sensei! - escuche que exclamaba un niño y alce mi mirada, él estaba a unos tres metros delante, ¿en qué momento había pasado junto a mi? Esperé un momento a que atendiera al chico y al verlo seguir su camino comencé a andar. - Oooi- no hubo respuesta -Iruka- llamé y él comenzó a andar mas a prisa -¿Iruka?- camine detrás de el, ¿qué le pasaba? -¡Iruka! - varias personas voltearon a verme, excepto él. Lo alcancé a sostener del brazo -Iruka.... - ¿qué necesitas?- dijo sin mirarme -Hablar.... Contigo...- dudé, ¿que le pasaba? -¿Es algo sobre Naruto?¿tiene que ver con mi trabajo? - -eh.....no.... - -Entonces no tengo nada que hablar contigo, y te agradecería que me soltaras- -Pero....- Agitó el brazo violentamente haciendo que lo soltara. No fue el movimiento lo que hizo que soltara su mano, sino la expresión de su rostro. -Yo no tengo nada que hablar contigo- me espetó dejándome confundido.
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Las pocas personas que pasaban de largo pensarían que era una discusión de borrachos, yo por otro lado no sabia que pensar. -Iruka.... ¿Porqué me tratas así? - no lo entendía la emoción que sentía por ir a buscarlo para pedirle que se quedara a mi lado se convirtió en frustración. - ¡Dijiste que me querías y ahora te comportas así! - solté, no era el modo ni lo que quería decirle realmente pero su actitud me confundía.
Me lanzó una furibunda mirada antes de echar a correr. Dudé en ir detrás de el de nuevo. Después de todo yo no había hecho nada para que me tratara asi.... ¿Esas eran lágrimas en sus ojos? Y si....
